Negar y renegar del pasado y el compañero, no exime de la culpa. Los hechos están ahí.

Hay que tener la cara como el hormigón.

Al finado sr. Relaño (DEP), sus antiguos compañeros de gobierno y socios de partido no lo dejan tranquilo , no lo dejan de mentar, no se les cae de la boca, para culparlo por activa y por pasiva, ante el Juez y la sociedad, de todo lo que haya salido mal en Marmolejo durante los numerosos gobiernos que él presidió. (Los mismos que le hacen homenajes, lo tupen. Ver para creer)

Si los que ahora controlan el avispero en el que se ha convertido la Casa  Consistorial hubieran tenido la misma presteza para denunciar sus tejemanejes, arbitrariedades y abusos en la gestión cuando lo tenían delante, oto gallo cantaría. Pero no había cojones de rechistar o simplemente era harto gratificante y conveniente darle la razón, colaborando en los desatinos y siendo un complice necesario, lo que proporcionaba una rentabilidad asegurada, pingües  beneficios, barra libre, impunidad  e inmunidad frente a cualquier problema, una vida regalada y cómoda a costa del erario público y además ser la guinda de todos los pasteles aún desde el analfabetismo político, la mediocridad cultural, la vagancia absoluta, una incompentencia probervial y un desapego bíblico a los problemas y necesidades de los vecinos, todo ello desde el abuso diario de poder, la persecución sistemática de los que no leen, el aprobechamiento particular de lo público, la mentira como bandera y la ausencia de trazas de socialismo en cualquier planteamisnto social, cultural, económico o político.

Es muy fácil echarle huevos a quién no está. Valientes, cobardes..., que comíais todos de la misma olla y ahora jurais y perjurais en desbandada, llorando por los rincones para pregonar una inocencia que no se cree nadie: negando mil veces, antes de que se cante sentencia, a vuestro maestro. Visto queda que al menos él era de otra madera.

En el cortijo, que es y ha sido Marmolejo, había un cacique y muchos amancebados con la corrupción, hoy se sigue fotocopiando el sistema, pero se ha perdido esa capacidad de liderazgo que  mantenía a raya y en fila a los secuaces, aspirantes y lameculos. Por desgracia, hay que contemplar como se degrada el sistema y lejos de mejorar abochorna, asquea y nos hace sentir vergüenza ajena a los que ya creíamos que lo habíamos visto todo y nada podría sorprendernos ya. La degeneración de un sistema perverso no es solución para nadie, la putrefacción de lo que ya era venenoso, no mejora nada, solo alarga la agonía de un pueblo que se muere, que agoniza inmerso en un sin fin de problemas a los que estos bien peinados no saben, ni quieren atajar.

Las buitreras municipales insisten en alimentarse de lo que ya es la carroña de un sistema fallido, insisten en alargar el sufrimiento de la sociedad marmolejeña, que emigra, se desespera, languidece y se encierra en su casa como si hubiera una epidemia de peste. Es la miseria que venden estos segundones aupados por la chanza de la desaparición física del lider anterior, y al que tienen la poca ética de culpar de sus tropelías sin ponerse colorados. Es la ruina que llevan tatuada en el adn de su incompetencia y que sufrimos todos..., menos ellos.

Marmolejo no se merece unos dirigentes así, una charpa de amigotes de taberna empeñados en volver a los tiempos de la oscuridad y la fiesta continua, las facturas escondidas, la supremacía del carnet, el descontrol y las colas organizadas para "recoger cada uno lo suyo".

Vamos a ver en que queda todo esto. Es sabido que en las mismas filas de la dirección del partido y municipales ya se reparten la capa, el bastón y la ropa del presunto reo y que, llegado el momento, se le pondría alfombra de gala y luminarias festivas al camino del golgota particular de este que tanto niega a su mentor y cubre de m. La historia se repetirá con Lozano y sufrirá lo mismo que está haciendo él con Relaño, lo culparán y cubriran de porquería como ya es tradición en el psoe de Marmolejo. Vamos, lo mejor de cada casa puesto a dirigir y gestionar los destinos del partido y el pueblo. Que no nos pase na.

Lo malo es que quedará más de lo mismo, la misma gente, los mismos protocolos, el mismo hambre, la misma incompetencia, la misma escuela, las mismas mentiras, la misma parafernalia..., la misma nada, ruina, miseria, corrupción, desvergüenza y para Marmolejo, la crónica de una muerte anunciada.