viernes, 28 de febrero de 2020

En el Psoe de Marmolejo, pisar una mierda es el colmo de la buena suerte

Y en el campo, "el que no llora no mama"

Hay dos "dichos" populares que gozan de la creencia generalizada de que tienen un alto valor se verdad: "el que no llora no mama" y "pisar una mierda, trae suerte".

Obviamente, no parece que tengan relacción alguna entre ellos, y es que no la hay. Pero son cosas que pasan, todo tiene sentido en el devenir cotidiano de los acontecimientos más ordinarios. A los agricultores, si no lloran, si no se ponen a cortar carreteras, si no sacan los tractores a la calle, si no se organizan y se hacen oir, no les hace caso ni el potito, no maman.

Quién no llora..., no existe. Los problemas de los agricultores vienen de lejos, la ruina es evidente desde más lejos todavía y los síntomas de esta enfermedad económica llevan lustros in crescendo. Y nada. Hasta ahora. Ha tenido que llegar la izquierda al gobierno, para que al menos se empiece a tener en cuenta, y a reconocer, que hay un problemón arraigado y a empezar a buscar una solución, todavía en ciernes. Reconocer las deficiencias es el primer paso para arreglarlas.

El gobierno está dando los primeros pasos. Que ya deben entrar en vigor. Un Real Decreto Ley del 25/02/2020 regula medidas urgentes para grantizar el nivel de vida..., tocando la ley de la cadena alimentaria, las peonadas, el IRPF, protección de el trabajador eventual, inspecciones de trabajo, etc.

Si el aceite de este año, empezamos por cobrarlo a más de 2.5 euros y no a los 1.7 euros, o menos, que se nos viene anunciando; yo empezaría a creerme que estamos en el camino. Y que ya era hora. Un gobierno de Izquierdas, tiene que hacer mucho más, muchísimo más, por justicia social, histórica y económica, porque ya es hora, porque nos lo deben, porque de algo tiene que servir esperar eternamente un "cambio" y que nunca llegue. Es un primer paso, que se puede quedar en un brindis al sol, o no, depende de los que tienen que legislar, y los agricultores deben de seguir recordando la realidad, el cabreo, las necesidades y lo mucho que queda por hacer.

No se trata de "garantizar el nivel de vida", sino de dignificarlo a unos niveles desconocidos hasta el momento. Es hora de hacer políticas transformadoras de Izquierdas. Y hay suerte, estamos a principio de legislatura, hay tiempo de sobra para ver los efectos de estas medidas, de saber si son faroles, o no.

Por otra parte, pisar una mierda siempre ha sido una porquería. No quiero ni pensar que, cuando se obliga a los dueños de mascotas a recoger sus mojones de la calle, nos estén privando de miles de oportunidades de encontrar la suerte que tanto necesitamos.  No sería justo para los vendedores de lotería que nos dieran premios a diario solo por la suerte de haber pisado una caca. No, la suerte es otra, la que vemos es la de los que habiendo hecho una guarrería, lo convierten en una hazaña digna de envidia. Y el trasfondo de todo esto es que mientras haya idiotas a los que vender la burra, todo depende de la cara dura del que vende y de la credula candidez o directa imbecilidad del que compra.

Para ilustrar con un ejemplo estas reflexiones, podemos considerar que los dirigentes políticos del Psoe de Marmolejo, pisan las mierdas de tres en tres, y sin embargo van por la vida como si olieran a rosas, la suerte los persiguiera y como si le estuvieran haciendo un favor a la humanidad a diario, por poder disfrutar los marmolejeños de su intelecto, ingenio, sabiduría, inmaculada gestión, extraordinaria capacidad de trabajo, además del fabuloso compendio de virtudes que les adorna. La mejor de todas, es esa, la de que pisan las mierdas de tres en tres.

