Los preparativos del Corpus son obra y milagro de los vecinos.
Intentar manipularlo es caer muy bajo, no lo estropeemos queriendo sacar réditos políticos.
No sé lo que nos cuesta a los marmolejeños, directa o indirectamente, que nos pongan en la ventana, o nos lo echen por debajo de la puerta, el periódoco mensual Viva o Vivir. Muy vitalista, con empuje, nos introduce en los hogares una de cal y dos de arena, sin pedirlo, comerlo o beberlo, la religión católica y propaganda política institucional, envueltas en anecdotas humanas, deporte y alguna crónica provincial, falta el oróscopo y el crucigrama.
Ante cuestiones simples, respuestas más simples todavía. El que no lo quiera leer, que no lo lea. Es la solución más rápida que se le puede ocurrir a cualquiera. Lógico y taxativo. Pero no nos alarmemos, los tiros no van por ahí. Cualquier panfleto es digno de análisis y en cualquier caso, digno de respeto, como portador de opiniones, todas ellas, si no compartidas, si respetables. Es la base de la libertad de opinión. Otra cosa será el intento de manipulación que se hace a través de los diferentes medios de comunicación, al servicio del poder, diseñados para que arraigen en el vecindario una serie de ideas falsas, mentiras, medias verdades y datos incorrectos, que lleven a formarse una opinión erronea sobre la realidad de la gestión y los gestores municipales. Lo que viene a ser aquello de toda la vida de tomarnos el pelo a base de milongas para que el pueblo se muera tonto y engañado.
Yo no comulgo, ni confieso, y aunque en estas sencillas lineas pudiera intuirse un acto de nudismo más o menos integral de los sentimientos, convicciones e inclinaciones de los que las suscriben, pueden ustedes estar seguros que no hay constricción ni arrepentimiento que valgan, sino todo lo contrario; la intención es, evidentemente, fiscalizar, chequear, y evidenciar la siempre improba gestión de los que creen que mandan, cuando debieran ser ellos los mandados, los que se creen señoritos, cuando su obligaciones son de criados. Y si no les gusta, pues que dejen paso en lugar de pervertir el sistema continuamente.
Digo que no comulgo por lo que las pastorales y homilías me las salto, aunque no niego que siento una curiosidad pícara. Como es que hasta hace cuatro días la presencia religiosa en las comunicaciones era poco menos que testimonial y ahora es preferente y, lo que es mucho más preocupante, va de la mano de lo político..., y no precisamente, como podríamos intuir, del beaterío del PP, sino de la hipocresía electoralista del Psoe.
El partido decía que las tres patas del banco, o las tres claves de la esencia marmolejeña eran, a saber: Psoe, Nuestro Padre Jesus y la Virgen de la Cabeza. Es una forma capciosa, pero muy ilustrativa para ver por donde van los tiros, de mimetizar iglesia y estado; nada que ver con el cacareado laicismo que se pregona. Hoy lo rentable para ambos bandos es ir de la mano. Como siempre.
Y es que el santurroneríao renta y cada vez más. Ahora se busca en el púlpito lo que no se consigue con la gestión política, y es una pena. Meapilas y tartufos olvidados, se ponen de moda y al servicio del alcaldillo de turno y las tradiciones empiezan a ser cuestión política y de partido.
Quién ha visto al Psoe y quién lo ve, no se pierde una misa; antes se las saltaban o se las tomaban a cachondeo, pero desde que un jacobeo mariano en el cerro del Cabezo, abriera los ojos del alma "milagrosamente" al corregidor marmolejeño de turno, a la sazón representante de Diputación para el evento. El ver tanto personal entregado al unísono, a la liturgia y los vaivenes de las sotanas, cuyo poder de convocatoria parecía ilimitado, encendió la chispa de la fé, cuyas pavesas y humareda hoy empiezan a dar sus frutos, o según se mire, empiezan a ser peligrosos, porque los ojos ya les hacen a algunos chiribitas.
Al poco de aquella epifanía reveladora, se ofreció organizar y realizar desde el Ayuntamiento la gestión integra de los adornos y embellecimiento de las calles para la festividad del Corpus. Obviamente, la negativa fue rotunda. Era cuestión innegociable que, desde siempre, los vecinos tenía la voz cantante, el protagonismo, el gusto y la honra de ser promotores y autores sus propias iniciativas. El Consistorio no pintaba nada que significara más allá de un apoyo logístico y de seguridad generalizado y discreto. Igual que en otras manifestaciones religiosas y las cofradías; cada una escapa como puede del manoseo institucional y la soba del politiquillo actual que corre a ponerse el primero en la fila de los golpes de pecho para salir en la foto.
