Ojalá que nunca lo veamos de cerca.

La pobreza es real y no hay que mirar para otro lado

Necesariamente y siendo el artículo más difícil de desarrollar, ya que hacerlo se que me llenará de tristeza, rabia e impotencia, hoy hay que hablar de la Pobreza. Sí, Pobreza, palabra que hace apenas 4 o 5 años, solo la relacionábamos con el Tercer Mundo, con países subdesarrollados y la que había en el mundo desarrollado, que no era poca, la achacábamos a gente que no se adaptaba o que el capitalismo crecía a pasos agigantados y aquellos que la padecían, no eran capaces de coger el tren de las oportunidades y del camino hacia un mundo donde lo que imperaba era el ser mejor que el que teníamos al lado, bajo recompensa de reconocimiento, tanto socialmente como economicamente.

Pero, el tren descarriló, sin que este Sistema Capitalista activara los frenos. Y es entonces, cuando aparte de toda esta gente que se había quedado en el camino, muchos de aquellos que se engancharon a este mundo de oportunidad e ilusión, se encontraban sin apoyo, sin reconocimientos, sin recompensa. Empezaba la sangría, el abandono y el embargo de sus vidas.

Hoy en Europa, bajo el motor capitalista, existen más de 80 millones de pobres. Una cantidad que refleja la gravedad de la situación. El problema es no querer reconocer y suponemos que debe ser porque están ciegos y no queremos pensar que fuera por avaricia. El sistema ha fracasado y no podemos repetir ni intentar hacer de lo negro un blanco inmaculado. No debemos permitir que gobernantes y los "amigos de estos" sigan queriendo hacer que las diferencias crezcan y que el rico (ellos) sea más rico y el pobre sea más pobre.

En España la situación es alarmante, ya que según datos de Caritas, nuestro país sostiene más del 10% de pobres de Europa, es decir más de 8 millones, de los cuales casi 2 millones padecen Pobreza Severa, y donde más de 600.000 familias no tiene ingresos mínimos...¡¡¡ Es verdad !!!, asusta, entristece, te llena de impotencia y de rabia. Pero es la pura realidad, por desgracia.

Cuando escuchamos por los medios de comunicación, hablar de la economía, de inversiones, de ayudas, de subvenciones, etc... y se les llenan la boca de millones de euros, como si fueran pipas o cacahuetes, que se reparten entre unos y otros, nos da la sensación de que para ellos el sistema les vale, que no les importa mucho el que se quede fuera del tren o el que se quede en la cuneta, ya que ellos cogieron el que sabían que no descarrilaba y el que llevaba consigo el "botín" del pueblo.

Lo que aun no sabemos, es si de cerca, es decir, si en nuestro pueblo, padecemos esta enfermedad, tan contagiosa de este sistema, que es la Pobreza. Si habrá gente que de verdad lo esté pasando mal entre esos 8 millones o quizás entre esos casi 2 millones de pobres severos. De si habrá gente comiendo gracias a Caritas o incluso se de la imagen, que vemos por desgracia por televisión, de la "peregrinación" diaria hacia los contenedores de supermercados, tiendas, ect...Porque no nos gustaría vivirlo ni de cerca, ya que sería terrible ver como unos vecinos nuestros tienen que "mendigar" para comer, con la única culpa de no estar en el lugar, ni la hora de coger el tren impuesto por aquellos que defienden que lo suyo es lo que vale y el que no quiera al "andén".

Solo pedimos reflexión y autocrítica. Quizás cuando seamos capaces de reconocer lo real, seremos capaces de construir un mundo más solidario, humano y donde la desigualdad llegue a su erradicación. En un mundo en el que uno solamente lo que pide es vivir dignamente.