Por ejemplo. En el Ayuntamiento deben hasta de cayarse, están ya a tres pueblos pasados de la bancarrota, a un tris de ser embargados, no se hace nada, no se mueve ni el aire, pero en fiestas, tiran de premios en metálico, como si no hubiera un mañana. Un botón de muestra son los carnavales que acabamos de pasar. Bombo y platillo, largas listas de premios por todo, bastantes miles de euros a repartir, la caraba, un despiporre publicitado hasta la saciedad. Alucinante para un pueblo que no tiene ni para barrer las calles, ni para nichos, ni para bolsas de trabajo, jardineros..., para políticos si hay (100 millones largos de pesetas en esta legislatura)

Al mismo tiempo se publicita un plan ingenioso, único, magnifico..., para levantar el comercio local. Otra vez la caraba, no se hace la luz, se inventa la luz, se anuncian treinta mil euros de inyección para sacar de la crisis al comercio, lo nunca visto..., hasta que se suman uno más uno, y salen dos, ruinas. De sumar una falacia, más un engaño, solo puede salir un desastre. Y es que la mierda, cuando se pisa, se mancha el calzado y por donde pasa, huele mal, ensucia y hay que terminar limpiándolo todo, con el consiguiente asco que produce. No solo no ayudan, sino que convierten a los negocios en prestamistas del Ayuntamiento. Si quieren colaborar y levantar los negocios que vayan con los dineros por delante, que no lien, que no inventen para sacar tajada de los que ya tiene bastante problemas como para que el Ayuntamiento les meta más ruina.

Señores, esto es la cuadratura del círculo o, lo que es lo mismo, matar dos pájaros de un tiro: Como dinero no hay, ni se sabe de donde lo van a sacar, hay que buscar quién lo ponga. Hay que buscar un primo que lo preste y haga de banca particular del Ayuntamiento. Pero además tienen que ser alguien manejable, alguien que esté acostumbrado a cierta dejadéz a la hora de cobrar y sobre todo, alguien que no pueda negarse e incluso le convenga colaborar. Vamos, una vuelta en toda regla a lo peor de los viejos tiempos, pero más florido y vendiéndolo como el culmen de la eficiencia política y económica. No tienen, ni han conocido el pudor, ni el respeto, ni la sensibilidad, ni la empatía con los que sufren. Solo entienden de que para comer de la olla gorda, y ser unos privilegiados mantenidos y sin dar golpe, todo vale.

Foto diario Jaén.
Y ale hop!!! Los comerciante, los que piquen el anzuelo, los que acepten trueques, toleren amenazas o se traguen la copla y el camelo, entre todos, sacarán al Psoe de su imagen ruinosa y le darán brillo y esplendor, colaborando en la magnificiencia de las fiestas, asumiendo en sus negocios cangear los premios por servicios y bienes. Luego, el Ayuntamiento, ya pagará, de una forma u otra, antes o después, pero siempre termina pagando. Es cuestión de paciencia y buen entendimiento, para llegar a la simbiosis perfecta, todo el mundo sale ganado..., menos el que su factura termine por discrepancias o incompatibilidad de caracteres en el armario consabido.

Los vecinos, ganan premios que retiran de las tiendas y bares, los baristas y tenderos llegan a acuerdos para no perder en el cambalache y los políticos salvan las fiestas, el culo, y si hay suerte, las elecciones. Bien, Manolo, Bien!!! Qué gente más lista. Por lo menos mueven las fiestas, que es lo único que les interesa, porque es lo único que les queda.

Y como no hay dos sin tres, no quiero dejar de felicitar el éxito del salón del estudiante. Todo un logro. El pabellón cubierto, albergando a mil trescientos alumnos en sus pistas, y todo perfectamente organizado. Las fotos, los artículos en prensa y la satisfacción de los participantes no da lugar a dudas. Enhorabuena, mi más sinceras felicitaciones. Solo un pequeño apóstrofe, una minucia, un pero sin importancia.

foto horajaen.com
Viendo como se ha organizado, con los mismos elementos que lo hiciera ExpoMarmolejo en su día en ese mismo lugar, ¿porqué aquello era una barbardad y esto una virguería? Los mismos tableros, puestos de la misma manera, las mismas personas, la misma organización..., pero curiosamente, cambia el partido en el poder, y unos y otros, incluidos los técnicos, callados o incluso aplaudiendo en plena connivencia política, en eso no es lo mismo. Entiendo que en la Covasa, en aquellas magnificas instalaciones, también se podría haber organizado este evento estudiantil, o no?

