El acuerdo con la derecha, con Ciudadanos, es la antesala del pacto con PP
Según el refranero antiguo, el que manejaba mi abuela, no se puede ser la mujer de todos y pretender ser "honrada", o lo que es lo mismo, a lo que nos interesa, no se puede tener tanto en común con las derechas y pretender ser de izquierdas. El Psoe tiene la soga al cuello y solo es cuestión de tiempo que se ahorque él solo, y el PP lo sabe. De hecho el carrete que el está dando Rajoy y los tratos que tiene con Ciudadanos, solo es cuerda que le están dado para que la caída sea más fuerte.
El Psoe se lo está buscando él solito, desde que Felipe Gonzalez decidió que ya no debían de seguir el camino marcado por Pablo Iglesias y que prefería un partido nada marxista, menos dedicado al obrero y más centrado en acompañar a los que por aquél entonces se "aburguesaban", a las clases medias de los planes de desarrollo franquistas en su deriva hacia la socialdemócracia, la democracia cristiana, el liberalismo justificado y el despiporre de la derecha (ahora llamada centro) alineado con el social catolicismo. Pero sin renunciar a la etiqueta de izquierda, a la chupa de pana y al electoral anuncio guerrista, al consabido grito pelado, de "que viene la derecha". Curiosamente ahora, muchos dirigentes socialistas, alarmados, están esbozando el mensaje contrario, "que viene la izquierda", o sea IU, Podemos, La Mareas....
El acuerdo con la derecha, con Ciudadanos, es la antesala del pacto con PP. Pacto que no cabe duda de que, a no haber nada mejor que llevarse al bolsillo, a falta de pan, buenas serán tortas, se está escenificando, por el camino más largo, dando todas las vueltas del mundo, para hacer comulgar a las bases de que pactar con la derecha es lo que toca . El trato actual con ciudadanos no es sino la prueba inicial para ver que dicen los afiliados; si tragan a Ciudadanos, tragarán a Rajoy.
Señores, queda PPsoe para rato. Hasta ahora solo se está escribiendo la primera parte del culebrón.
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