Marmolejo se suicida políticamente. Mi más sentido pésame.

Los marmolejeños preferimos la ruina, el nepotismo y la emigración. 10/2/1

Hoy es un día histórico para el futuro de Marmolejo. Acabamos de pasar el punto de no retorno y el pueblo ha elegido la ruina, la emigración, la opacidad y el desgobierno del manijero déspota que no da cuentas. Cada cual es libre de tirar piedras a su propio  tejado, y miedo me da, pero ya es tarde.

Parece que preferimos que el trabajo se lo den a los de fuera, preferimos el oscurantismo y el enchufe, el endeudamiento masivo, el bochorno de las bolsas de trabajo amañadas y la chulería de trabajar casi exclusivamente con proveedores y empresas forasteras. Preferimos vivir en el engaño que afrontar la realidad. Somos un pueblo avestrúz que, por esconder la cabeza, se lo van a comer los depredadores.

Cuantos más marmolejeños emigran, mejor para el Psoe, se ve que ese es un objetivo, quedarse solos, y lo van a conseguir. Lo que queda, ya no es emigración, es exilio, desalojo, evacuación y salvarse de la ruina huyendo de ella, de Marmolejo.

Hoy no es un buen día para nadie, solo para los cuatro o cuarenta que van a vivir como marqueses a costa de la ruina del resto de los marmolejeños. Está claro que preferimos abrir las maletas antes que abrir los ojos. Por lo tanto, nos merecemos todo lo que nos pase desde  ahora.

Lástima le tengo al pueblo que tenga que aguantar a los supremacistas del pensamiento único, partido único, ordeno y mando único, criterio único y cuya única palabra será la ley, y ay de aquellos que desde ahora no les rían las gracias a los chicos y chicas del Psoe.. Acabamos de dar un paso atrás de setenta años, vuelve la era de los señoritos, de la sumisión, de los chulos a caballo y la supervivencia lamiendo culos.

Conmigo no cuenten para narrar tanta desgracia, por el momento hasta aquí hemos llegado, doy mi más sincero pésame porque la tragedia se ha cebado con este pueblo. Es la crónica de una muerte anunciada, y no me voy a recrear en ello. Ha llegado la hora, los parásitos se han convertido en carroñeros, ya no se trata de parasitarlo, sino de hundir y comerse un  pueblo. Como en cualquier catátrofe, lo que se salve, queda en manos de la suerte, ya no se puede hacer nada, ya veremos lo que queda en pie dentro de cuatro años..

Queda, si acaso, capear el temporal sin esperar nada del Ayuntamiento, mientras se contemplan los negocietes, las corruptelas, los excesos, las barras libres y los abusos de una charpa de amiguetes que se reparten un botín a sabiendas que nadie les va a decir ni media. Tirar para adelante, como se hacía hace setenta años, sin meterse en política, sin señalarse, sin decir en público lo que se piensa, mirando bien con quién se habla y quién está detrás de uno en las conversaciones privadas.

Es un día triste que la historia recordará como una fecha negra, nefasta y aciaga.  ya se oyen los cohetes..., igual que cuando se hundía el Titanic. Un abrazo, suerte y mi más sentido pésame.