LLamamiento de IU Lopera al mantenimiento del patrimonio histórico y cultural.

No hay peor sordo que quien no quiere oír y a nivel municipal las sorderas se complican con cegueras varias y selectivas , nosotros en Marmolejo y desde el Pregonao tenemos experiencia.

Viene esto a colación de una información recogida en el Blog Loperano, donde "por segunda vez" requieren a su alcaldesa para que mantenga limpio el pueblo de pintadas y más concretamente su afamado Castillo Calatravo, considerado Bien de Interés Cultural.

Pero el interés que muestra en este caso el equipo de gobierno, por mantener limpio esta edificación del siglo XIII, es nulo. Una joya arquitectónica que imprime carácter a Lopera, orgullo de los loperanos, propiedad del Ayuntamiento y ultimamente abandonada de la mano de Dios.

La mayoría de los vecinos de Lopera, entre los que se encuentran los hombres y mujeres de Izquierda Unida, se ha empeñado en exigir un pueblo limpio y habitable, y desde luego la imagen de las pintadas en las paredes de piedra del recinto amurallado es una de las peores que se pueden ofrecer a propios y extraños.

La manía de la alcaldesa de eliminar solo las pintadas cuyo contenido le afectan personalmente, choca con el buen hacer de un edil responsable, y crea un mal precedente desde el momento en que se seleccionan las actuaciones de limpieza dependiendo del capricho de quien manda. Mal va Lopera si solo se gobierna a conveniencia y despreciando el patrimonio cultural de la villa, que sin duda es el mejor legado que pueden dejar a las generaciones venideras.

Por favor, señora, mande limpiar las pintadas, que no cuesta tanto, que un pueblo limpio no tiene precio (en Marmolejo soñamos con ello) y sus vecinos se lo merecen.

Después de ocho siglos de existencia, después de haber superado asedios, guerras y el paso del tiempo, de haber servido vivienda, bodega y hasta salón de bodas, la más reciente página en la historia del Castillo de Lopera debiera estar escrita sobre sus piedras, pero no con el mal gusto de un spray de pintura roja, sino con el buen gusto de una conservación y limpieza exquisita, es hora de que se estampe esa rubrica de pulcritud, honesta y diferenciadora.