miércoles, 25 de septiembre de 2019

Marmolejo, ¿Paraiso Indoor?

 ¿A falta de pan, buenas son tortas "de cannabis"?

La prensa difunde que en Marmolejo se han encontrado tres plantaciones de cannabis sátiva de la modalidad indoor. Dicen que son ocho los detenidos a los que se les imputa sendos delitos contra la salud pública y de defraudación de fluido eléctrico. Se dan datos sobre las edades de los implicados, entre los 19 y los 55 años, sobre el número de plantas (818), sobre lo sofisticado del sistema de irrigación, climatización y fertilización de los cultivos..., y poco más. Yo no digo nada.

Para empezar, ni sé, ni conozco, ni me importa quienes sean estos torpemente avezados jardineros del cultivo de lo prohibido, que por mor de su ilicita industria, han pasado a ser considerdos delincuentes y tratados como tales, con todo el peso y protocolo que la ley contempla para este supuesto. Pero entiendo que a estas edades lo que pega y conviene, lo que la sociedad espera de todos nosotros, es tener un trabajo lícito, dentro de la más estricta legalidad, y dedicarse a vivir honradamente del mismo, siempre dentro de la observancia escrupulosa de los márgenes que las leyes, la costumbre y el derecho consuetudinario permiten. Yo, sigo sin decir nada. Pero parece que a falta de pan, buenas son tortas "de cannabis".

Esto que ha pasado en Marmolejo, no es para estar orgulloso, ni desde lejos, más bien entra dentro de lo lamentable y vergonzoso, un suceso por el que ningún pueblo quiere ser recordado. Ni es lo normal, ni es lo frecuente, ni es lo deseable. Pero lo jodido y curioso es que si se buscan noticias similares en la prensa, sale que pasa tres cuartos de lo mismo o parecido en otros pueblos y ciudades de la provincia, Jaén, Bailén, Úbeda, Sabiote, Arjonilla... Es inevitable preguntarse ¿Qué narices está pasando, es Jaén de facto un floreciente "Paraiso Indoor"? Paraiso del paro, record de emigración, supremacía del partido único, corruptelas evidentes e "invisibles", paraiso de políticos ciegos de egoismo e infierno para la clase obrera.

Los helicópteros sobrevuelan los pueblos, las compañías de la luz revisan y denuncian altos consumos. Hay todo un despliegue policial, que persigue esta jardinería de interiores incipiente y delictiva, que recuerda la lucha que vemos en la tele contra las plantaciones de coca del altiplano y la selva del continente sudamenricano. Atrás quedó  aquello de algunos "porretas" que se conformaban con tener en el campo unas matas camufladas entre los olivos, cosas de otros tiempos, cuando en el mismo paseo se decía que, en ocasiones, había entre los jardines alguna planta despistada que pasaba desapercivida y casi nadie acertaba a definir. Yo solo hablo de oidas, quizás solo sean leyendas urbanas.

Será cosa de que ya no llueve como antes, que los arroyos ya no corren, por  lo que se comenta que esta floricultura otrora campestre y furtiva, ahora, si acaso,  pudiera quedar reducida a alguna anecdótica maceta "decorativa" que, en sepa dios qué patio, corral o terraza, se entrevera ocasional y despreocupadamente junto a ficus, jazmines, rosales o damas de noche. O no, quién sabe.

Lo que no cuadra es que después de tantos años de "Paraiso Interior", tengamos que caer en la cuenta de que los únicos paraisos que proliferan son los artificiales y que las paradojas, contradicciones y sin sentidos presiden una convivencia cada día más deteriorada. No cuadra que mientras unos señores atentan contra la salud pública por sembrar y/o comercializar marihuana, otros puedan vender cajetillas de tabaco con la etiqueta pegada de que ese producto, literalmente "mata". ¿No es un atentado contra la salud pública igualmente?, y qué me dicen de la venta de alcohol o el abuso de ansiolíticos y drogas legales que mantienen a la población dopada, controlada y tranquila con dolencias que se eternizan ante listas de espera inefables. Los productos quimicos que se aplican a hortalizas y frutales que se cosechan y comercializan sin guardar los plazos de seguridad y las mil formas de contaminación que envenenan nuestros acuiferos y que se "solucionan" con un poco de cloro. Hay mucho que hablar de atentados contra la salud, de petroquímicas, laboratorios multinacionales y farmaceuticas sin escrúpulos, de prácticas peligrosas  a base de las toneladas de pruductos químicos que continuamente se lanzan, sin apenas control, a los campos y que termina en nuestro vaso o plato, en la mesa de nuestras familias...,

