Subida de la "Peña Amigos de Marmolejo y el Potro" al Santuario por las trochas.

PONIENDO LA SIERRA EN VALOR.

Cogiendo la vereda.

Preparando la vuelta.

De ida en la Cabrera.

Este fin de semana, la "Peña Amigos de Marmolejo y del Potro", ha realizado su tercera subida  del año al Santuario de la Virgen de la Cabeza.

Cincuenta caballistas y más de veinte acompañantes, con coches de apoyo y la participación de Protección Civil, han disfrutado de dos días de convivencia durante la tradicional subida al Santuario por las trochas, (que coinciden en todo su recorrido con la recientemente inaugurada ruta GR-48).

El buen humor, la camaradería y la trabajada organización, han sido la tónica predominante durante todo el recorrido y las numerosas paradas para avituallamiento y descanso que se realizaron, donde todos se ayudaban y afanaban el el cuidado de las caballerías y en la vigilancia y atención a los jinetes más jóvenes, ya que en esta peña, como es práctica común en Marmolejo, las familias salen juntas, padres, hijos y hasta abuelos, a disfrutar unidas de su afición al caballo y la naturaleza, lo que es un ejemplo más de las ventajas y beneficios de poner en valor esta nuestra sierra. Este viaje ha resultado extraordinario por poder contemplar de cerca la berrea en todo su esplendor, al paso por el corazón del Parque Natural de Andújar, todo un lujo al alcance solo de unos pocos privilegiados que además lo han disfrutado desde sus monturas y a pocos metros de venados y corzos, escuchado el chocar de cuernas o cruzándose con grupos de ciervas por el camino, vigiladas por ejemplares machos de "muchas puntas".

Comiendo en "Las Cuatro Hermanas".

Ya en la Casa de Cofradía de la Higuera, donde pernoctó el grupo marmolejeño, se impuso el ambiente festivo, durante la tradicional cena y tras la obligada visita al Camarín de la Virgen, quedando a cargo de los más jóvenes la amenización de una velada que se recordará como de las más bulliciosas y anecdóticas.

Excepto alguna caída de la caballería, sin consecuencias, algún pinchazo de rueda y las cuatro gotas que presidieron el último tramo de bajada del Domingo por la tarde, no hubo ningún incidente digno de destacar. En cualquier caso la dotación de Protección Civil que acompañó en todo momento a los caballistas estuvo alerta y previniendo cualquier eventualidad que hubiera podido producirse, una vez más haciendo un servicio a la comunidad encomiable. Desde el día siguiente ya se trabaja en la preparación de las próximas subidas, que serán en 2012 y que se esperan con verdadero entusiasmo.

Esperando a la entrada de la vereda.

En Marmolejo, cada vez es mayor la afición al caballo y a la subida al Santuario, tanto en mulos como en caballos, tenemos a nuestro favor la espléndida sierra que nos rodea,  los magníficos paisajes que se pueden disfrutar, las diversidad de rutas que se pueden realizar y la oportunidad que nos brinda tener empresarios locales que disponen de cantidad de caballerías de alquiler..., todo esto nos hace estar en una muy buena posición para potenciar y ofertar como valor turístico lo que, ya hace tiempo que desde aquí, disfrutamos los marmolejeños.

Una yegua con genio que no quería volverse.