Pero claro, si se hace en la Covasa, a lo peor no luce, o no? Por lo que veo lógico que, si en el pabellón cubierto brilla mejor el evento, pues nada, al pabellón de cabeza y no se hable más. Sinceramente, es lo mejor. Pero..., que conste, que si se hubiera hecho en la Covasa, y hubiera salido un mojón, pues que se lo hubieran cargado..., que es lo que se ha hecho con la Expo, reventarla, o no?

Aseguir como vamos señores, que esto no hay quién lo pare. Admitamos ruina como progreso, pulpo como animal de compañía y pisar una mierda detrás de otra como el climax de la buena suerte.





domingo, 23 de febrero de 2020

¿Alguien duda de donde viene esta "nueva" esclavitud?



El 25 en Sevilla..., y luego ya veremos.

Continúan las protestas, los cortes de carreteras y las manifestaciones, a cuenta de la ruina que se ha apoderado del campo. Se está cultivando y cosechando a pérdidas. Pero este no es un problema nuevo, ni casual, ni menor, ni imposible de solucionar, ni mucho, ni poco. Esto que tenemos es una ruina que nos llevan metiendo toda la vida, que conviene a unos cuantos, a los políticos y a los poderosos, que no se quiere ni ver, ni solucionar,  que los gobiernos alimentan y que afrontan echando balones fuera, porque la solución que se requiere no es del gusto de los que se benefician de la ruina de los débiles.

Si hay algún colectivo que esté más cerca que ningún otro de lo que se viene a llamar comúnmente “el milagro de la vida”, ese es el de los agricultores y ganaderos. La tierra empuja y sostiene, mientras que animales y plantas llevan en su esencia la querencia por la vida con todas sus consecuencias; lo que las personas compartimos y tutelamos como efecto de una evolución cultural, para su aprovechamiento en nuestro beneficio y, con mayor o menor suerte, el de las propias especies “domesticadas” y la naturaleza en general.

Así lleva pasando millones de años; el hombre, no sin esfuerzo, somete a animales y plantas para cubrir las necesidades de la especie que lidera la cadena alimenticia. Comida, ropa, combustible, herramientas, muebles, vivienda y un sinfín de usos múltiples dependen de la doblegación y explotación del entorno natural. Lo sabemos todos, en eso se ha basado, impulsado y ha sido piedra angular, la supremacía y hegemonía del ser humano en este planeta. Lo que no sabemos, lo que nos empeñamos en no ver, es que desde hace también mucho tiempo, cientos de años o miles, la suerte de agricultores y ganaderos está ligada a su trabajo e industria en mayor medida de lo imaginamos.

Lo cierto es que el estrato social de los hombres y mujeres del campo, desde que se cubrieron las necesidades básicas de la sociedad, y a través de la historia, de la más remota hasta la actual, está situado en el escalafón más bajo de la pirámide. Hubo un tiempo en que los esclavos realizaban las tareas del campo, y hoy, cuando ya ni da para comer la actividad agrícola y ganadera, no parece que hayamos avanzado mucho. ¿Alguien duda de donde viene esta "nueva" esclavitud?

A donde hemos llegado? Como hemos dado lugar a esto? O es que siempre hemos estado bajo el yugo que ahora nos cuestionamos? La memoria está ahí, generaciones y generaciones de agricultores han vivido bajo la opresión, en el analfabetismo y la imposibilidad de marcar ellos su propio camino. 

Desde siempre la clase obrera campesina, indiferentemente de la estructura política y económica, ha sido explotada, mantenida en la miseria y arrinconada en la última escala del ostracismo social. Esclavitud, feudalismo, industrialización, estados modernos, socialismo y hasta en el neoliberalismo actual, el campesinado ha llevado siempre la de perder; porque se ha mimetizado con su actividad a tal punto que las sociedades lo han considerado una extensión del propio campo, una pieza más del engranaje productivo, una fracción necesaria y marginal que no tiene necesidades, ni aspiraciones especiales, colocándolos al nivel de animales y plantas, que nace, viven, se reproducen y mueren al pie de su trabajo, para servir a los demás y que no deben de dar ruido.

