En Andalucía sacamos a hombros a los corruptos por una limosna..., y en Marmolejo, por menos.

 Tensiones y extremismos, solo favorecen a la clase política corrupta.

No es justo. No sé que hemos hecho, pero sea lo que sea, no es para que se nos castigue así. Marmolejo no se merece el nivel de gobierno y gobernantes que tiene, cuyo único mérito es no tener donde caerse muertos, no querer ni ser capaces de dar un palo al agua, no tener ni puñetera idea de lo básico en política, no haber aprendido nunca a respetar a nadie, ni a gestionar, ni a empatizar, ni a preocuparse por el pueblo, ni a tener las manos quietas, ni de legalidad, ni de observancia de la integridad de lo público, solo entienden de abuso de poder, palos, miedo y odio, y es lo que practican a diario y, sobre todo, no saben de Democrácia, solo saben de absolutismo, de "a callar y andar", de que el que se señale lo paga, y que el padre partido socialista, con el dinero de todos tiene que proveer y darles de comer de por vida, prosperidad, poder, inmunidad e impunidad. No es justo, que gente así sea el referente de una comunidad honrada.

No representan a nadie, solo a sí mismos, su bolsillo, su casa y sus intereses. Los demás estamos para servirles y hacerles la vida fácil. El pueblo no es de goma, aunque lo parezca. Por algún sitio tiene que romper. No se puede hacer piña frente y contra los vecinos; PP, Psoe y C,s están dispuestos a tirar de la cuerda para ver donde rompe, en Marmolejo, Jaén, Sevilla y Cataluña. Huelen a elecciones y son peores que los tiburones cuando huelen la sangre. Se la pela quién caiga y por donde terminen de reventar las cosas, el caso es que la culpa nunca será de ellos, y si es tampoco importa, porque habrá que demostrarlo, y luego ya se tomarán medidas, y en cualquier caso nunca se sublevará nadie. Se impone el Caos, cuanto peor, mejor para ellos, y de los escombros de esta sociedad, siempre podrán seguir alimentándose, son carroñeros..., y a nada le hacen asco. Sobre todo ahora que cazan en manada.

Los políticos catalanes han aprendido que el rollo de la independencia mantiene viva una llama que, aunque mantenga en jaque a la sociedad, a ellos les da calorcito. A unos, PPsoe y C,s, porque cuanto más se alargue el Procés, más se vasculará la sociedad a la derecha, menos hablarán de la corrupción, los problemas de los españoles, (que son los políticos corruptos e incompetentes), pasarán a un segundo plano y las burradas políticas, que ayer no tenían ni pies ni cabeza, hoy son escuchadas y aplaudidas como iniciativas razonables. No hay nada como buscar un enemigo común y forzar las posiciones hasta los extremos para que los disparates de cada bando parezcan verdades absolutas y excluyentes.

A los otros, a los independentistas, los políticos me refiero, les están haciendo el favor del siglo. La corrupción catalana endémica y multimillonaria, reflejo de la estatal y propiciada por los nacionalistas PP y Psoe, ya es pecata minuta y, para ellos, de tener las manos vacías a tener a un pueblo en pie de guerra con le que negociar es como si les hubiera tocado la lotería; tienen moneda de cambio para estar tensionando y pìdiendo, otros cuarenta años al Estado Español, por sujetar a las turbas independentistas, el oro y el moro. Pero primero, y es lo que pasa hoy, hay que hacer una prueba de fuerza en la que esté a pique de romperse España, de liar una contienda/cruzada o alguna insensatez por el estilo, además de amenazar con que el virus independentista se pueda expandir por todo el suelo patrio.

Al final, nada, la derecha saldrá reforzada, la conga de los que cantan "soy español, español..." cada vez será más larga, como con Franco, Felipe y Aznar, se apaciguarán a los discolos catalanes con prebendas, estipendios, sobornos y trato de favor, para que se les olvide aquello de ponerse levantiscos y la clase política catalana volverá a gozar de años y años de ser la guinda de un pastel, al que a nadie le interesará que le falte ni gloria.

En Andalucía no somos tan afortunados, aquí no nos van a traer industria, ni millones en inversiones, ni salarios justos, ni mejorará las condiciones de trabajo, ni disminuirá el paro, ni nuestro voto se traducirá en mayor peso específico a nivel nacional, ni tendremos derecho al pan, el agua y la sal, ni paparruchas, ni mamandurrias de esas. En el cortijo andalúz los votos valen mucho más baratos. Tocándonos las palmas, y con un millón de parados acojonados, emigrando y trapicheando por pura hambre, saltamos la reja y sacamos a hombros al corrupto de turno, y eso por menos de quinientos euros al mes, cuatro meses al año.

En Jaén, reserva espiritual del Psoe, con todos los olivos del mundo, solo nos sirven para que nos vayamos a Francia a recolectar manzanas, habicholillas o fresas. Luego venga "paraiso interior" que no lo será tanto cuando somos los últimos en empleo y los primeros en miseria, exclusión y emigración. Quizás quisieron decir paraiso para los que tienen el carnet y el acceso a las oportunidades que, al paso que vamos, serán los que queden, los que el partido necesita para perpetuarse, y los demás, simplemente sobramos.

Marmolejo no anda a la zaga; con un alcalde cuyo único mérito ha sido convencer a un Juez de que, en los ocho años que fue concejal de urbanismo, entre otras cosas, nunca se enteró de lo que pasaba en el Ayuntamiento, sobre todo en sus áreas de gestión. La incompetencia es su targeta de visita y la cara dura de estar tantos años cobrando un sueldo sin gestionar, ni trabajar, ni enterarse de la misa la media, es lo que le avala para reclamar su idoneidad para ser alcalde. No solo eso, que el primer día se subió el sueldo, porque "iba a trabajar mucho y él se lo merecía". Sus compañeros, van de lo mismo, que nadie se equivoque.

Ayer dejaron unas deudas impresionantes, manejar un ayuntamiento durante lustros con le criterio de "caja única" o bolsillo único, es una burrada, una ilegalidad, un nido de corrupción y una excusa para que se arruine un pueblo y se enriquezcan los gestores, sin que nadie sepa nada, ni tenga culpa de nada. Hoy, ni uno solo de los concejales se ha ganado lo que se lleva, podríamos pormenorizar y dedicarle a cada uno una parrafada, que hay mucha tela que cortar; unos no saben los pobres, otros no quieren, otros ni saben, ni quieren, otros son torpes para lo público, pero linces para lo privado, otros no se los deseo a mi peor enemigo..., y entre todos lo mataron y él solo se murió. Sigo hablando de Marmolejo, obviamente.Y es que aquí se tiene la mala costumbre de que en el Psoe, sus trapicheos y sus dirigentes, solo se pueden comparar con otros del mismo partido, para establecer gradientes, nunca con nadie de fuera. Fuera no hay nada. Y a partir de ahí empezamos con las torias de lo malo conocido y lo bueno por conocer. Al final duran los cargos más que una azada enterrada en paja.