La deuda no es del Pueblo sino del Ayuntamiento,
en realidad el Pueblo no necesita saber esas cosas, antes no se sabían y por eso se vivía mejor
Recuerdo, porque no hace tanto, que en los plenos de la anteriores legislaturas, cuando el Alcalde-Presidente utilizaba la formula de decir repetidamente la palabra "JAMÁS" para negar cualquier acusación, era cuando mayor certeza quedaba de que estaba mintiendo. Por ejemplo: se rasgó las vestiduras diciendo que "JAMÁS, JAMÁS, JAMÁS" el Ayuntamiento de Marmolejo le había pagado a nadie una invitación en un bar, en medio de aspavientos y gravemente ofendido declaró recordar que solamente a un Gobernador Civil se le invitó a un café costando la convidada unas ciento cincuenta pesetas, si no recuerdo mal, y nunca más se había vuelto a repetir el gesto con nadie. Luego el tiempo, que quita y da la razón a las personas, hizo buena otra de las cantinelas con las que el sr, Alcalde de por aquellos años gustaba ilustrar los plenos cuando creía haber pillado en una falsedad a la oposición: "Todos somos esclavos de nuestras palabras y dueños de nuestros silencios", cuando entre el montón de facturas "olvidadas" en un armario del Consistorio, y que luego entraron a formar el grueso del Plan de Proveedores, había decenas de miles de euros, millones de pesetas, en deudas a la hostelería marmolejeña. Se habían tomado y convidado a lo equivalente a cien mil cafés. Cien mil mentiras. Cien mil tomaduras de pelo al pueblo.
Así era y es el cristobismo marmolejeño, más parecido a una secta que a un partido político, la mentira por bandera, la opacidad como lema, embaucar por sistema, ocultar como principal rutina, tomar por tontos a los vecinos como máxima, y siempre, ante cualquier acusación, negarlo todo rotundamente y arremeter contra el acusador.
En Marmolejo, se desayunaba, tapeaba, almorzaba, merendaba, cenaba y copeaba a costa del Ayuntamiento a diario y por sistema. Excepcionalmete, cuando venían "invitados relevantes" se cerraba el restaurante para ellos y alguna de aquellas cenas terminaba costando lo que la paga de más de un mes. Jamones, cajas de gambas, regalos varios y hasta relojes, según la ocasión, se repartían sin rubor a costa del erario público entre los fieles al partido o simplemente como broche final a algún curso de formación de esos de los que nunca se supo si estaban financiados, pero del que se salía con regalo, quizás para tapar bocas. Se destinaban anualmente al rededor de 200.000 euros para las asociaciones locales, a razón de 3.000 euros para cada una, pero se da la circunstancia de que no ha habido nunca registro de asociaciones; el caso era repartir(se) sin control, a río revuelto... Decenas de pagas arbitrarias se abonaban mensualmente desde el Ayuntamiento a particulares para premiar lealtades, a parte del chorreo de cantidades menores que regularmente se repartían como si de un besamanos se tratara, donde el agradecimiento era la moneda de cambio, además del culto a la figura de una persona y un partido "donante" endiosado al que nada ni nadie podía poner coto a su poder. Lo que eleva la imagen de secta a la de mafia que comerciaba con los fondos municipales cambiándolos por adhesiones inquebrantables en la cita electoral, para revalidar sistemáticamente mayorías absolutas, poder absoluto y desmostrado queda, corruptelas absolutas.
Ante este panorama viendo, además del dinero que no se sabe su paradero, el despilfarro, la barra libre, las cuentas opacas, la ausencia de control, (de intervención y secretaría) y el reparto indiscriminado de fondos; a quién le extraña que la deuda sea galopante y que los negocios de Marmolejo fueran, en último término, quienes financiaban la compra de votos. Pero eso no es lo peor.
Lo peor es que nos quieran tomar por gilipollas. El discurso actual, el que el Psoe de Marmolejo perfila para las próximas elecciones, es que todo es mentira. Que la deuda no es del Pueblo sino del Ayuntamiento, que en realidad el Pueblo no necesita saber esas cosas, que lo que hay que hacer es dejar que se vaya pagando sola, que ya mandarán dinero desde la Junta, Jaén o Madrid, que ¿cuando se ha visto a los vecinos pagando de su bolsillo las deudas del Ayuntamiento?, que es innecesario agobiar a los marmolejeños con tantos datos y que antes, en la ignorancia se vivía mejor; que deber dinero es normal, todo el mundo debe y, sobre todo, que los vecinos, con un gobierno socialista, estarán siempre lejos de esa deuda y nunca, "JAMÁS, JAMÁS, JAMÁS" les afectará a ellos directamente y ni mucho menos en forma de impuestos. Dicen que la transparencia, la igualdad y la concienciación ciudadana es cosa utópica, que los marmolejeños somos diferentes y no nos ha importado nunca estas cosas, y que el mejor gobierno es el que aleja a los ciudadanos de los problemas, aunque sea escondiéndolos debajo de la alfombra y a cada cual le da lo suyo, según se porte; lo que hay que hacer es volver a lo de antes, al limbo de la ignorancia y dejarse manipular, es menos doloroso que asumir la deuda y, por ende, pedir cuentas a los corruptos.
Burradas antidemocráticas y fuera del sentido común como estas, predicadas y repetidas sin descanso y sin rubor, hacen pensar y cuestionarse si están bien de la cabeza. Sinceramente creo que no. Querer sacar fuera del contexto de la administración a los ciudadanos y recomendarles que se queden al margen, es simplemente fascismo. La ignorancia del Pueblo solo beneficia a los enemigos del Pueblo, a los corruptos y a los impresentables que quieren vía libre y carta blanca para hacer su santa voluntad... y eso lleva demasiado tiempo pasando en Marmolejo, nunca más. No se puede caer más bajo que pedir a los vecinos que hagan como el avestruz, que escondan la cabeza y callen, que para pensar por ellos ya estará la mayoría absoluta a la que aspiran estos seudodemócratas, seudosocialistas. Señores, ni un paso atrás, porque estos se comen y hunden a Marmolejo y lo poco que estamos levantando, con tantas fatigas, entre todos.
Solo hay que observarlos y escuchar a estos aspirantes a reeditar el cortijo de la vergüenza que fue el cristobismo. Solo hay que prestar atención y aplicar en su discurso un sencillo conversor del lenguaje; de lo que acusan es que ese es su principal defecto (la palabra mentira, no se les cae de la boca), lo que recomiendan, es que esa es la ruina del pueblo y su salvación (olvidarse de las cuentas), de lo que hablan, por sistema, siempre hay gato encerrado... ya aburren, y sin embargo, hay que seguir luchando para que siga entrando la libertad, la transparencia y el aire limpio en este pueblo y no nos sometan unos que en su vida han vivido mejor que cuando mandaban y ahora rabian por volver a disfrutar de la gran vida a costa de los demás.
Lo que me extraña es que Lucho y Mariano que en su momento ayudaron a descubrir el pastel de la trama cristobista, ahora estén como locos porque vuelvan estos impresentables y desarmen todo lo que se ha construido hasta ahora y paralicen todo lo que se está investigando. Eso no puedo entenderlo.