jueves, 19 de abril de 2012

De un plumazo son barridos la Declaración de DDHH y textos vinculantes derivados de ella, los derechos sociales y el propio Estado de Derecho.

¿Dónde estamos? (III)

Julio Anguita, excoordinador general de Izquierda Unida
Tercera entrega de una serie de ocho artículos en los que se sintetiza la intervención de Julio Anguita en el Ateneo de Madrid el pasado día 9 de Marzo.

Quienes hayan leído mis dos artículos anteriores podrían ser inducidos a que, tras la derrota del pensamiento liberador clásico y conjuntamente con él la de las organizaciones que lo han sustentado y vertebrado, sería el neoliberalismo la única opción viable como propuesta de modelo de sociedad, habida cuenta de la hegemonía que sus valores y conceptos de política económica han alcanzado en el planeta. Muy al contrario, esa situación, lejos de constituir un opción medianamente válida no es otra cosa que la barbarie disfrazada de rigor económico. Dos ejemplos, uno basado en una experiencia personal y otro sacado de un texto ilustran el nivel de deformación de los grandes principios y las conquistas sociales conseguidas tras varios siglos de lucha.

En un debate habido en la Fundación Canal tuve como contradictor a Percival Manglano, Consejero de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid. En un momento dado el señor Manglano mantuvo que la Democracia llevada hasta sus últimas consecuencias degenera en demagogia y populismo; en consecuencia el sistema democrático debiera tener unos elementos correctores que impidieran tal riesgo. Al preguntarle yo si se refería a las constituciones o al demos, me contestó que el elemento corrector por antonomasia era el mercado. Leer entero.

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