...Y NO PASA NADA, Y TODO ESTÁ BIEN.
Seguro que todo está organizado por nuestro bien. Ya pasaron las fiestas de Navidad con sus múltiples festejos y convocatorias, y ahora solo nos queda esperar a las rebajas. Mientras, la gráfica fastidiosa y los enojosos datos, números, cifras y guarismos, los cálculos y cómputos epidémicos van por libre. Cosas de ese virus que "anda", sin importancia, cuestión de dos días malos en el peor de los casos, como un resfriadillo, nada de lo que preocuparse, no hay motivo de alarma...
Y es que la conjura palaciega de los lumbreras que nos gobiernan va encaminada a que todos y todas pasemos por taquilla farmacéutica, cojamos el microbio y en lo que tarda en pasar un par de meses, entre dimes y diretes, vacunaciones masivas, y otras vicisitudes, nos acostumbremos a la nueva normalidad de que esto está para quedarse y no nos queda otra. Lo importante es que el mundo entero ha aprendido, a base de muertos, a que ha llegado la era de vacunaciones masivas, periódicas y obligatorias. Bastinazo de negociete.
Pronto se pondrá un bando municipal para que todo quisqui le tosa en la cara a su vecino y así nos quitaremos antes el engorro de las cifras, las precauciones, y las mamandurrias de los pesados que, como yo mismo, todavía alucinamos con la nula atención de las autoridades a un fenómeno pandémico que mata. Que no nos pase ná y a ver las "rebajas epidémicas" como vienen.
Mientras en este país sigamos premiando la incompetencia, la estupidez y la flojera, además de la corrupción, así nos seguirá yendo.
Doctor Luís Miguel Benito
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