En hora buena "Deo", y gracias por ser tú mismo.

Anteayer:

Deogracias Cañaveras Velasco.

Presentó su obra literaria  "REFLEXIONES POÉTICAS"

Ayer me senté, al sol en el Paseo, a leer este libro de poesía. Al poco estaba disfrutándolo, encaramado a una escalera de treinta y siete peldaños, con sus campanadas, ruidos y cambios, mientras contemplaba amaneceres y desafíos, participando en una búsqueda amable, una gymkana de agradables sorpresas, un peregrinar por el trastero del alma cordial de un hombre..., para terminar encontrando siempre puertas francas, entornadas o , al menos, con un resquicio abierto.

Pasé un tiempo sumergido en poesía honesta, posible, positiva y sincera. Disfruté cada página, cada poema, cada palmo de terreno ignoto que el autor me proponía recorrer, celebrándolo como un verdadero descubrimiento y un regalo, al tiempo que aceptaba el reto de tasar en justiprecio palabra, verso, realidad y fantasía, siempre con el cuidado más exquisito, como hay que tratar al papel/alma/vida; la poesía.

He de confesar que fue una experiencia agradable, una mañana bien aprovechada, como pocas. Y la tasación quedó en  un Sobresaliente alto. Como no podía ser de otra manera, porque he visto, sentido y oído, lo que rebosa y se grita entre lineas, el pensamiento, el corazón y el alma del poeta, el hombre, el filosofo, el padre, el marido y el amigo.

Se trata de un viaje a través de fronteras, espacios y tiempos, bordeando el ego y esquivando miedos, en rumbo de entendimiento y descubrimiento, entre lo imposible, lo cotidiano y lo conocido, con una paleta de colores infinita, se mire como se mire, que desemboca en un mensaje de optimismo, al alcance de cualquiera y todos, porque se irradia automático a cada paso, en directo, al leerlo y para luego, en diferido. 

En hora buena "Deo", gracias por este regalo y por ser tú mismo.