Y afinar la puntería porque enfermedades consideradas de origen ambiental como cánceres, adicciones y reacciones alergicas de toda índole proliferan al amparo de unas legislaciones tan obsoletas como permisivas e ineficaces, sin contar toda la industria de los transgénicos, de la que permanecemos ignorantes y consumidores a ciegas. El abuso laboral, la escasa prevención de los riesgos, el exceso de horas trabajadas, la dureza de las tareas, el desastre del estado de muchas careteras, LA POBREZA.., también atentan contra la salud. La lista es interminable de enfemedades que aparecen o vuelven, después de creer que estaban erradicadas, el precio de los medicamento es ya prohibitivo para muchas familias, y la desinformación es escandalosamente sospechosa.

Pero una cosa si que sabemos: en Marmolejo, con 8 personas detenidas, 3 plantaciones, 818 plantas incautadas, hoy ya hay menos riesgo para la salud pública. Y yo no digo nada.

El caso es que nadie dice nada. A tal punto que esta reflexión que publico me parece un tanto incómoda. Es como clamar en el desierto algo que no interesa a nadie. Es posible que sea eso. Pero como todavía hay memoria, algo queda, se me viene el recuerdo de cuando en San Julián ocurrió un episodio parecido; y a un señor se le encontró en su corral unas plantas de marihuana. Toda una ocurrencia desafortunada y sobre todo un desatino dejar que las plantas salieran por encima de la tapia y quedaran a la vista de todos. Aquello trajo, por parte de los que gobiernan hoy Marmolejo, entonces en la oposición, una riada de críticas y acusaciones insidiosas contra la Asociación de Vecinos de San Julián. Solo porque la persona encausada pertenecía a dicha asociación, eso era motivo suficiente para criminalizar a una cincuentena de miembros, personas dignas y honradas sin lugar a dudas, en extremo cumplidras de las leyes y trabajadoras incansables por el bienestar de su comunidad. A esas personas se les acusó de todo y se les dijeron perrerías desde la élite del Psoe de Marmolejo, y nunca se les pidió perdón, cuando pudieron,se les despojó de la sede y se acalló la asociación.

Hoy, afortunadamente, estos políticos, desde el poder, parecen que tiemplan los nervios y miden las plabras, no hay comentarios gratuitos y no se retratan. Mejor, y es que, o están madurando, o están aprendiendo, o no les conviene abrir la boca porque resulta que en un pueblo tan pequeño y con la red de chivatos y correveidiles que tienen, aquí en Marmolejo no se siembra ni una berenjena sin que ellos se enteren.

Yo no digo nada, pero en Marmolejo hay mucha tela que cortar, muchas hechas y muy poca vergüenza torera. Algún día habrá que empezar a hablar de tanto como está pasando y se está callando, de honradez y de que donde las dán , las toman. Por ejemplo, y por enésima vez, que en el polígono la nave del Ayuntamiento está enganchada a una farola desde hace años, no sé si eso es consumo ilícito, pero desde la calle parece una chorizada.




1 comentario:

  1. Si en Jaén hemos llegado a la situación en que hay que elegir entre mal vivir, emigrar, delinquir o pedir limosna, el fracaso del sistema es apabullante. Somos por derecho y por el esfuerzo de incontables generaciones una provincia rica en recursos, lo que fallan claramente es la gestiones políticas que no miran por el pueblo y se enrocan en sus propias corrupciones. Ya lo dijo Miguel Hernandez: "JAÉN LEVÁNTATE BRAVA..."
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