Producto de la iniciativa heterogenea popular, del celo de las vecinas y vecinos, de grandes y chicos, en pocos años la tradición se ha devenido en arte. De la tradicional juncia se ha evolucionado a adornos florales complejos, altares muy elaborados, colgaduras imaginativas y vistosas, y alfombras de serrín coloridas y muy trabajadas. Marmolejo brilla con luz propia cada año y se supera a sí mismo continuamente. Los marmolejeños se esfuerzan, organizan y colaboran con una motivación especial y extraordinaria. El pueblo se lo ha currado y gana él solo la partida, se hace ver y valer, destaca y camina por sus propios medios. Enhora buena.
Visto lo cual, no es de extrañar que, como siempre, cuando funciona vengan los de turno a aprobecharse y a estropearlo..., y empiezan las ingerencias, el control político y el intento de sacar rendimiento. Se junta el hambre con las ganas de comer y en un pueblo controlado hasta el milímetro, abundan los voca abajo que no son capaces de decrirle que no al alcaldillo o al concejalillo, y enseguida, bajo la apariencia de taller, actividad juvenil, voluntariado de las juventudes o como quieran llamarlo, se uniforma y se lanza a la calle a un grupo de chavales bisoños y ajenos a la movida, para que se evidencie la mano consistorial y del partido en la organización y ejecución de los preparativos de las fiestas. Y por definición esto es impresentable.
Siempre han sido principales actores los jovenes, nunca bajo siglas, patrocinio o padrinazgo institucional. Esto es mucho más grave de lo que parece, es el germen de un fascismo incipiente, cuando se uniforma a los protegidos, a los afectos, a los que representan unos ideales para que se diferencien de los otros, de los que no bailan la música del que manda. Este partido soe de Marmolejo, en su incompetencia es capaz de burradas tales que creo, sinceramente, que no las piensan. Simplemente les sale del alma, es instinto básico fascistoide. Lo llevan en el ADN, separar los mios de los otros, dos bandos, o conmigo o contra mí, que la gente vea los que tienen privilegios y los que hay que perseguir..., manipulación totalitaria de mentes enfermas de poder e impresentables para cualquier cargo público. Cualquier día tendremos algunos que ir por la calle con una estrella amarilla pegada en el abrigo.
Aunque bien pensado, algunos ya la llevan, no una estrella amarilla, sino que tienen echada la cruz, están en la lista negra municipal para trabajar en lo público, o en sus negocios están advertidos de que el Ayuntamiento del Psoe no les va a comprar nada. Es la sentencia por haber cometido el crimen de no haber boicoteado al gobierno de la legislatura pasada de IU, como sus fieles hicieron a requerimiento del partido; unos por miedo o exhibicionismo y otros esperando que Roma pagara traidores.
No pasa nada, no es tan malo. Por lo menos no los dejan enganchados ni se les adeuda miles y miles de euros, como pasa ahora, que se está volviendo a la táctica de hacer la pua y demorar los pagos durante meses. Y es que se vuelve a las andadas, hacer una factura al Ayuntamiento de Marmolejo es iniciar una aventura que nadie sabe como, ni cuando va a terminar.
En el pleno y los periódicos venga decir que las cuentas salen,que todo está controlado y que las deudas están casi pagadas. Cuando tanto insisten es cuando hay que empezar a preocuparse. Cuando dicen jamás, quieren decir, siempre. Y cuando dicen que todo estña controlado es que ya se les ha ido de las manos. Llevan tantos años con la misma cantinela que los conocemos como si los hubiéramos parido.
ResponderEliminarQuesa un año para las elecciones, y el poco movimiento que piensan hacer lo concentrarán a pertir de ahora, dejando la mayoría sin pagar a espera de ganar las elecciones para hacer cuentas o perderlas y que pague otro, lo de siempre. A eso hay que sumar las deudas crecientes y ya wscandalosas en alfunos comercios.
EliminarCuatro años gobernando solo para ellos y los veinte días de la campaña, para engañar. amenazar y asegurarse otros cuatro años de jolgorio.