Los derechos del niño, meta y necesidad social.

Ayer, en realidad, hace un rato terminamos el día con la noticia de una escuela de fútbol en la "tacita de plata" en la que reivindicaban el derecho a la educación, ayer fue un día para no olvidar que hay que hacer votos para preservar y potenciar los derechos del niño.

Los Derechos del Niño (o Derechos de la Infancia) son derechos que poseen los niños, niñas y adolescentes, incluso antes de nacer. Son inalienables, irrenunciables, innatos e imprescindibles para una buena infancia.

Estos derechos son:

* Derecho a la educación
* Derecho a una familia
* Derecho a la atención de salud preferente
* Derecho a no ser obligados a trabajar
* Derecho a ser escuchado
* Derecho a tener un nombre
* Derecho a una alimentación cada día
* Derecho de asociación y derecho a integrarse, a formar parte activa de la sociedad en la que viven
* Derecho a no ser discriminado
* Derecho a no ser maltratado

* Derecho a la imagen y a no ser explotados

Hoy cuando cualquiera de nosotros tiene asegurados muchos de estos derechos, millones de niños no tienen ninguno. Como son los llamados niños de la calle.

Esta declaración, si no se quiere aplicar, no tiene ni el valor del papel en donde está escrita. Lo que la hace valiosa e incluso imprescindible es nuestra fe en ella y nuestro esfuerzo por intentar aplicarla. Y eso hay que hacerlo en cualquier lugar que nos encontremos y cualquiera que sea nuestra relación con ellos, familiar o profesional. La protección de los derechos del niño es un tema de los de tolerancia cero con la negligencia, la transgresión o la simple tibieza.

Hoy en día hay, por ejemplo, como pasó en Marmolejo, políticos dispuestos a pisotear los derechos de los niños, aunque solo sea para aprovecharse de su imagen, sin importarles su derecho a la intimidad y a no ser exhibidos con fines propagandísticos en los medios de comunicación y más aún traicionando la confianza de los padres que los dejan, confiados, en escuelas municipales donde supuestamente deben de estar a salvo de estos peligros y amparados.

Esperemos que no se repitan estos vergonzosos episodios y que los derechos de los niños sean las más importantes e inmediatas cotas a conquistar, faro y guía en nuestro horizonte y orgullo de las sociedades.