VIERNES, 25 DE NOVIEMBRE DE 2011 11:40 DIARIO JAEN JAÉN - NOTICIAS LOCALES
Elaboración de aceite de oliva virgen extra en una empresa jiennense. Foto: Agustín Muñoz.
Enrique Alonso/Jaén
El sello de calidad 'Aceite de Jaén' aún es poco más que una ilusión y un montón de documentos. La Indicación Geográfica Protegida (IGP) que avalará la excelencia de toneladas y toneladas de zumo de cualquier parte de la provincia sigue 'en el aire' y con desavenencias entre algunos productores.
¿El aceite que se produzca en esta campaña se podrá vender con el sello de calidad “Aceite de Jaén”? Pues, por el momento, ni el delegado de Agricultura, Roque Lara, se atreve a dar una respuesta. “La Junta apuesta por todo lo que sea calidad y argumentos para vender. Cuando esté el reglamento, la Consejería se dará prisa para revisarlo y publicarlo”, señala. Sin embargo, la realidad es que el reglamento ni siquiera está todavía, pese a que se habla de la Indicación Geográfica Protegida “Aceite de Jaén” desde febrero de 2010 —fecha en la que se fue al traste la ilusión por sacar hacia adelante la Denominación de Origen Protegida “Campiñas de Jaén”—.
La idea era imitar a La Toscana y hacer que convivieran las denominaciones de origen protegidas —Sierra de Cazorla, Sierra de Segura y Sierra Mágina— y la IGP. Allí ocurre, pero Jaén tiene la singularidad de que gestó primero las denominaciones y ahora quiere una IGP que agrupe al resto y sume lo que hay —en La Toscana fue al revés, primero la IGP—, lo que ha complicado mucho esta operación y ha embrollado el proceso. Hay quien dice que nadie quiere empezar de cero —las denominaciones tienen ya mucho camino recorrido—, pese a que existen territorios —la Campiña y la Sierra Sur— que ahora no tienen nada.
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Se extiende la recolección de las aceitunas por diversos lugares del término, al comprobar los olivareros que los precios seguirán bajando a menudo que avance diciembre y no digamos nada de enero en que los industriales ya consideran el aceite de lampante.
ResponderEliminarPor eso en su finca de La Gutierra, Don Pedro González y su familia han comenzado la recolección. También la lleva muy avanzada el marmolejeño Don Juan Coba en las Zahurdillas del Charco Novillo; Don Alfonso Perales en el Mosquil y Don José Ortiz en la de los Miñones. Ya rugen igualmente las vareadoras en los pagos de la Cuna y en Herrero donde es un problema que las aceitunas se caigan al suelo.
El dueño de la casilla de Torta pretende terminar su pedazo en breves días para poder incorporarse a su cuadrilla habitual en la campiña, e igualmente iniciarán pronto los olivareros de las Fresnadillas, Casillas del Peligro y pago del Recoche.
Este año es muy probable que las familias al completo se cojan sus aceitunas para ahorrar en lo posible los gastos de jornales dado el panorama de crisis en que se encuentra el sector. Se prevé que el aceite baje hasta l,20 euros para finales de enero. Otros muchos pequeños propietarios de fincas en el olivar de sierra, de escasa rentabilidad, piensan dejarse los olivos sin coger, según los comentarios que se escuchaban el otro día en la Cooperativa. Una triste desgracia en la que ha caido el sector por la masiva plantación de olivos durante los últimnos 20 años en las campiñas de toda Andalucía, el Alentejo portuqués y el norte del Marruecos.
Las previsiones a medio plazo es que el precio del aceite baje por debajo del euro, con lo cual muchos agricultores se estarían planteando cambiar los olivos por árboles frutales de mayor rentabilidad como los granados, higueras, o nogales. Es pues una realidad cercana que el olivo escasamente rentables de la zona de la sierra tiendan a desaparecer.
José Luis dijo...
ResponderEliminarEl precio del aceite va en picado para abajo. Las previsiones de la Comunidad Europea es que a corto plazo empiece a abandonarse una superficie equivalente a 3 millones de hectáteras de olivar en las provincias de Córdoba y Jaén, para poder sujetar el acelerado hundimiento de los precios. Las explotaciones llamadas a desaparecer en primer lugar serían las de sierra Morena y posteriormente las de las Subéticas, pasando estos espacios naturales a plantarse de especies arbóreas autóctonas como la encinas y el alcornoque.
El mercado se hunde; los pequeños olivareros desaparecerán y los olivos pasarán a poder de los grandes grupos alimenticios introducidos ya en Andalucía y Portugal y con enormes plantaciones en régimen intensivo. Esa es la triste realidad que nos espera.
30 de noviembre de 2011 13:18