No estaba muerto, le estaban dando caña..., o sí, o no, o lo que pasa es que, contra todo pronóstico, Pedro Sánchez ha resucitado, ha vuelto del sitio de donde hasta ahora nadie había osado volver, del cuarto oscuro de las ratas de Ferraz donde son castigados los niños malos, del limbo sin retorno donde vagan y languidecen los purgados del soe.
Y todo eso porque el espejito mágico de las encuestas (y los avales), al final, engañaba a la madrastra Susana que ha visto como, a pesar de las manzanas envenenadas, de los disfraces, de los cazadores traicioneros, de la magia negra, de tener en sus manos el poder del reino/cortijo/partido y de los soldados y mercenarios a su servicio, la conclusión es que le han terminado creciendo los enanos. Y es que este desenlace que se prometía ella, de ser felices y comerse las perdices queda para otros. En estas primarias, las urnas, han puesto un colorín colorado..., pero este cuento no está acabado. Sobre todo para Susi, que ya corre a asegurar el sillón que está viendo que se le mueve por momentos. Ha dado un mal paso que se puede convertir en traspiés y caída, para ella, y su trupe caciquil/cortijera.
Nada más lejos de un final de fábula, esto tiene todos los ingredientes de un punto y aparte, que da comienzo a una nueva historia, o más bien a un nuevo capítulo de esta vieja y lamentable crónica de una estafa anunciada, que no es otra que la de la mentira que representa y preside la biografía de los últimos 40 años del Psoe.
Un drama, con consecuencias nefastas para los aficionados, seguidores y el público. Una patraña, un enredo muy rentable para unos cuantos caraduras del Psoe, la banca, la derecha capitalista y el fascioso antiproletariado beligerante que prospera a la sombra del gobierno actual del PP y que apoya este mal llamado socialismo. Y un drama catastrófico para la masa obrera, los dependientes, los excluidos, los más débiles y los humildes, para los pequeños empresarios, la clase media y cualquiera de tantas y tantas personas a las que se les ha negado el pan y la sal y los que lo han perdido todo.
Con Pedro, qué pasa ahora? Otra vuelta de tuerca? Sin renunciar a nada? Sin cambiar los principios? Sin cambiar nada? Solo lavando la imagen? Solo declarándose más socialista que nunca? Solo ganando la mitad de los votos en unas elecciones internas a la secretaría general? ¿Y..., los enemigos/amigos/traidores/represaliados/compañeros/socialdemócratas/históricos/barones/socialistas de medio pelo/corruptelas internas/imputados/código ético/alcalde de Marmolejo...? Aquí no pasa nada, o qué?
No sé en otros lados, pero en Marmolejo se han vivido las elecciones a la secretaría general como la defensa del Álamo, a muerte; los teléfonos han echado humo, ha habido toque de generala y se ha sido muy convincente e insistente al aconsejar/imponer lo que había que votar. Es nuestra idiosincrasia, somos así en Marmolejo, los directivos del soe cuando hay elecciones, aunque sean internas, tocan a degüello contra los que no leen, imponen, empujan, amenazan, llaman y verifican cada voto, lo llevan en la sangre estos demócratas de garrote en mano. De eso han comido muchos años y siguen haciéndolo, y ahora que se creían que iban a prosperar a la sombra de la Kalesi Susi, que ya se veían colocados en más altas instancias, los nervios traicionaron a más de un concejalillo de vida fácil, incompetencia manifiesta y carrera política regalada.
Pero vamos a lo que vamos. Es, acaso, Pedro Sánchez un falso profeta, otro más, o es el Mesías: el de la profecía, el que todos y todas esperaban desde la noche de la dictadura. El de la misma profecía que aquél Felipe "Herodes" González se encargó que no se cumpliera, mandando matar al recién nacido socialismo, cuando solo contaba con un par de años de vida desde la vuelta de la Democrácia. Era septiembre de 1979, y el infanticidio, fue fulminante, contra un socialismo rebelde, recién destetado y estrenado en la transición pero de raíces profundas y marxista, como lo fundara Pablo Iglesias y por cuyos ideales se derramó la sangre de tantos hombres y mujeres luchadores y valientes.
