Llega el tiempo de cambiar el futuro.
Acaba una festividad, Semana Santa, viene otra, la Virgen de la Cabeza. Acabaron las procesiones, la Madrugá, la Pasión, y llegan otras más festivas, más cercanas, más nuestras, de peineta y volantes, ofrendas florales y romería, encuentros entre amigos y familia. Feliz Romería.
Y se acercan unas elecciones, las generales, luego llegarán otras, las otras, las de los pueblos, las nuestras, las de los marmolejeños frente a los Lozanos, Pilares y Rafas, la de los vecinos mirando cara a cara a la ruina del pueblo. Nos dicen que va a llegar el día y la hora en que haya que decidir sobre lo que queremos para el futuro de Marmolejo. Y esa hora se acerca inexorable.
La decisión es fácil, solo hay que mirar al rededor e imaginar qué pasará con nosotros, con los vecinos, con los padres y madres de familia y los chavales en los próximos cuatro años. Como nos vemos, como pensamos que nos tratará la vida si las cosas siguen como en los últimos tiempos. Se trata de un simple ejercicio de imaginación rápido y concreto, ni siquiera hay que cerrar los ojos, solo escuchar el corazón, por si da un vuelco, o a esa voz, ese instinto, esa intuición que nos dice que si no cambian las cosas, vamos por mal camino.
Que si no cambian las cosas, llevamos el camino de tener que contemplar la decadencia acelerada que consume nuestro pueblo: por cada plazoleta que se arregla, se cierran decenas de casas, por cada calle que se arregla, emigran centenares de vecinos, que las viviendas se intentan vender sin éxito ni perspectivas, mientras los impuestos sobre ellas suben cientos de euros...
El camino que llevamos es el de los pueblos que menguan y desaparecen, es el camino que cogen los vecinos con sus maletas dejando la casa y la familia atrás, el de los políticos embaucadores absortos en su propia impudicia. Por este camino, siempre podremos volver para las fiestas, mientras, perdemos el roce, el apego, la identidad y los nuestros, pero seguro que la casa la mantendremos, junto a los recibos de los impuestos y los políticos de siempre presidiendo las procesiones y las verbenas.
Por este camino, si es lo que realmente queremos, las deudas municipales no serán nunca problema del pueblo, porque el pueblo ni siquiera imagina el pozo en el que está y por el que segiuirá cayendo. Solo por orientarnos, se estima que en los últimos cuatro años han duplicado lo que se debe, se vuelven a esconder las facturas y los "negocios" municipales se reducen a una serie de personas y empresas de un circulo intimo y cerrado. La ignorancia mantuvo y mantiene tranquilo al pueblo y seguro al impúdico gestor, pero como torres más altas han caído, entendamos que de una forma u otra no hay mal que dure cien años..., no perdamos la esperanza.
No es plato de gusto formar parte de la triste menguante realidad que planifican unos tristes y menguantes prohombres de la nada, anunciadores de la ruina colectiva, desertores de toda responsabilidad para con el colectivo y onanistas compulsivos en su propia, egoísta y codiciosa voracidad depredadora.
Las personas, los vecinos, los marmolejeños, no podemos vivir en un continuo titanic que se hunde si o si. No es camino, ni vida, ni futuro tener que asimilar como norma la decepción, la mentira y la decadencia a cabeza caída, tener que confiar en crápulas e incompetentes, que las reglas del juego democrático no valgan para nada en Marmolejo, no es camino la angustia de los vecinos, la caída en picado y la ruina por norma.
Pasa el tiempo y hay que decidir sobre el futuro. No es broma, no es tiempo de milongas, no es tiempo de mirar para otro lado, no es cosa de dejarlo para luego, es cosa de preguntar al corazón, de pararse un momento a sentir que es lo que se quiere, de imaginar lo que viene y si queremos aceptar como nos veremos de seguir esto así. Pasa el tiempo y, aunque siempre nos puede quedar el lamentarnos, el derecho al pataleo, ese no es el camino. Si podemos hacer algo, si de verdad se puede, va llegando la hora. Ahí lo dejo.
Si la tarjeta de presentación de este gobierno municipal de Lozano fue subirse el sueldo y la de despedida es la de subir los impuestos, no me extraña que el logro de la legislatura sea inventarse un monumento a las ruinas marmolejeñas en la Plaza Juan XXIII, todo encaja, y no es casualidad sino que se nos muestra y restriega lo que hay: que estos del psoe solo traen ruinas y solo trabajan los tres meses finales de las legilasturas. Si no, a ver que es lo que se ve en Marmolejo. Un saludo y cada cual que se lo piense.
ResponderEliminarPara ellos el psoe todo va muy bien ,todo es alegría y diversión pero para muchas familias de Marmolejo la realidad no es la que ellos quieren hacer que veamos,mucha gente sigue sin trabajo y emigrando.
ResponderEliminarEstá tan enmierdada en corrupciones, enchufismos, deudas y descontroles la politica municipal de Marmolejo que ya se lo piensa una en votar. Si salen los mismos a base de engaños, amenazas y compra de votos enchufando en trabajos y manipulando a los viejos y mucho chanchullo. Votar es como dar por bueno este rollo que se traen tan enfermizo y dictatorial. Pero no hacerlo es como dejarles a sus anchas. Yo me lo estoy pensando, y da grima pensar en que Marmolejo esté en manos de tan podridas y tan bien organizadas para vivir de esta democracia que se estan cargando, o ya se la han cargado.
ResponderEliminarLo llaman Democracia, y no lo es. Han pervertido tanto el sistema, han abusadotanto del poder, han puesto tan alto el listón de la corrupción, que no merece la pena entrar en el juego. Para qué? Para darles el gustazo de seguir haciendo lo que les sale de los cojones, pasandose las leyes, la moral y los principios básicos de la Democracia por los huevos, y encima que sea con la participación como sparring de personas con buena voluntad, hasta reventarles la vida, las ilusiones y la fe en el sistema democrático. NO GRACIAS.
ResponderEliminarO hay una Democracia de calidad y con mecanismos para evitar y castigar los abusos o mejor no votar, no participar y no colaborar con los corruptos. Ya está bien de falta de controles y que los chorizos dominen con nuestro permiso. Con mi voto no va a haber más ladrones con las manos sueltas y la impunidad e inmunidad garantizada. Que se voten ellos entre ellos y que se repartan luego el botín, como estan haciendo ahora, pero no con mi participación.
Catafracto, cada dia hay mas gente que piensa así. No se puede estar abusando eternamente. Hay que hacer algo, pero esto está tan bien montado que solo saliéndose del cachondeo del teatrillo que se montan cada cuatro años se puede protestar, o al menos tener la conciencia tranquila de que no se ensucia uno las manos colaborando para que sigan los chorizos al poder. Votando no se les echa, este es su negocio y lo han montado para timarnos eternamente. Mejor darle una patada al hornazo, que ser cabron consentido de por vida. Un saludo.
Al Partido Supremacista OE: vencereis pero no convencereis.
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