Balneario, sueño o pesadilla.

En el Balneario se están retirando los escombros de la antigua envasadora y nada más. No se aprecian otros trabajos y cada vez es más evidente que vuelve a quedar aparcado lo que una vez fue un sueño y hoy es una pesadilla.

Darse un paseo a pie por lo que otras veces fueron concurridas veredas y caminos de tierra, sumerge al caminante en la añoranza de un tiempo pasado y no tan lejano, en el que se disfrutaba de esta reserva de paz en contacto intimo con la naturaleza. Juegos infantiles, paseos de juventud y ocasionales comidas campestres, hacían coincidir a familias y agüistas foráneos y locales en un espacio lúdico al que se le sacaba todo el rendimiento posible.

Hoy está a medio camino de ser un estercolero comido de malezas por el que andar es hasta peligroso. Lástima de Balneario que se ha visto reducido a su mínima expresión con un lavado de cara y muchísimos fallos de planteamiento, empezando por la cúpula más fea del mundo y su base de hormigón armado y la paralización eterna de sus obras.

Ni siquiera voy a entrar en valorar el macro proyecto del complejo termal que no existe nada más que en el delirio imaginativo de algún político local y que se lanza al electorado a ver si cuela.

Hoy desgraciadamente la noticia es otra y es el rumor cada vez más fuerte de que en el Hotel Balneario se están planteando su cierre.

Ayer cerró sus puertas el pub Califa, un local que llevaba 25 años atendiendo a su clientela, no ha sido viable su continuidad, de igual manera que los salones Los Gabrieles dieron su última boda, hace unas semanas. Y es que la hostelería está pasando una crisis sin precedentes.

Lo mismo está ocurriendo en otros sectores como el de la madera y si nos damos una vuelta por el polígono perderemos la cuenta de las naves vacías y de los carteles de se vende o se alquila.

Luego, en el último Pleno, hubo quien hizo una defensa enfervorecida de Zapatero y su política. Vivir para ver. Cinismo a su máxima potencia. Aunque pensándolo bien, no a todo el mundo le está yendo igual de mal, lo que no sé es lo que hay que hacer para ser un VIP de la listas de trabajo. Si lo sé, pero me niego a creerlo.