Más vale tarde que nunca.

Tiempo ha tenido de prevenir el efecto de las riadas, la prueba es que en Andújar sí se han realizado trabajos al respecto, pero en Marmolejo no se ha hecho nada de nada.

Relaño pide incluir Marmolejo en el mapa de riesgo por inundaciones
MARTES, 11 DE ENERO DE 2011 - NOTICIAS PROVINCIALES - Diario Jaén.
Cosechas perdidas, casas anegadas y el alma en vilo cada vez que llueve. El alcalde de Marmolejo, Cristóbal Relaño, solicitó, ayer, a técnicos de la Dirección General del Estado, la inclusión del municipio en los mapas de riesgo de inundaciones. También pidió una revisión del nivel de resguardo del río Jándula y se evaluaron las obras necesarias para evitar futuras riadas.

Un mes después de las últimas lluvias torrenciales y a dos semanas de la reunión con el delegado del Gobierno andaluz, Felipe López, los técnicos de la Administración General del Estado, de la Junta de Andalucía y de la Diputación visitaron, ayer, el municipio de Marmolejo para evaluar, en compañía del alcalde, Cristóbal Relaño, las obras que serían necesarias en el municipio para evitar inundaciones, como las que tuvieron en vilo a la población a principios de diciembre o las febrero del año pasado. Pero no todo quedó en un análisis de infraestructuras. En primer lugar, el alcalde marmolejeño solicitó la inclusión del término municipal en los mapas de riesgo potencial de inundaciones. La cartografía con las zonas inundables de cada cuenca se elaboró en la década de los ochenta, a raíz de las riadas que se registraron en Cataluña y en el Levante, en 1982. Pero Marmolejo no aparece en ella, precisó Relaño. Sin embargo, incluirlo supondría realizar un estudio específico del término y proponer medidas correctoras con el fin de reducir y prevenir los daños que, hasta ahora, se han registrado.

El alcalde marmolejeño también solicitó “que revisen el nivel de resguardo de llenado que debe tener el Jándula”. Porque, aunque repite, una y otra vez, que no es técnico, pone en duda los niveles que tenía el río antes del puente de la Constitución, cuando las últimas lluvias torrenciales obligaron a desalojar el poblado de San Julián por la crecida del Guadalquivir. “Sólo había llovido tres días —alerta el munícipe, con desconfianza— y el agua ya estaba en San Julián”. En el apartado de infraestructuras, Relaño acompañó a los técnicos por los lugares susceptibles de inundación: desde San Julián hasta el balneario y las zonas ribereñas más problemáticas, y sus demandas fueron concretas y numerosas. Pidió un proyecto de encauzamiento del río Salado, en su desembocadura en el Guadalquivir y un estudio del meandro que existe en el Guadalquivir poco antes de llegar al poblado de San Julián y que es entrada “natural” del río hasta la barriada. El objetivo es que el caudal del Guadalquivir “no salte”; contenerlo. Hasta ahora, una de las sugerencias del Gobierno local era intentar elevar el rasante de la carretera que conduce hasta el poblado y que desapareció con las inundaciones de febrero. Pero —como indica el alcalde— esto no es viable, porque las carreteras sirven para crear accesos, no para contener riadas. Asimismo, también se abordó la posibilidad de habilitar una salida del poblado que enlace con la autovía desde arriba, con el fin de que los vecinos tengan una alternativa, si se corta el acceso actual. Por último, Relaño pidió posibles soluciones para la carretera de La Centenera, que quedó intransitable en diciembre, y para la zona de cultivos en la que acaba la mota que se construyó en Andújar. nuria lópez Priego /Jaén