miércoles, 14 de mayo de 2014

El abanico de la vergüenza. Otra vez, con el Psoe de Marmolejo tenía que ser. No aprenden, no cambian.


Esa costumbre tan marmolejeña de ver juntos y de la mano a empresarios ambiciosos y políticos endiosados.



La cabra tira al monte, es inevitable, y luego pasa lo que pasa; que llegan los malos entendidos, las torpes explicaciones y los dimes y diretes al estilo ya tan gastado de "yo no sabía....", "a mí nadie me dijo....", "lo hice sin pensar que....", "si lo llego a saber...", la verdad es que hay chavales que mienten mejor que algunos políticos, o al menos da gusto tragarse sus bolas y hasta están graciosos cuando se les pilla en un rehuse y se justifican diciendo lo primero que se les pasa por la cabeza. Aún así no seamos mal pensados desde el principio.

La verdad es que, al final nos va a pasar que, las técnicas de marketing modernas, no están bien vistas en los actos políticos en los tiempos que corren. ¿Qué daño le hacía a nadie, el anagrama de una constructora de Marmolejo impreso en los abanicos del mitin de la Rosa II, junto al del Psoe? Pues nada, ¿también le van a sacar punta a esto?.

Y precisamente en Marmolejo, tan dado a la propaganda en lo festivo y cotidiano, en el sombrero de paja de la virgen, en la gorrilla del sulfato, en el mechero de la cerveza, en camisetas del supermercado, y porqué no, hasta en los llaveros y bolis de los mítines tradicionales. Porqué no se puede aprovechar la oportunidad de publicitar en unos abanicos, en un caluroso mitín, una empresa de Marmolejo que no solo trabaja fuera sino  que  aquí ni se la conoce. Y la verdad es que como a la empresa no la conoce ni dios, ni falta que le hace, y no se beneficia nadie del esfuerzo propagandístico, también habría que preguntarse aquello de ¿ pa qué cojones lo ponen entonces en los abanicos?; el mismo efecto hubiera hecho poner, por ejemplo, propaganda de cualquier empresa china de helados que opere solo en Siberia.

A ver si lo de menos ha sido la propaganda y va a ser que la incontinencia de algún empresario ha malinterpretado el sentido de un simple encargo de unos abanicos. No sé si es de recibo que quien lleva toda la vida en el mundillo de la propaganda, de forma inexplicable, voluntaria y unilateralmente haya querido mejorar la imagen del abanico, de un encargo específico, incluyendo la suya propia. No creo que sea esto tampoco.

A lo mejor, y solo a lo mejor, el tema del abanico que encargó el Psoe de Jaén y que nadie vio hasta que ya se blandía vigoroso en las manos ufanas del acalorado público, es solo uno de tantos misterios por resolver, que se puso de manifiesto cuando un honrado empresario de la construcción quiso ver el logotipo de su empresa junto al del Psoe, pero destacando, ganándole en vistosidad y tamaño, aunque solo fuera una vez en la vida. Estoy seguro que muchos empresarios quisieran darse el gusto de ver lo propio con sus logos... aunque no sé si pensar que haya sido esto lo que ha pasado.

Se van agotando las posibilidades, aunque estoy seguro que si insistimos podremos llegar al fondo del Misterio del Abanico, no perdamos la fe. ¿qué puede llevar a una empresa a querer que su nombre figure en cualquier tipo de evento?, a lo mejor ha sido un irrefrenable ejemplo de identificación política; hay personas tan socialistas, tan fanáticas, tan entregadas al partido que darían lo que fuera por salir de teloneros junto a sus siglas en las fiestas, mítines y demás alardes.

