lunes, 6 de febrero de 2023

Agravios comparativos, o la terapia de la Libertad.

 Griñán es un anciano enfermo..., como tantos en la cárcel.

(ver teleobjetive.com)

Todos queremos que Griñan se cure. Todos queremos que cualquier enfermo de cáncer se cure. Todos queremos que cualquier enfermo se cure. 

El art. 80.4 del Código Penal abre la puerta, en este caso cerrando la de la trena, para que condenados con patologías graves puedan sortear la cárcel. El Instituto de Medicina Legal de Sevilla y la Fiscalía se alinean con los médicos de Griñán recomendando el no ingreso en prisión ante el alto riesgo del cáncer de próstata que padece el ex presidente de la Junta. 

Hasta aquí, los motivos humanitarios prevalecen y el reo no pisa el penal. La foto de uno de los presidentes del Psoe entrando en la trena, no se va a producir, por el momento. Lo primero es lo primero, la salud. Esta es una frase tan conocida como aceptada, aunque, a veces, no sea cierta o del todo aplicable a la generalidad de los ciudadanos. Y puestos a tirar del acervo popular, podríamos citar aquello de que lo cortés no quita lo valiente, creo que viene mejor a ilustrar este caso particular.

La realidad es que en este mundo en que el cáncer es una plaga maldita, y omnipresente en todas las clases sociales de nuestra piel de toro, también hay cáncer en las cárceles y cientos de enfermos de la población reclusa española están bailando con la más fea desde su celda y recibiendo sus tratamientos puntual, correcta y celosamente. Claro que ninguno de esos pollos ha presidido la Junta de Andalucía, ni el Psoe, y menos las dos cosas a la vez.

La Ley es la Ley, y yo no voy a dar lecciones sobre lo que desconozco. Solo puedo constatar que chirría ver que unos si, y otros no..., que unos somos más iguales ante la Ley que otros, y que hasta lo que debe de ser humanitariamente  indiscutible, se convierte en una ruleta que deja a unos fuera y a otros dentro. 

Seguro que todo esto es más complicado de lo que parece y que el simplismo de la observación directa y los fríos datos estadísticos no hacen "justicia" a las situaciones especiales en la que se puedan encontrar ciertos personajes públicos a la hora de la verdad. Y por supuesto huelga decir que no tengo ningún interés en que nadie se lleve ningún mal rato, ni tampoco Griñán, hoy solo es un anciano enfermo.

Al fin de cuentas dicen que estamos en un país en el que los "robagallinas" llenan nuestras cáceles y los de guante blanco no lo pasan mal del todo, si es que les pillan, en el que hasta para tener cáncer hay que tener suerte. Me gustaría saber qué opinan los que van a la "radio" o la "quimio", acojonados y presos con la perspectiva chunga del todo, si no les gustaría a ellos un trato humanitario y que otro artículo 80.4 del Código Penal les abriera la puerta también a ellos, aunque solo fuera para ver la luz lejos de las rejas y tener ese plus de libertad que tanto le recomiendan en su enfermedad al ex presidente y que tanto bien puede hacerle. 

No estaría mal un poquito de por favor, unos tanto y otros..., tan poco. La Libertad y sus beneficios saludables, si es buena, que sea para todos. Agravios comparativos con la enfermedad y la muerte, no gracias.