El fin (social) justifica los medios

Ego te absolvo in nomine iustitia.
Hay cientos de fines sociales y actuaciones de utilidad pública que, con la licencia de poder llevar los trámites de aquella manera, y un poquito de por favor en cuanto a rigor, y teniendo por delante, digamos, unos diez años para poner legalidad, aprobaciones y papiros al día, no sé porqué no se están haciendo ya. Que para mañana es tarde!!!.

La iustitia es la delgada linea roja que nos permite una convivencia más o menos pacífica, social y humanitaria. Traspasarla significa quedar fuera de las normas de convivencia, caminar por la senda de lo no permitido y pasarse por el arco del triunfo al resto de los ciudadanos que si observan el cumplimiento de las leyes. Saltar al lado oscuro, al de la arbitrariedad, el despotismo y la tiranía es motivo inexcusable para una llamada al orden y pone en movimiento los resortes y mecanismos previstos por la sociedad para devolver a la luz de la ecuanimidad, equidad y honradez, a cualquiera que la desafie y lo merezca; ante la Ley, está escrito en la Carta Magna art. 14, TODOS SOMOS IGUALES.

Otra cosa es que haya personas, personajes, personajillos y botellines de cerveza, que puedan tener la suerte de que cuando ellos ponen un pié cerca de la linea roja, fronteriza con lo chungo, esta se retira automáticamente cediendo terreno para que las cosas que deberían ser cabales, blancas o negras, justas o injustas, delitos u observancia..., se diluyan en una gama de grises, matices, tonalidades, gradaciones, interpretaciones sui géneris y mareos de la perdíz, que no dejan espacio para que se haga la luz, ni terminan de señalar nunca reo de culpa a nadie; como se suele decir, se consigue que, por arte de magia, del montón de estiercol, se saque limpio, incólume, inmaculado y purificado al mojón más grande. Vivir para ver.

Obviamente yo acato sumiso, y me inclino ante el fallo, por si hay suspicacias, pero no creo que este sea el caso. Aunque recomiendo que se lea la sentencia que exonera a nuestro querido Lozano de haber cometido prevaricación alguna, si alguien la tiene que la cuelgue o la pase, que rule, porque no tiene desperdicio: incluso en un momento dado llega a colocar como concejal en 2013 a  Quero, cuando a esas alturas este hombre veía ya los plenos por la tele. Al final todo queda en agua de borrajas, y se justifica el no seguir "rigurosamente" los trámites, porque había buena fe, porque la obra era de interés social y porque con el tiempo todo se terminó legalizando..., e "hic pacis et gloriae", y aquí paz y después gloria. Amén de que el que lo movió, manejó y ordenó todo fue Relaño, tampoco aparecen los papeles que puedan tener firmas inculpatorias y..., qué narices!!, no hay que dar más vueltas, si era y es bueno para el pueblo, no hay causa penal que valga. Y es que chirría que haya quien ponga pegas a las cosas que son buenas para los vecinos, (aunque no sea eso lo que se esté juzgando) ¿y quien  no diría que el fin, social, no justifique sobradamente los medios?.

Y yo estoy absolutamente de acuerdo en todo, no solo acato la sentencia, sino que comulgo, reverencio, respeto, venero y acepto todo lo que tenga que ver con ella; amén, hasta si hace falta que Quero pase a la historia como concejal en algún pleno de 2013, pues que pase, ¿qué daño puede hacer eso a nadie?, el caso es que habemus tanatorio y ya, en Marmolejo, da gusto morirse. (Aunque no haya mucho más que hacer en nuestro pueblo)

La verdad es que se queda uno más tranquilo..., aunque no del todo, esto da qué pensar y plantea algunas dudas menores. Es bueno saber, que para el tema penal, que "ninguna resolución injusta se puede desprender de una conducta que persiga un fin social o de utilidad pública". Si esto es así, solo hay que saber ver el abanico de posibilidades que tenemos por delante. Carta blanca, se abre la veda de las buenas obras.

Seamos francos y reconozcamos que la exculpación de Lozano, en su afán para ser plenamente fundamentada y detallada, bla, bla, bla, pudiera llevar a pensar, al simple urbanita de a pie y lego en materias judiciales, que se abre una caja de pandora, un sinfín de posibilidades para hacer el bien, sin incurrir en reprobación por lo penal, por aquello de la duda razonable, la interpretación de los motivos... Alguien, mal pensado, insinuaría que es lo que pasa cuando hay más interés en declarar inocente a un imputado incómodo que en cerrar puertas y ventanas para que no se escape la cordura. Ya se sabe lo que se dice, que el sueño de la razón, produce monstruos.

Hay cientos de fines sociales y actuaciones de utilidad pública que, con la licencia de poder llevar los trámites de aquella manera, y un poquito de por favor en cuanto a rigor, y teniendo por delante, digamos, unos diez años para poner legalidad por medio, aprobaciones, trámites y papiros al día, no sé porqué no se están haciendo ya. Que para mañana es tarde!!!.

Los excluidos y/o en riesgo de exclusión social, las personas mayores, discapacitados y necesitados de la ayuda a la dependencia, los que corren el riesgo de verse en la calle y los parados, los que no tienen ingresos o son muy bajos, colectivos marginales, los que emigran por dos reales separandose de su familia durante meses y muchos vecinos que casi no tienen para comer..., además de un banco de alimentos o facilitar el acceso a los servicios básicos, a la educación, cultura y el deporte..., sería una buena obra, de hecho todas estas personas de Marmolejo son en sí mismas, sin lugar a dudas, fines sociales y de probada utilidad pública. Todo el pueblo, todos los marmolejeños tienen derecho a ser considerados merecedores y acreedores de una ayuda cuando la necesitan, cuando lo demás va mal, al menos debemos de tener la conmiseración, humanidad y entendimiento de la administración pública local. O es que eso alguien lo duda o pone en cuestión.

En Marmolejo hay mucho donde emplearse a fondo, cuanto bien podrías hacer, así que Manolo, machote, deja (por ejemplo) de pagar a los bancos (coyunturalmente, y con la buena voluntad de ponerte al día cuanto..., antes) tus propias deudas, fruto de desmanes en tus pasadas legislaturas,  y abraza el fin social de atender a tus vecinos más desfavorecidos y necesitados, da trabajo, quita hambre, viste, da esperanza y paga la luz, haz algo. Trabaja por el futuro de los vecinos. Que no te va a pasar nada, que luego, en unos añitos, se arregla todo..., y nadie te puede condenar por hacer el bien. Y además puedes ganar las elecciones, si te rompes una uña por los vecinos. Claro que como sin dar un palo también las ganas, para qué ensuciarse las manos. Bien mirado ya mejorastes la vida de uno, cuando te subistes el sueldo. Mira que tepido que torees un poco a la banca y no te pido que dejeis de pegaros ágapes y homenajes.

Lo malo es que no te cuadra esto, siempre prefieres echarle imaginación; seguro que hay un montón de aventuras, tejemanejes y chanchullos a los que le podrías sacar pingües beneficios con el tema este de la buena voluntad, el bien común, el fin social..., bonico es el candíl para el aire. Buena cosa habéis aprendido en las buitreras. Que no nos pase na.