Sea lo que sea, es curioso que al pueblo de Marmolejo no le sorprenda y casi ni le dé importancia a esta costumbre tan marmolejeña de ver empresarios y políticos socialistas de la mano, rotando unos, mientras los otros permanecen casi los mismos, desde hace años. Se trata casi de una liturgia asumida, una tradición más, es lo que hay, familias constructoras que se suceden unas a otras por temporadas, arrimándose al poder por turnos, tratados como guacharros hambrientos en el nido municipal en el que solo comen cuando, cuanto, como y donde les dejan, pero siempre a condición de prestar una lealtad incondicional pero nunca reciproca. El pueblo los ha ido viendo llegar, subir y hundirse, florecer y alejarse, medrar y multiplicarse, antes de volver a caer y empezar de nuevo, ninguno con las manos vacías y ninguno llegado para quedarse, pero todos al servicio del régimen, convidándolo, paseándolo, financiándolo y encubriéndolo.

Marmolejo, les pone nombres y cara, sabe lo que compran y venden, lo que fueron y lo que son, pero hasta ahora nunca los había visto airear los mítines desde los vuelos de un abanico, pidiendo paso, aspirando a entrar en el viejo juego de sube y baja para ocupar su sitio en el carrusel en el que nadie cuaja, junto al grifo que controla el político y mana del pueblo.

Pero el pueblo, a veces, se equivoca, da importancia a algunas cosas que no conoce y deja pasar otras que sabe de memoria; lo que tiene a la vista, no siempre se valora y lo que se le esconde, lo que solo adivina, suele serle objeto de fascinación. Por eso no creo que el pueblo condene a nadie por un abanico, un simple trozo de cartón pintado que no puede valer más de unos céntimos, una tontería que sirve un rato y luego se tira. Otra cosa es que la Junta Electoral pudiera ver financiación donde otros solo ven folclore y, luego, la Justicia quiera ver una trama donde otros ven colegas, palmaditas en la espalda y aplausos, o que alguien pudiera caer en la cuenta de que el dinero de la Junta, el de las subvenciones millonarias, termina vagando por esas empresas de dios hasta que cae de forma casual en manos de los políticos que lo repartieron, con el objetivo claro de hacerlos eternos en el cargo por la gracia del voto, el carnet del partido, la complicidad de empresarios guacharros y corruptos, la permisividad del pueblo y la podredumbre de un sistema diseñado para que dé igual un simple abanico que todas las cuentas secretas de Bárcenas o los millones perdidos de los EREs. En el fondo es lo mismo, aquí no se engaña a nadie, es más, cuanto más descarado, mejor. ¿A alguien le extraña que pase esto, precisamente en Marmolejo?


Susana, debiste hacerme caso y pasar corriendo ante la forma de trabajar de los lumbreras y presuntos corruptos del "falso socialismo" de Marmolejo, como quien pasa al lado de un estercolero, con cara de asco y conteniendo el aliento, quizás, y solo quizás, así pudiéramos creer que tú nada tienes que ver con esto, con el abanico de corruptos, el abanico de imputados, el abanico de la vergüenza.

3 comentarios:

  1. Parece ser que Paco Reyes fue el único que se dio cuenta de que no se puede ser tan descarado y les echó la bronca por repartir propaganda socialista con exponsor incluido, entonces se pusieron como locos a recoger la "prueba del delito".
    No hay arreglo, estos a lo de siempre, a que les paguen hasta los mítines y todo descarado, como siempre. Hubo un tiempo en que cuanto más descarado mejor, la respuesta socialista era siempre la misma:"porque nos sale de los cojones...", y las cárceles llenas de padres de familia parados que roban para dar de comer a sus hijos. Angustia me da solo verles pavonearse en público y jactarse que cuando vuelvan todo seguirá igual. No cuentan con mi voto, ni el de los mios, ni el de la gente honrrada, aún así hay mucho iluso que todavía cree en los reyes magos... que no nos pase na.

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    1. Totalmente de acuerdo. Pero no sólo queda mucho iluso, también hay mucho cómplice-beneficiario a pequeña escala de la corrupción y el chanchulleo. Que esa teoría de políticos corruptos y sufrido pueblo honrado, tendría mucho para debatir.

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  2. Abanicos hay por algunas casas del pueblo mi abuela tiene uno jejeje

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