Acampar en la Dehesilla, qué peligro.

Hace algunos años había una tradición muy celebrada entre los vecinos de Marmolejo, tomar las uvas en la plaza del ayuntamiento al calor de las campanadas de fin de año. Eran centenares las personas que estrenaban de esta forma el año en compañía de paisanos y amigos en el mejor de los ambientes posibles. Hoy ya no queda nada de aquello. Y la culpa de que nadie quiera salir a la plaza en Nochevieja la tuvieron unos cuantos desorientados que confundían gamberrismo con diversión y que nadie con autoridad pusiera freno a estos cuando les daba por tirar botellas vacías al cielo sin preocuparse de donde cayeran.

Ahora está pasando tres cuartos de lo mismo pero con la fiesta de los Santos en el entorno de Dehesilla y Valdío. Es ya una tradición consolidada disfrutar de la naturaleza en estas fincas municipales, en el puente de Todos los Santos, acampando durante dos o más días con los amigos o la familia. El paraje incomparable, si el tiempo acompaña, invita a disfrutar de esos días en la tranquilidad de la sierra, en armonía con la naturaleza y lejos de los bullicios del pueblo. O al menos así era hasta que han hecho su aparición motos y quads descontrolados y provocando situaciones de verdadero peligro. La Dehesilla y Valdío han dejado de ser lugares amables donde dejar ir tranquilamente a nuestros hijos de acampada.

Ya solo queda esperar un accidente, para decir luego aquello de que "se veía venir", además este año se ha rizado el rizo y la violencia de una pelea ha tenido a más de uno asustado cuando lo que tenía que estar haciendo es divertirse. En resumen, que como no se vigile a ciertos elementos díscolos perderemos lo que tanto nos ha costado conseguir. Entre holandeses y gamberros tendremos que despedirnos de la Dehesilla.

Hay mucho interes en tirar de autoridad en los plenos, callando o expulsando a los representantes del pueblo, pero ahí se queda todo. A la hora de la verdad, cuando hay peligro para las personas, hay menos diligencia.