viernes, 23 de septiembre de 2011
Cuando lo privado invade lo público.
Y no estamos hablando de sanidad o educación, como está de moda estos días, sino de urbanidad. Y es que en la calle Sierra Morena, las plantas han llegado a ganar la batalla por la acera a las personas, con estas fotos nos hacemos eco de la queja de algún vecino, al que enseñaron desde pequeño que el peatón debe de circular por la acera. No deja de ser una curiosidad, y una molestia más que un problema, siempre que no haya accidentes, y es que el grado de abandono, dejadez y de despreocupación de algunos jardineros aficionados en lo tocante a sus vecinos no pasa desapercibido. Aunque pudiera ser que el "jardinero" no sepa o no pueda atender sus obligaciones, en cuyo caso debería pedir ayuda.
5 comentarios:
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Hablando de lo privado y lo público ¿qué sabéis del tema del jardín del salón de bodas Palacio de Albaicín, es público o es privado?. Saludos.
ResponderEliminarEstoy harto de pasar por ahí y jamás me había fijado. Quizás vaya siendo hora abandonar el coche y empezar a caminar.
ResponderEliminarPara los desinformados, para los ignorantes y para los diputados de Recursos Humanos y Gobierno Electrónico:
ResponderEliminarhttp://www.insht.es/InshtWeb/Contenidos/Normativa/GuiasTecnicas/Ficheros/pantallas.pdf (última página).
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Laboral/rd39-1997.html#c2s2
Os escribo, poque como meteis esta noticia, que es para que se den cuentan las cosas que se hacen mal, me gustaria que dierais vuestra opinión sobre el tema del quiosco, que se puede titular: cuando lo público invade a lo privado.
ResponderEliminarMe parece mal que un quiosco que lleva casi como la democracia, no se le deje ponerse en el mismo sitio, con la excusa de la obesidad infantil. a quien queremos engañar, en el pueblo sabemos que es un tema personal y de amistad del consejal con el vecino de al lado del quiosco. Por favor ser imparciales y decid lo que creeis. Yo a mí me decepcionaria que opinarais así, en contra de una persona que lo único que pide es trabajar en el mismo sitio de tantos años.gracias y demostrar vuestra ideología, no seais políticos por una vez.
El tema del quiosco es fácil de entender, pero más fácil de manipular, como se está haciendo por desgracia.
ResponderEliminarHablo por oídas, pero al menos me he tomado la molestia de preguntar en los dos lados del problema y resulta que lo que el señor que recoge las firmas y acude a los periódicos no dice es que el quiosco se lo han vendido con taras.
Me explico, hay un balcón al que es fácil acceder subiendose al quiosco, como el balcón se hizo después de estar allí el quiosco, con el anterior dueño no prosperaron los intentos de moverlo o quitarlo, ahora al cambiar de dueño solo se pretende aplicar la ley que dice que hay que separarse tres metros, y como el sitio aquel no permite separarse esa distancia, se le ha ofrecido al nuevo dueño que se desplace a la otro sitio.
Otro tema es que el quiosco nunca ha pagado nada al ayuntamiento, es un negocio como otro cualquiera y ocupa un sitio en la vía, como cualquier barquilla cuando haces obra paga, porqué no debe de contribuir este negocio con su comunidad?
Se le ha ofrecido ponerse en la plazoleta de Regiones, donde dicho sea de paso hay personas ya interesadas en poner un quiosco y a él se le ha dado preferencia, con la ventaja de que los gastos que tenga para instalarse se les descuentan de la cuota o tasa municipal, pero parece que no está por la labor.
Lo que está claro que el señor que regenta este negocio ha decidido tirar por el camino de en medio y presionar al Ayuntamiento mediante recogida de firmas y acudiendo a la prensa sin contar toda la verdad, pero el caso es que este tipo de chantaje para que el ayuntamiento consienta saltarse la ley y dejar esa casa a merced de que cualquiera pueda asaltarla, no creo que sea lógico.
Por otra parte no creo que sea un mal sitio la plazoleta, personalmente creo que es mejor, porque cuenta con paso de posibles clientes todo el día, por las tardes hay vecinos paseando con niños y por las noches, en el buen tiempo se pone a tope.