Se inicia la evacuación del poblado de San Julián

Protección Civil ha tenido que multiplicarse en actuaciones y salidas.

Por fin al filo de las seis de la tarde y cuando la entrada a San Julián era impracticable,  a requerimiento de protección Civil, el Alcalde y dos concejales, Manolo y Pilar, han hecho acto de presencia a la entrada a la vaquería. Cuando el aislamiento del poblado era ya una realidad para los turismos, y solo los vehículos especiales de la Policía Municipal y de Protección Civil pueden pasar la enorme balsa de agua de la entrada de la carretera, sin saber por cuanto tiempo, aún así y con grave riesgo de estropearse los zapatos y el traje, los ediles han optado por pasar, junto con el alcalde pedáneo, a avisar a los vecinos, tarde y mal, de la situación de aislamiento inminente, al menos por la parte de Marmolejo.

Algunos han ido abandonando la pedanía cuando ya era muy complicado.

En ese momento el caudal del Guadalquivir superaba los 1150 m3/segundo y la improvisación de las autoridades era lo único que podían ofrecer. Otra vez tarde y mal, y con el delito añadido de que hace unos meses el alcalde alardeaba de su nivel continuo de información sobre la evolución del río y hoy se ha demostrado que era un farol, uno de tantos.
Mañana informaremos de como han pasado la noche los vecinos de la pedanía y de hasta donde ha llegado la evacuación, si se produce. Por lo pronto, esta tarde hemos colaborado con algún vecino a poner en alto algún electrodoméstico y enseres, constatando que para colmo, no había energía eléctrica y las labores de los vecinos se han hecho mucho más penosas por estar a oscuras.
Lo que más ha indignado a los habitantes de la pedanía y parcelistas ha sido que hasta última hora de la tarde, lo que ha inundado sus casas ha sido el agua de lluvia, por la incapacidad manifiesta para limpiar las tragonas y prever simplemente que cuando llega el invierno llueve. No existe mayor dejadez e inutilidad de un Equipo de Gobierno, bueno para nada en el poblado de San Julián. Además de que una vez más, nadie les ha avisado de nada, y aperos, riegos y enseres, se están viendo, por segunda vez este año, en peligro de perderse.
Al alcalde pedáneo si que le ha dado tiempo a recoger sus gomas de riego, mientras los vecinos se afanaban en poner en alto sus pertenencias o trataban de que el agua no les llegara a sus casas.  Luego solo queda salir en la tele o la foto de turno, sacando pecho y vacilando de ser el único que ha ayudado a sus vecinos, ¡que lástima!!!

Las autoridades intentan llegar al poblado.