¿Ahora qué? ¿Lamentarse? ¿Ajo y agua?
Se le niega el agua y la sal al pueblo. De un plumazo se han cargado la esperanza y el futuro, no se puede caer más bajo. Ruina, ruina y ruina. Con más de veinte millones de deuda, ahora la Justicia recomienda devolver los cinco de la Dehesilla y al mismo tiempo se reclaman tres por prestamos para hacer el polígono, al mismo tiempo que los compradores de suelo de ese mismo polígono, timados y desesperados se empeñan en reclamar cuatro millones y medio de euros más.
A los vecinos de Marmolejo, se nos viene encima un tsunami de deudas que pueden superar los treinta millones de euros, cinco mil millones largos de pesetas. Deuda generada, producida, provocada y creada por los mismos que están gobernando ahora. Ruina, ruina, ruina...
Ruina que se intenta atajar subiendo el sueldo del alcalde y negándole el agua a unos huertos sociales que solo sirven de distracción a algunos de los vecinos más castigados por la falta de oportunidades de trabajo a las que la deuda y los irresponsables que gobiernan los condenan.

Marmolejo está en manos de lo peor de cada casa, por supuesto de lo peor de la casa socialista. Incompetentes demostrados, crápulas profesionales que solo saben vivir a cuerpo de rey a costa de sus vecinos y que no conocen los límites de su ambición.
Marmolejo ya no puede más. No cabe más ruina, no podemos cargar a los vecinos con más deudas, desesperanza y desazón, no es justo. Es una villanía, una tomadura de pelo bestial, una broma macabra que los marmolejeños no están dispuestos a soportar ni un minuto más, pero que los gobermantes, en nombre de un "socialismo" muy sui generis, hacen tragar a los humillados vecinos, día tras día, exhibiendo con impunidad, como si fuera la placa de un policía corrupto, su mayoría absoluta.
Mayoría absoluta, pseudo socialista, que en Marmolejo se manifiesta como la macabra aplicación de la eutanasia económica, social, cultural y asociativa a toda una comunidad, a todo un pueblo para que no levante cabeza. Marmolejo agoniza a manos de la codicia de unas sanguijuelas que lo ven como su particular gallina de los huevos de oro.
Esto no es socialismo, esto es otra cosa. Este reinado absolutista al estilo de tanto monta, monta tanto..., tanto trinca, trinca tanto..., no deja a nadie impasible. Nadie en Marmolejo tiene ninguna duda de que tantísimos millones manejados y una deuda contraida sin control alguno encierran algo más que un desliz administrativo o una gestión descuidada. Nadie duda que se ha manejado muchos millones sin medida alguna de garantía legal o económica, sin ton ni son, sin control ni medida, sin luz ni taquígrafos, por la puerta falsa, sin saber ni querer dar explicaciones al respecto, sin precedentes, sin remordimientos, y dejándonos como única consecuencia, que vuelven a por más.
Quieren dar la impresión de que esto ni los jueces pueden o quieren desliarlo, que apenas se investigan los años oscuros del caciquismo cristobista, no hay nada que hacer, que nunca se llega a ningún sitio, que es territorio escabroso y de dificultad extrema para seguir la pista del dinero, que no hay voluntad de llegar a ningún sitio, que 5.000.000.000 de pesetas bailando sin control son como una tormenta de arena que borra el rastro de todas las huellas. Es la tormenta económica perfecta, quizás el único mérito innegable de la gestión "socialista" marmolejeña.
Hoy, por eso mismo, Marmolejo se ahoga, mientras sus gobernantes navegan de lujo en la abundancia.
Por cierto, arrancar a golpes la placa conmemorativa del arreglo del Ayuntamiento solo por no soportar ver el nombre del anterior alcalde, no es un gesto que honre al actual equipo de gobierno. NI fallarles a los empleados municipales en todas las promesas que se le shizo, no es un gesto que honre a un compañero de partido y de sindicato, verdad Manolo. Ni volver a los tiempos en los que el Alcalde se dedicaba a regalar jamones como si fueran caramelos, a costa del pueblo, no es propio de una persona que tiene mucha ruina que gestionar, sino de un inconsciente o un truan que piensa aquello que "de perdidos al río" y puestos así, lo que hay es que rentabilizar el despilfarro y disimularlo en lo posible, siempre cargando a otros sus facturas, porque se cree que es mejor y superior a sus vecinos, un elegido para ser servido por su pueblo, un iluminado por la gracia del partido, un prenda que ya nos ha arruinado y no se ve harto ni en un verde. Ya solo nos queda intentar evitar que encima se limpie en las cortinas.