Esto que ha pasado en Marmolejo es muy gordo y tiene que salir a la luz, si o si, por decencia, por justicia, por dignidad, para no perder la fe en la Democracia y para que los marmolejeños podamos seguir llevando la cabeza muy alta.

Un padrino, por muy Zarrías, Chaves o Susana Díaz que sea, no debe ser una carta blanca que garantice impunidad y futuro en la política.

A tenor de lo visto, sobran las palabra. Una absoluta vergüenza. Menudo ridículo que están haciendo estos impresentables pseudosocialistas marmolejeños. Una vez más demuestran que todo lo que tocan se contamina. Que dimitan en bloque, pero ya, que pidan perdón al Pueblo de Marmolejo y se pongan en manos de la Justicia, que colaboren y no oculten nada, y llegado el momento, si tienen que hacerse cargo de la consecuencia de sus actos, que apechugen.

Ahora se han quedado descansando en el Psoe sevillano sacudiendose de encima a Pilar, la han dimitido, haciéndose los suecos y poniendo cara de circunstancias. Todo esto huele a podrido, no se sostiene que la comisión de ética del Psoe no sea rigurosa ni con sus propios miembros. ¿Como los eligen?, ¿no se informan sobre la vida y milagros de quienes entran a formar parte de este organismo?, ¿tan cutre y descuidado es el organigrama socialista? o  ¿es que está el patio tan mal que no tienen donde buscar para sacar una comisión de ética intachable?, aunque también puede ser que haya que acallar bocas y pagar favores encumbrando a ciertos elementos por manchados que estén o inútiles que sean.

Pero se han pasado, en cualquier caso se han lucido echando mano a los herederos del cristobismo para colocarlos y auparlos políticamente; son puro tizne, donde tocan, manchan. Esto no podía ni puede salir bien.  Su obra los delata, su fama les precede, sus actos los condenan, sus barrabasadas, impudicias, abusos, excesos, mentiras, prepotencia, corruptelas y tejemanejes, hacen tanto bulto por si solos que, no habiendo forma humana de disimularlos, han llamado la atención de la Justicia y la prensa... y lo que te rondaré morena;  porque esto no ha hecho nada más que empezar.

Manolo Lozano se parte el pecho diciendo en la prensa que estar imputado es perfectamente compatible con ser cargo interno en el Psoe; de eso él debe de saber mucho, no en vano sigue siendo secretario general local y ya lleva tres o cuatro imputaciones..., ya se pierde hasta la cuenta, y sigue tan fresco, arropado por su partido y premiado por ello con un puesto de trabajo en su seno. Así es el Psoe, así es el cristobismo, así nos quieren vender la moto a los marmolejeños y así les están yendo las cosas, que ya empiezan a echarlos a patadas de los sitios para no comprometer más la imagen de un Psoe que si no se ahoga entre tanta corruptela es porque sabe nadar entre la podredumbre tal que sirena en aguas cristalinas. Si desde Jaén y Sevilla arropan a estos impresentables, con la que tienen liada y la burrada de dinero que hay sin rumbo ni justificación, es que o están tapando algo o es que no tienen ni puñetera idea de la devastación que ha supuesto el régimen cristobista para las arcas municipales, incluido el timo a los vecinos del polígono industrial sin luz, ni agua, ni escrituras, ni justificación de donde han ido a parar los cuatro millones y medio largos que han recaudado con esta estafa, y el agujero negro económico, legal y administrativo que  sufre el Consistorio y por ende los vecinos de Marmolejo.

Esto ha sido más propio de una mafia organizada que de un partido político, este no es el socialismo histórico y heroico de Marmolejo, esto es una chapuza  y la Justicia debe de tirar de todos los hilos y flecos que encuentre. Ya está bien de tapar y apadrinar las "iregularidades" escandalosas que se han producido en Marmolejo. Un padrino, por muy Zarrías, Chaves o Susana Díaz que sea, no debe ser una carta blanca que garantice impunidad y futuro en la política. Esto que ha pasado en Marmolejo es muy gordo y tiene que salir a la luz, si o si, por decencia, por justicia, por dignidad, para no perder la fe en la Democracia y para que los marmolejeños podamos seguir llevando la cabeza muy alta.