jueves, 17 de marzo de 2011

El 22 de Mayo puede ser el primer día de la mejor parte de la historia de Marmolejo

Ya está bien de someter al pueblo en nombre del pueblo y en beneficio propio.

A todos nos gustaría revivir, una y otra vez, los momentos mas agradables de nuestra vida, y sobre todo en los tiempos que corren, con la crisis que tenemos encima, a quién no le gustaría dar marcha atrás y volver a la época en la que se ganaba más dinero, se respiraba otra tranquilidad, los problemas eran otros y la vida se veía de otra forma a como la vemos ahora, diferente y menos acuciante, en realidad con menos miedo y desasosiego. En ello estamos y entre todos se puede avanzar mucho en el camino.

Pero aunque a todos nos gustaría que el mundo evolucionara y anduviera a nuestra medida, hay algunos más interesados en que para ellos  nada cambie, porque ya tienen una posición privilegiada, influencias y poder. No debe de ser agradable ver peligrar un puesto en la cima de la pirámide del poder municipal, donde no se dan cuentas a nadie y la prepotencia es la forma de vida.

Los caprichos del destino hacen que cada cuatro años, el Pueblo decida sobre quien ha de recaer la responsabilidad de la administración local y, por lo tanto cada cuatro años, los que ya se ha acomodado en los sillones consistoriales, se ponen nerviosos al ver peligrar, por la vía democrática, el dominio absoluto del Ayuntamiento.

Desde siempre, desde la transición, este trámite no ha supuesto ningún problema para el Partido socialista de Marmolejo; la ilusión por el cambio a la salida de la dictadura, las esperanzas en una Democracia plena que nunca llegó a cuajar debido al control férreo del pueblo, los votantes y el partido, han hecho que, al pasar de los años, quien se erigiera en joven promesa, hoy esté agotado su discurso, los vecinos hartos, forme parte de  un pasado carente de brillo y un presente oscuro del que los marmolejeños quieren desprenderse cuanto antes.

El problema viene cuando se ha perdido el contacto con la realidad, cuando se sigue creyendo que lo que era válido hace veinte años, ha de valer hoy, que la sociedad ha de amoldarse al administrador, que las elecciones solo son un trámite y que una vez superado este, todo vale, se aparca al pueblo y se gobierna con plenos poderes sobre los vecinos y si hace falta sobre la ley misma.

La transición ha sido papel mojado en Marmolejo, desde el primer momento, y hoy se están viviendo las consecuencias, hubo un plan perfectamente elaborado para que, primero el partido y luego el pueblo, fueran purgados, controlados y sometidos a conveniencia de un reducido grupo o quizás solo una persona, a la que todos conocemos. Hoy puede verse la efectividad de aquellas purgas intersticias en el Psoe, enfrentando a unos contra otros hasta llegar al momento actual en el que no es ni la sombra de lo que fue, en el que el descontento interno está a la orden del día, siendo un secreto a voces la necesidad de democracia interna y la persecución de los elementos díscolos.

De la misma manera, en el pueblo, en el día a día, las cosas no van mucho mejor, la máxima de divide y vencerás nunca ha dado mejor resultado que en Marmolejo, cuando lo habitual es que la crispación y el enfrentamiento entre vecinos  se aliente desde el Ayuntamiento, llegándose a límites deleznables pero muy efectivos a la hora mantener al Alcalde en su sitio.

La bochornosa maledicencia que soportamos desde hace años, la calumnia perpetua, el bulo constante y el odio administrado a manos llenas, no hay pueblo que lo resista y no termine cayendo en una espiral absurda de enfrentamientos que retroalimentan  más aún las diferencias entre vecinos, llegando a situaciones dantescas donde hay personas vetadas, a las que la consigna es que los que quieran estar a bien con el alcalde no pueden hablarles, hay pánico a dialogar de política en ciertos ambientes expuestos a oídos indiscretos, una red de chivatos, un odio visceral contra todo lo que huela a asociacionismo vecinal, y un sin fin de anacronismos propios de regímenes autoritarios que muchos vecinos tomaron como un mal menor en su momento y que hoy, la mayoría ve intolerable (enchufes de familiares, aires de superioridad, falta de democracia participativa,  adopción de roles autoritarios, persecución del que se señala...)

Afortunadamente algo está cambiando y a día de hoy el clamor popular es que Marmolejo quiere una oportunidad en verdadera Democracia y olvidarse de esta farsa donde los valores democráticos brillan por su ausencia y el objetivo es solo encumbrar a un déspota de por vida (¿habrá algo más antidemocrático en sí mismo?).
La gente ya no se traga que el mejor alcalde será el que más amiguetes tenga en Jaén y en Sevilla y ni mucho menos está dispuesta a seguir con este impuesto culto al líder, ni a participar en hacerle la vida imposible a los "enemigos del dómine". La gente de Marmolejo, las marmolejeñas y marmolejeños quieren vivir en paz , sin estos rollos fratricidas y están llegando a la conclusión que es un buen momento para empezar una nueva etapa.

El 22 de Mayo puede ser el primer día de la mejor parte de la historia de Marmolejo. Ese día, si todas y todos queremos, empezaremos a escribir nuevas páginas de la crónicas de nuestro pueblo, con nuestro propio puño y letra y no al dictado de los intereses de unos cuantos, esto está en nuestras manos y sobre todo no podemos perder la oportunidad de ganar la Libertad y perder el miedo. Porque otro Marmolejo es posible y necesario.

3 comentarios:

  1. no hombre no es hora del cambio que sigan metiendo a dedo los que ellos quieran

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  2. No se puede tener secuestrado a un pueblo de por vida, por mucho Síndrome de Estocolmo que tengan una parte de los vecinos.Lo que está mal , está mal y ya es hora de cambiarlo.

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