Mientras la peña lo coreaba en la calle, Felipe Gonzalez acabó con el socialismo primigenio y auténtico, y cometió alta traición, por lo que representaba, por la hermandad entre obreros y la causa común del proletariado frente a la opresión del fascismo de la mano del capital, se peleó en la Guerra Civil Española, y luego en las cárceles, y en los pueblos y las sierras, en el exilio y en las fábricas, en las universidades y donde hubiera injusticia había un socialista denunciándolo. Ese socialismo, hermano del comunismo, fue liquidado, muerto y enterrado de un solo golpe, tan habílmente ejecutado qué, aún hoy una parte importante del electorado, siguen creyendo que lo votan, 38 años después de desaparecer, cuando votan al Psoe. Hay que reconocer que hay que quitarse el sombrero con esta social democracia de trileros en la que el pueblo paga doble y nunca acierta con la bolita del socialismo.
Felipe González, Isidoro, desde el primer momento defraudó, aún así, la gente no veía el trile y funcionó a sus anchas bastante tiempo, así nos vemos, hasta que alguien dio el "agua" y se le cayó el chiringuito..., pero la vida le ha ido muy bien y las puertas giratorias mejor, está tan a gusto que se permite todavía el lujo de gobernar Andalucía y el partido en la sombra y poner y quitar peones, del estilo de Susana; aunque alguna vez, como con Pedro Sanchez, se le atragantan un poquito.
Después vinieron una retahíla de lo que se han dado en llamar "barones", que igualmente ilusionaron, y desilusionaron seguidamente. Hasta el incompetente e insulso Zapatero, llegó a dirigir el partido con un aura y espectativas de izquierdoso que nunca se materializó. Otros, no hay ni por donde cogerlos, imputados, meapilas, defraudadores, y corruptos con diferentes habilidades, fueron en su momento estrellas en el firmamento mal llamado socialista y terminaron oscurecidas por sus propias miserias.
Así, uno tras otro, los falsos profetas del socialismo, se han ido revelando a sus votantes que no obstante han mantenido durante décadas una fe ciega en un partido "socialista" que no lo es. Este es un país en el que un acto de fe, ha valido más que el raciocinio y la evidencia, pero hoy Pedro Sanchéz, que les ha echado bemoles al reducto caciquíl andalúz, más por supervivencia que por desacuerdo en las cuestiones esenciales, en esa linea, es considerado un mesías por los que todavía se niegan a ver la realidad; que al 99,9% no es otra que solo es un falso profeta, uno más que viene a lo suyo. Ojalá me equivoque, y este señor termine revolucionando el patio realmente, que dé marcha atrás y recupere el espíritu perdido y la letra del contrato social del Psoe primigenio y obrero. Si fuera así, yo escribiría, para celebrarlo, uno de los artículos más gozosos que haya escrito. Pero la mosca no se me va de la oreja.
Es posible y muy probable que haga una limpieza interna, o muera en el intento, pero no empujado por matices ideológicos, que no se equivoque nadie, solo va a limpiar la era de enemigos, díscolos, pelotas y comeollas de Susanita y la todopoderosa vieja guardia, para poner a los suyos, que son los que les van a guardar las espaldas. y..., solo eso. Ojalá me equivoque, pero lo más probable es que, por desgracia, al bueno de Pedro, si muestra rebeldía, le hagan leer o algo peor; en eso son maestros. Y, como siempre, todo quede en nada.
Y yo parado y pagando la luz con sangre sudor y lagrimas. Me cago en todas sus mulas.
ResponderEliminarEsta gente lleva salvándonos el mismo tiempo que hundiéndonos. El cambio, fue la ruina. Se han comido media vida de los que todavía podemos negarnos a la ruina. y siguen..., como se coman a esta generación, no habrá quién los pare.
ResponderEliminar