Esta ratonera de democracia.

  Marmolejo, caminos entre socavones.

Dicen que todos los caminos llevan a Roma, nada más cierto ni mas interesadamente  erróneo. En España, esta nuestra manida, sobada y quimericamente maltrecha España de tópicos ciertos, de casposa política, charanga y pandereta, y típicos clichés repetidos hasta la saciedad, se está demostrando que todos los caminos llevan a que deberíamos despertar del sueño de la falsa democracia. La pesadilla de la  quimérica libertad, los prostituidos derechos de los ciudadanos..,  y las pamplinas con las que desayunamos, almorzamos y cenamos a diario; las que nos pintan como único horizonte real ante nuestras narices, y que solo es pintura y atrezo, para que no veamos, de una vez por todas, el muro duro y pelado que realmente tenemos delante de nuestras narices, la realidad, la manipulación, las mentiras, la esclavitud de facto, la pobreza inducida y la indecencia de nuestros dirigentes.

Lo que se está viendo estos días da miedo. El espectáculo ya se ha visto antes, no es nuevo, y da miedo. Las derechas vuelven a llamar a la gente al grito de Una, Grande, y Libre, y la Plaza de Oriente sale de la oscuridad de las pesadillas del pasado para postularse como una opción dolorosamente real de presente y futuro.

Los dirigentes del PP, Cs y Vox, cada vez más agresivos, Casado, Rivera y el otro, los que debieran tener visión de estado, tienen tan pobre calidad argumental y han rebajado tanto el nivel de la política nacional que se asemejan a concejales de tercera, bien podrían ser dignos ediles del Psoe de Marmolejo, ya que el discurso que repiten hasta la saciedad es el mismo: sin ellos dirigiéndolo, el mundo es impensable, imposible y catastrófico; son imprescindibles para estar de por vida en la cumbre del sistema, y el que no estienda esto es que es una muy mala persona, tanto que ese si que es prescindible. Son todos iguales, parásitos argumentando las bondades y beneficios que no tienen.

A Pedro Sanchez no lo pueden tachar de rojo, porque no se junta ni quiere a las izquierdas, así que le llaman amigo de los separatistas, por buscar sus apoyos donde los buscaba Aznar y Gonzalez, en Cataluña y el País Vasco. No hay nada nuevo bajo el sol. Solo se radicalizan los mediocres creyendo que así se disimula su mediocridad, pero no funciona.

La verdadera radicalidad es la propia del sistema. Este sistema esclavista en el que vivimos. Diariamente nos restriegan pornográficamente las listas del paro, pero sin dar soluciones, nos exhiben en los medios de comunicación la miseria que nos rodea a la clase trabajadora, pero no para buscar salidas, sino para asustar y apesadumbrar a los obreros, y funciona mejor que sacar el látigo, ya que viendo como está el patio  no se nos ocurriría ponernos rebeldes.  En la tarea participan todos: los manijeros, los corruptos, los nostálgicos del régimen, los comprados, los mercenarios..., y en general todo tipo de alimañas y ratas que colaboran para que todo siga atado y bien atado. No nos quepa duda de que mientras les sigamos el juego, a los que nos gobiernan en contra de nuestros intreses y a favor de los de los que nos oprimen, no vamos a levantar cabeza.

Es su juego, es lo que hemos heredado y que tan gustosamente nos venden los bocaabajo que nos representan en esta macabra versión de democracia que nos han vendido. Y hablando de bocaabajo, hay que ser muy cínico para esperar cuatro años con la luz verde dada para el arreglo de una calle, la Pérgolas de Marmolejo, y cuando se acomete la obra se junta a los vecinos y se le dá como única explicación " que ya están cerca las elecciones..., y que hacía falta el arreglo".

 Si se arregla una calle cada cuatro años, en Marmolejo necesitaríamos más de quinientos años de Psoe para dar una vuelta al pueblo, pero si hablamos de caminos rurales, de socavones entre caminos o caminos entre socavones, entonces nos tendremos que fijar la meta del infinito y más allá. Cuatro años para desmantelar la legislatura anterior y pintar la plaza de abastos, encementar parte del paseo y lavar la cara al Balneario, abandonándolo seguidamente,  Alcalduchos como el de Marmolejo, y "pegadizos" como los que le rodean, son el ejemplo más flagrante de que estamos siendo gobernados por tuertos, en el país de los ciegos. Abramos los ojos, no juguemos más a su juego, llamemos las cosas por su nombre y no nos de miedo empezar a cuestionarnos lo que hasta ahora nos han vendido como la quintaesencia de nuestra democracia y libertades, porque todo es mentira. Si entramos en su juego seremos como ellos. Lo que cada día está más claro es que, por la misma razón que las ratoneras están diseñadas para que el que entra no salga, esta forma de política y este callejón sin salida es una verdadera ratonera.
Esto está montado para que estemos como estamos, jodidos, apaleados, engañados, asustados, esclavizados, sin ver salida..., pero distraidos y agradecidos de que no sea peor.