Lo que nos habremos tenido que tragar en el pasado cuando "su palabra era la ley".

En la escuela, en la nueva escuela de Democracia y Legalidad en la que se ha convertido el Ayuntamiento de Marmolejo, no hay sitio para los gamberros.

La táctica del alboroto calculado, en el Pleno del pasado Jueves, y el insulto continuado, no dejaría de ser una anécdota si no lo protagonizara quien, hasta hace unos días, era el encargado de mantener el orden en los Plenos. Por eso los vecinos que llenaban el salón principal  del Ayuntamiento y los cientos que lo seguían desde sus casas no daban crédito a lo bajo que puede caer una persona, de Alcalde a transgresor de las normas, de autoridad a alborotador y maleducado, gamberro le dirían si hiciera lo mismo en un aula y tratara de subvertir la autoridad burlándose de ella.

Por fortuna, quien representa hoy por hoy a los marmolejeños y tiene que velar por el mantenimiento del orden en los plenos, El Alcalde Bartolomé Soriano, lo tiene claro y no consintió esta actitud de rabieta pueril de patio de colegio, atajando los comentarios ofensivos tanto del concejal como de algún elemento del público que estaba en franca connivencia con la pataleta socialista. Se les amonestó con la ley en la mano y cesaron en el empeño al ver la expulsión del Pleno como única salida a sus despropósitos. Es de vergüenza, que en la calle, alguien se dedicara a rayar el coche de la nueva Secretaria, esta vez no se pudieron atajar todos  los frentes donde se organizan para hacer daño, ese daño gamberril que no trae nada bueno para Marmolejo, aunque la máxima de que cuanto peor para el pueblo, mejor para ellos, que llevan grabada en su insignia ciertos elementos antidemocráticos locales, siempre ha sido faro y guía de sus actuaciones, así les ha ido y así les va. Ya los tenemos calados.

La otra piedra en la que tropezaron todos los intentos de continuar manteniendo la alegalidad como modus operandis de la vida municipal marmolejeña, fue la nueva Secretaria del Ayuntamiento, máxima responsable de mantener las actuaciones municipales dentro de la estricta observancia de la legalidad vigente, tarea que hasta hace unos días, todos sabemos que realizaba, entre otras, un familiar del ex alcalde, auxiliar administrativo y por tanto nada capacitado para este cometido de máxima responsabilidad jurídica.

 La señora Secretaria en cuestión tuvo el primer encuentro con el concejal, D. Cristobal, por la mañana en el Ayuntamiento donde, ni corto ni perezoso, se dispuso a imponer su criterio y voluntad de impugnar el pleno, lo que  intentó desplegando todo su encanto y con toda la educación que le fue posible exhibir, osea ninguna, al punto de que como no tenia ni la razón ni la ley de su parte, ilustró su paso por el despacho se la Secretaria con arrebatos y portazos, dándole a esta señora una idea muy aproximada de la catadura  moral de quien  tenía delante. Un maleducado, que desconociendo las leyes quería imponer y elevar su voluntad a rango de ley, con prepotencia y desprecio a cualquier interlocutor. Lo que nos habremos tenido que tragar en el pasado cuando "su palabra era la ley".

Me gustaría que repitieran unas cuantas veces el pleno en el canal de tv e incluso lo colgaran en la página web municipal, joyas como esta hacen que cada día más marmolejeños respiren tranquilos y se alegren del camino sin retorno a la Democracia Participativa a través de la Legalidad que se ha emprendido en Marmolejo. En hora buena a la Señora Secretaria, Dña María Luisa Blanco, los vecinos empezamos a estar en deuda de gratitud con ella y nos ilusionamos al mismo tiempo con los futuros frutos de su trabajo, tenga la absoluta seguridad de que la inmensa mayoría de los marmolejeños le apoyamos y lamentamos el acto vandálico que sufrió su coche, así como nos avergonzamos de la actuación de este impresentable cargo electo, de sus modales y e impertinencias. Solo esperamos en la Diputación se porte con más educación.