El menosprecio a la agricultura está diametralmente en oposición a su importancia, y sin embargo, durante siglos, a los agricultores y ganaderos, se les ha subestimado y arrastrado con desprecio. Pues, esto ha de acabarse,  ya está bien, sobran los motivos para revelarse y luchar.

Nos han enseñado a estar tranquilos, a ser dóciles y rentables. No es que no haya por qué quejarse, sino todo lo contrario. No se puede caer más bajo, pero seguro que lo conseguimos. Diariamente se alcanzan cotas de miseria de record “sotto l´ombra” del cinismo apabullante de una clase dirigente, chula y castrante. 

No es que no sea cada día más diáfana la brutal culpabilidad, de la élite política y económica, de la insostenible situación por la que atraviesan crónicamente las clases sociales más desfavorecidas que conforman la base de la pirámide y que soportan el peso de la ambición de las clases privilegiadas.
Lo que pasa es que a la masa oprimida, la que configura el actual, viejo y eterno orden esclavista, a pesar de que acusa el sufrimiento y las vejaciones, incompresiblemente  no reacciona, no tiene conciencia real de su verdadera naturaleza, vive engañada, esperanzada y desorientada, en su aturdimiento no tiene ni idea de lo que debe de hacer, ni sabe lo que se le viene encima. Un pueblo manipulado, asustado y en precario, siempre temiendo lo peor, y luchando por la supervivencia, endeudado y acorralado, no piensa en revelarse, solo en sobrevivir y no empeorar. 

Un pueblo, este pueblo, acorralado es una bicoca para la chusma que nos gobierna. Pero ojo, que muerde. O a morder debería aprender, si es que no se le ha olvidado ya lo que es defender la dignidad, el pan y el futuro.

Las casualidades solo existen cuando aparecen aisladas. Cuando un suceso se repite empecinadamente, se convierte en norma, fruto de la previsión, todo lo contrario al azar, y se puede hablar entonces de causalidad.

No es casualidad, tiene marcada causalidad, que lo que se cría en el campo andaluz, y español, no valga casi nunca el céntimo necesario y de justiprecio que hace falta en la casa del campesino. Podría ser un accidente si fuera un suceso aislado en el tiempo o un caso localmente limitado y esporádico. Pero tantos años en franca caída, tantos años de miseria in crescendo, tan extensa ruina continuada, no cuela que sea una fatalidad del destino. Esto solo puede ser otra cosa. 

Cuando no tose Mariquilla. Los que vivimos, sufrimos, queremos  y conocemos el campo sabemos como las gastan el clima, la tierra, las plagas, el agua, la oportunidad, los tiempos y las mil cosas que siempre pueden salir mal para sacar adelante una cosecha…, la que luego hay que ofertar, para vender o medio regalar, si alguien paga por ella, o directamente tirarla.

Lo que no tiene perdón de dios, lo que es impresentable, imperdonable y hasta anacrónico, es que el sistema económico lleve siglos sin cambiar el fondo, solo evolucionan las formas, para mantener unos niveles de pobreza convenientes que sostengan una dinámica de sueldos y empleos en precario, en alas de una nula redistribución de la riqueza. Que nadie se engañe, la clase obrera es, y ha sido durante siglos, solo la mano de obra que sirve a los intereses de las clases dominantes y sus lacayos, los políticos, los curas y los amancebados del poder.

Llevamos demasiado tiempo esperando la tan cacareada reforma agraria que nunca ha llegado para solucionar nada al campesino, sino para aumentar los grandes latifundios y llenar los bolsillos de los poderosos. Pasa lo mismo que con “el cambio” llevamos los últimos cuarenta años esperándolo, y sin embargo, no solo no llega, sino que vamos involucionando, dando pasos para atrás. Nos engañan con el cinismo que da el desprecio que nos tienen. Hoy estamos presenciando una nueva reforma agraria encubierta, vamos, de nuevo, camino del latifundio, de la emigración, de la miseria de los que se queden, del aumento de los grandes capitales.

Nuestros políticos no quieren poner remedio, no quieren garantizar precios mínimos, no quieren dignificar y proteger a los agricultores, por lo que no van a hacer nada, no se van a partir ni una uña por los mogotes de abajo.  Nos van  a dar largas..., pero el 25 en Sevilla..., y luego ya veremos.