En Marmolejo somos así de...

 ..., y no podemos estar orgullosos de ello.

En los últimos meses hemos aparcado la pluma y nos hemos centrado en llevar  en cuenta la evolución de la pandemia del COVID19. Y la verdad es que han pasado muchas cosas, buenas y malas. Por desgracia la memoria, que en condiciones normales suele obviar lo malo para quedarse con lo bueno, en Marmolejo funciona en sentido inverso. Y entiendo que es solo el producto de la saturación de despropósitos con la que el marmolejeño de a pié se ve obligado a convivir. 

Cada día es menos descabellado pensar, a la vista de lo escandaloso del comportamiento de nuestros municipes electos, cuya característica principal es el pecado por omisión, que vivimos en un pueblo muy peculiar. Podríamos inclinarnos apensar que los marmolejeños vivimos en una suerte de "poltergeist" colectivo, donde nada es lo que parece, donde el tiempo y el espacio se relativizan hasta lo absurdo y la memoria se modela, aparece y desaparece a conveniencia de unas fuerzas omnipresentes que intervienen, mas o menos desde las sombras, en todos los aspectos de nuestra convivencia.

La lógica no funciona, la mesura no existe, así como no se pueden aplicar ninguno de los calificativos sinónimos de normalidad democrática, servicio público, honradéz, gestión desinteresada o, simplemente, gestión mínimamente positiva. Y lo peor es que no hay explicación posible, nada avala o justifica el proceder de nuestros ediles y su influencia fantasmagórica, nefasta y empecinadamente controladora en el devenir de nuestro pueblo. No se puede encontrar nada que atenúe, minimice o disculpe la gestión enfermiza, e interesada de manual, que realizan los que debería estar mirando por un pueblo, pero que solo miran por ellos mismos. Solo se me ocurre concluir que "en Marmolejo somos así de..." (cada cual que rellene los puntos como le parezca)

 Podemos poner para muestra algunos ejemplos, pero es perentorio que empecemos por tratar un tema sangrante, literalmente. Hay muchos padres, familias que entienden que tenemos un problemón con el botellón descontrolado en la Fuente de los Socialistas. Es vox populi, lo sabe todo quisqui, y nuestro Alcade el primero. Pero no hace nada..., somos así. 

Los lunes corre a mandar a que se limpien temprano los restos de la fiesta y con eso está todo resuelto. Este iluminado de la política local, entiende que donde no hay huellas, no hay delito, así funciona. El pobre diablo piensa que si no se ven los vidrios rotos, la basura y la sangre, aquí no ha habido descontrol, desamparo, transgresión de las normativas básicas, malos rollos, impunidad y peleas. Y no es que los chavales marmolejeños sean los que están desmadrados, nada de eso, porque son los menos, y Manolo Lozano lo sabe. La Fuente de los Socialistas es un centro de reunión, uno de ellos, viene gente de diferentes pueblos aledaños, viene gente de todos los sitios y se pone que no cabe ni una mosca ante el efecto llamada de la falta de vigilancia y ausencia de autoridad. Desde el Ayuntamiento se considera que el fin de semana no se necesitan practicamente ni municipales y han conseguido que Marmolejo sea famoso por eso. 

La combinación entre buenas comunicaciones, al lado de la autovía, y la ausencia de un dispositivo suficiente de vigilancia, leva haciendo de Marmolejo un punto de reunión masivo para botellones y todo lo que les rodea. Esto no es nuevo, lleva mucho tiempo pasando. Y lo único para lo que ha servido es para agilizar los servicios de limpieza los lunes. Y es que en Marmolejo somos así de...

No es extraño que mientras en la tele no para de salir imagenes de los botellones masivos que se disuelven por no mantener ni distancias, ni medidas de seguridad, aquí estemos poniéndoles la alfombra roja. 

La juventud marmolejeña lleva tiempo sobrellevando esta crisis sanitaria de forma controlada. Menudean las reuniones en las que la mayoría se comporta con responsabilidad, la muestra es que hasta la presente no han dado problemas. Las familias han estado tranquilas, saben que no se le pueden poner puertas al campo, que es importante relacionarse, convivir, compartir, participar..., que siempre hay un riesgo, pero si se hacen las cosas bien, es asumible. Lo que no puede ser es que Marmolejo sea la zona cero del descontrol de la comarca, que aquí se venga a hacer lo que no se consiente en otros pueblos, con alevosía y nocturnidad, que una vez más la incompetencia, la dejadéz, la falta de sensibilidad y empatía de unos gobernantes ineptos, nos estén poniendo en peligro. No es de recibo que las familias tengan el alma en vilo porque Marmolejo no sea lo seguro que debiera.

Esta vergüenza de vividores metidos en política que nos gobierna deberían de dejar de parasitarnos. No hay palo que no toquen, el paro, la desesperación, el abandono de los negocios, los cientos de casas vacías, el abandono de la juventud, la emigración, la falta de oportunidades, la gestión municipal a través de empresas forasteras, la opacidad económica y adminisrativa, la negación de la deuda municipal que no paran de multiplicar, la ruina en las instalaciones..., solo son ejemplos.

Somos así de..., porque pase lo que pase, aquí no pasa nada. Siempre los intereses particulares de nuestros políticos son lo primero. El pueblo está enseñado para ver solo a traves de los ojos de ellos. La realidad es la que desde el partido se inventa.
Si fuimos capaces de dar en olor de multitudes el mitin  de final de campaña interna del Psoe Andalúz, una fiesta del partido por todo lo alto, un evento espectacular de aplausos, vítores, golpes de pecho, parabienes y masiva participación (pasando lista y a punta de amenazas), a solo unas escasas horas de uno de los episodios más tristes, lamentables e indignantes de la historia de Marmolejo, el crimen de Alicia, somos capaces de todo. Si una muerte violenta y absurda no se responde con un minimo de duelo social, malo. No podemos estar orgullosos de nuestra falta de sensibilidad y solidaridad. No sirve de nada que luego, cuando conviene, se hagan unos minutos de silencio. Pero en Marmolejo, somos así de..., nos dejamos llevar por la idiotéz y la ambición de nuestros dirigentes, nos dejamos manosear, dejamos que la falta de empatía nos represente, nos mangonean, nos dejamos intimidar, ninguna iniciativa prospera si no sale del control del partido, dejamos que nos roben el futuro, el presente y hasta el pasado. Todo para mayor gloria de la casta dirigente.

No sé si tenemos un "síndrome de estocolmo" colectivo, pero lo que es evidente es que estamos secuestrados bajo la tiranía de los caprichos de una élite de inútiles camaleónicos.  Somos así, capaces de partirnos el pecho por Susana un día, y rompernos las manos aplaudiéndola..., y al siguiente día somos más partidarios de Espadas que el mismo Espadas..., y a Susana que la zurzan. Nuestro socialismo local es así, una veleta "leal" hasta la muerte. Todo sea por el partido, el sillón y el yerbero lleno.