A estas horas, nadie tira cohetes en Marmolejo, jodidos estamos.

A quién hay que darle el pésame: al socialismo verdadero.

Susi, la Kalesi, después de dudar en dar el sí quiero más que Franco con su "geografía poco extensa"; se lanzó a la piscina confiada, pagada de sí misma y creyéndose ganadora desde el principio, y aún teniendo como aval el estómago agradecido de media Andalucía, parece ser que, como diría el mimísimo Sheldon Cooper,  "zas, en toda la boca"

No sé a quien hay que dar el pésame, si a Susi, a Gonzalez, a Zarrías, a Griñán, a Chaves o a Zapatero..., a Lozano o a su camarilla, pero voy a ser sensato y voy a darle el pésame, con 38 años de retraso, a la comunidad socialista española: lo siento en el alma, y me duele que unos hayan tardado tanto tiempo en darse cuenta y otros, todavía ni se cosquen. Es jodido contemplar como Pedrito emula a Felipe Gonzalez que, después de fracasar en el primer intento, terminó saliéndose con la suya y, por la mínima, sacó al Psoe del cualquier ámbito que sonara a socialismo. Y ahora, después de haber estado en la puta calle expulsado, estigmatizado, arrastrado y vilipendiado, buscando y mendigando apoyos para poder volver, ahora ha salvado el cuello, vendiendo lo que hace ya casi cuarenta años que no hay en el Psoe: SOCIALISMO.

Daba pena contemplar como las criaturas cantaban la internacional en la puerta de las oficinas del partido, ilusionados y hasta creídos de que Pedrito Sanchez les va a devolver lo que Felipe Gonzalez, Alfonso Guerra y un millar de mercenarios les arrebataron: el orgullo, de decir, pregonar y  gritar a los cuatro vientos, soy del Psoe y por lo tanto "soy socialista". Cuando se van a enterar que lo que quiere su corazón, no es lo que les da el Psoe actual, que los vendieron, que los traicionaron, que los han utilizado desde entonces y que los quieren seguir engañando.

Con la Susi, sus contradicciones, su chulería y sus huestes de palmeros, arrimados y coreveydiles, con su ex-cúpula del partido en Andalucía en la picota, y su bolso colgado caciquíl y marujero, con ella en la secretaría el cante hubiera sido espectácular, cientos de incompetentes aspirarían a directores generales, de inculpados a campear por la feria de Sevilla como antes, como si nada, y de adversarios sanchistas a meterse en un agujero hasta que pasara el huracán Susana. Ahora ha cambiado la película. Y, como siempre, nos toca en Andalucía bailar con la más fea, literalmente.

Con Pedrito, se alargará la agonía, y se seguirán pasando a los afiliados por el arco del triunfo, se seguirá vendiendo socialismo, donde solo hay capitalismo, se dejará la cosa estar en Andalucía, por simple  miedo, temor, terror, pavor, pánico, espanto, horror, alarma, susto, sobresalto, recelo, aprensión, desconfianza, canguelo, turbación, sorpresa, asombro, desasosiego, cobardía, pusilanimidad y cortedad, porque los viejos roqueros de las puertas giratorias aún muerden y volveremos a ver la crónica de una muerte anunciada para el pueblo andalúz, que pasaremos de ser el culo, para ser la almorrana de Europa.

Conociendo el paño, donde nadie hace autocrítica y cualquier huida siempre es hacia delante, miedo me da le cortijo andalúz, y lo que nos queda a todos por pasar. A estas horas, nadie tira cohetes en Marmolejo, jodidos estamos. A Andalucía no hay quién la saque de ser el culo de Europa, o si, depende como se tomen estas nuevas los andaluces.