Marmolejo: ver, oír y callar.

Cuestión de resistir frente a lacayos, corruptos y mafiosos.
 
Controlar un pueblo. Es fácil, como estamos viendo en Marmolejo, tiene mucho que ver con el poder, la corrupción, el nepotismo y la indignidad de traicionar el mandato del pueblo para beneficiarse solo unos pocos. El factureo por la puerta falsa ha sido la estrella de la economía municipal este año, y el anterior..., es una práctica que se está refinando y perfeccionando. Hubo un tiempo en que se enchufaba a dedo a cualquiera para trabajar de por vida en el Ayuntamiento. Hoy, con más controles, el tema es que ya no es cuestión de dar puestos de trabajo como personal municipal, ya solo basta con asignar los trabajos a dedo y facturar por ello. Así se controla quién trabaja, cuanto cobra y que todo quede en casa. El erario público está al servicio de los lacayos puestos al servicio del poder para controlar el pueblo de Marmolejo y sus palmeros. Lo jodido es que se están cargando todo y como si fueran el caballo de Atila, por donde ellos pasan no crece ya nada, solo prosperan ellos. Los demás a ver, oír y  callar, a tragar, a no señalarse y a no dar ruido. esto solo es un ejemplo de como está montado el sistema.



Controlar un país implica tener el poder de controlar la vida de millones de personas, y si eso se hace con los suficientes pocos escrúpulos, se convierte en el negocio más rentable del mundo. Marcar el valor de los salarios, de los precios, de los impuestos, decidir cuantos parados hay, cuantos desahucios se efectúan, cuanta gente tiene que dormir en la calle, qué es y qué no es delito, como hay que vivir, votar y cotizar, como funcionan gobiernos, jueces, policía y ejercito, permitir y beneficiarse del nivel de corrupción, determinar el nivel de engaño, analfabetismo y embaucamiento del pueblo,  controlar la salud, la educación, la pobreza y la miseria, seleccionar clases sociales y económicas, permitir y alentar abusos, represalias y exclusión..., y enfrentar a la gente gratuita, pueril y mortalmente, estas son algunas de las prebendas que tienen los que ejercen el poder real sobre los pueblos de España y del mundo. Y en esto se basa el planteamiento mantenimiento del poder, en tener un país al servicio de unos cuantos. Esto se parece mucho a la esclavitud o a la ganadería intensiva.

Empiezo de nuevo. No existen derechas ni izquierdas, solo existe poder y lacayos, enfrente solo queda la Resistencia. Luego el enemigo del poder, y sus lacayos, es la Resistencia, o llámenla como quieran.  Abarca resistirse a todo lo que huela a este sistema podrido que tanto daño hace y tanto está perdurando. No es que haya una transversalidad, tan de moda, ni la Sociedad Civil tiene ninguna oportunidad. La realidad es un brutal ejercicio de poder, rapiña, autoengaño y mucho mercenario a sueldo en la política dispuesto a matar por un plato de lentejas, y poder echar mano a todo lo que no esté clavado a la pared.

El tiempo pasa, los años se suceden y la maquinaria de ganar dinero de los poderosos no conoce límites en el hartazgo, las formas y la ambición, ni tiene conciencia, ni quiere conocer el daño que produce. La destrucción del medio, la vida, los seres humanos, su dignidad, cultura y futuro, es una opción apetecible, viable y rentable para las élites económicas, y casi inevitable para nosotros. Si no lo remediamos nos sacrificarán en su propio beneficio. No nos dejan demasiadas alternativas.

 Y empiezo de nuevo, desde el principio de la reciente sequía de humanidad. Desde el final de los cuarenta años de desierto de la dictadura. Es lo mismo. Son lo mismo. El secarral, este cambio climático sobrevino cuando se cerró el grifo a la lluvia de libertades. Cuando se le pagó a los generales para que eliminaran a los que no se podían controlar, manipular, comprar y estaban creyéndose que podían pensar por su cuenta. Hubo que atajar por la fuerza, mediante el asesinato, los atisbos de libertad real de un pueblo capaz de poner todo en cuestión, capaz de empezar de cero, capaz de no creer en nada que no fuera en sí mismo. No hay nada menos rentable que el obrero autogestionándose, libre y controlando su propio destino; sin dar cuentas ni beneficios a ningún patrón abusador y castrante.

Franco, Varela, Sanjurjo, Queipo..., fueron asesinos a sueldo que cambiaron la historia y sometieron al pueblo hasta rebajar su status a plebe, explotada, conformada y dócil. Fraga, Borbones, Felipe, Suarez..., se encargaron de que nada cambiara; los amos siguen siendo los mismos, a todos les pagaron el sueldo los mismos. Repito, no nos dejan demasiadas alternativas, nunca las hemos tenido. O si.

Reinicio. Hubo un momento en que fue posible volver a ser libres. Pero ya habían sido comprados los judas que liderarían la Transición. El Psoe de Felipe, Alfonso, Nicolás, y tantos..., cambió, y este fue el verdadero cambio, la política por el poder. Prefirieron administrar, organizada y coordinadamente con el PP, el poder político en beneficio del la élite que utilizar la política para dar el poder al pueblo. Así se dispuso desde arriba, para eso fueron comprados y así llevamos más de cuarenta años.

Hoy, cuando presidentes y altísimos dignatarios del Psoe son condenados por corruptos, no pasa nada, nadie se inmuta, no saltan las alarmas, no se subleva nadie. Solo la historia les puede escupir a la cara. Porque el partido lo traicionaron cambiándolo y hoy solo hay mercenarios del poder, que lo gestionan, lo envilecen, lo pervierten, lo privatizan en una casta dominante al servicio de otra casta superior. Son, literalmente, lacayos, esbirros, criados y paniaguados que nos controlan, engañan y mantienen a raya, intentando que creamos, mantengamos y participemos en un sistema diseñado para nuestra ruina, donde solo podemos hacer lo que nos dicen, pero no imitar lo que ellos hacen. No sería digno. Seguir lo pasos del ladrón no es el camino de recuperar la dignidad. El camino empieza por escupir a la cara de los perros y de los amos, saltar las alambradas, ser incontrolables, imprevisibles, bravos, indomables, arrolladores, y coger nuestro propio camino, pese al que pese, se ponga delante quien se ponga.





Seguir por donde lo dejaron, hacer la Revolución, despertar la Izquierda dormida. Y, sobre todo, no ser incautos. Saber, porque lo sabemos, que los lobos y los perros pastores de los poderosos, los lacayos, los judas, los corruptos y los mafiosos están ahí, solo y únicamente para someter al pueblo, explotarlo, empobrecer sus libertades, controlarlo y sacarle el máximo de rendimiento. Ante esto, Resistencia, resistamos, seamos inteligentes. Y si no es posible, seamos conscientes, al menos que no vivamos engañados. Felices fiestas.