Ojalá que no llegue el río al poblado de San Julián.

Puede que esta noche llegue el agua al poblado, o puede que no. Mejor que no suceda esto, porque haría mucho daño.
Haría daño a las casas y pertenencias de los vecinos y por supuesto a las tierras de los colonos, caminos, riegos, canales y cultivos.

Los de las casas, que muchos no han pillado nada más que una mano de cal, están hartos y los de las tierras, en muchos casos son los mismos, también porque tampoco nadie les ha prestado ayuda y ni siquiera les han preguntado por la salud.

Un vecino intenta romper un bordillo para que no se le inunde su casa.

Todo el mundo se ha sentido abandonado, por eso se les hace cuesta arriba ver caer el agua y subir el río, "otro año a perder todo lo que tengo", se quejaba amargamente un agricultor, quejandose de la falta de previsión y aviso de las autoridades, que le respondían un lacónico, "yo no tengo la culpa de lo que sueltan los pantanos". Con un par, un lavado de manos espectacular y un pase de pecho de los que hacen historia, aquí Paz y después Gloria.

Efecto de las lluvias y las tragonas sucias.

Si no llega el río al poblado se podrán ver más claras las cosas. Si la noche no trae la inundación por riada, los vecinos igualmente no podrán dormir tranquilos, ya que es el agua de lluvia la que meterá en sus casas por no tener en condiciones el alcantarillado, vamos que no ha habido tiempo de limpiar tragonas y hacer los deberes.

Si el río llega y entra en la pedanía, se borrarán las huellas de la dejadez y desfachatez, la culpa será de la riada y una vez más, el responsable no podrá ser imputado de nada y se salvará por los pelos pero desollando vivo a todo el que ha dudado de él, ya que sin pruebas no hay crimen y las cámaras
son muy sufridas.