En nombre del Socialismo.

Adelante Andalucía, caminemos juntos, a ver hasta donde somos capaces de llegar, a ver quién tiene narices de pararnos. 

 

Ha llegado el momento de elegir entre SUSANISMO y SOCIALISMO.
De ahí en adelante todo está por escribir, todo está por descubrir, todo está por caminar.

Si mañana se defenestra políticamente Pedro Sánchez, que nadie lo dude, Susana Díaz correrá a Madrid con el culo a dos manos a pedir su puesto. Pero para ello se debe de mantener a flote en Andalucía. Es lo que hacen los oportunistas segundones, esperar agazapados a que falle el titular. Si eso pasara sería demoledor para los españoles, el cortijo sociolisto andaluz, juntaría las lindes, se expandiría, el séquito palmero susanista pasaría Despeñaperros y España entera adquiriría el estatus de dehesa cortijera de señoritos segundones andaluces con el carnet del Psoe, arruinados y trincones, buscando donde hincar el diente.

Y eso no lo quiere nadie, ni los verdaderos socialistas, ni los andaluces de bien, ni el resto de los españoles. Demasiada vergüenza estamos pasando los socialistas que nos duele el Socialismo y Andalucía, como para dejar suelta a la "manada susanista". Hay que pararlos aquí y ahora.

Porque:
En nombre del Socialismo, no se dejan vacios los pueblos, se lucha por la tierra y la sangre.
En nombre del Socialismo, no se roba, se reparte Justicia.
En nombre del Socialismo, no se crea exclusión social, se instaura la Solidaridad.
En nombre del Socialismo, no hunde la Educación, se forman personas y ciudadanos.
En nombre del Socialismo, no se abandona la Sanidad, se prioriza la salud y el bienestar.
En nombre del Socialismo, no se instaura un régimen caciquíl, se libera al pueblo de déspotas.
En nombre del Socialismo, no se gobierna a favor de banqueros y poderosos, el pueblo manda.
En nombre del Socialismo, no se persigue la voz del pueblo, se le escucha y acata.
En nombre del Socialismo, no se secuestran las oportunidades, se ponen al alcance de todos.
En nombre del Socialismo, no se acaparan los recursos, se ponen al servicio del pueblo.
En nombre del Socialismo, no se crea una élite poderosa e intocable, el que gobierna es un servidor.
En nombre del Socialismo, no se despilfarra el erario público, se administra con celo extremo.
En nombre del Socialismo, no existe la impunidad, cada cual responde de sus actos frente al pueblo y sus leyes.
En nombre del Socialismo, no se consigue poder con las elecciones, solo se adquieren obligaciones.
En nombre del Socialismo, nunca tendrá cabida la forma susanista de tratar a los andaluces.

Los verdaderos SOCIALISTAS debemos de unir fuerzas frente a la sin razón de conceder nuestra confianza a individuos que realizan actos que nosotros mismos nunca haríamos. No podemos seguir avalando, con nuestro voto y nuestro apoyo incondicional, actitudes y comportamientos que abochornarían a cualquier histórico del socialismo. Si nosotros no somos corruptos, ni amorales, porqué con nuestro permiso y tolerancia se llevan a cabo actuaciones y procedimientos que si lo son.

Si somos socialistas, porqué en nuestro nombre se practica antisocialismo. Cada vez que se ensucia el buen nombre del Psoe mediante las malas acciones y procederes de sus dirigentes, más se pierde su esencia, menos se confía en las siglas y más se desvirtúa el legado, se confunde a los simpatizantes y aumenta la distancia entre los cuadros y las bases. Encima los que lo están hundiendo echan las culpas al mensajero, al que los denuncia, al que los sufre. Ya está bien.

Pero, por suerte, la esencia del Socialismo no está en unas siglas, sino en las personas, en su alma, su corazón y su cabeza. Ser socialista es una forma de vida, nuestros antecesores nos lo demostraron.  Es algo por lo que merece la pena luchar, vivir y compartir. Los valores de la Izquierda, puestos en valor, practicados en comunidad son motivo de orgullo, engrandecen a los pueblos, los dignifican y fortalecen por la profunda carga de hermandad, solidaridad, tolerancia, amor y justicia social que entrañan. La Izquierda Unida, el Socialismo Unido, es imparable. Llámese como se quiera, es la suma de las voluntades, el esfuerzo, el trabajo, el ingenio, la inteligencia, las sensibilidades, creatividad e iniciativas entre iguales, apostando por la felicidad y un futuro, solidario, sostenible y humano.

La Naturaleza es imparable, nada puede tapar el curso de un río cuando fluye con fuerza, si lo intentan, más pronto que tarde se desborda y sigue su camino, arrasando por necesidad con todo cuanto artificialmente se enfrenta a su curso natural.  De la misma manera ha llegado la hora de que el Socialismo se enfrente a las contenciones artificiales al que lo someten, desde dentro y desde fuera. Ha llegado el momento de rodear el dique de los gestores ajenos al Socialismo y terminar por derribarlo. Hay que acabar de una vez con el falso socialismo del Psoe que nos tiene controlados y adormecidos bajo una siglas que ya no nos representan. Se debe y se tiene la obligación de recuperar el curso natural de la Izquierda.

Luego, habrá tiempo, llegará el día en que por responsabilidad histórica, y solo desde abajo, con el esfuerzo de todos, habrá que volver a poner al PSOE en su sitio, donde siempre estuvo, donde está en nuestros corazones. Cada cosa en su momento. Hoy, en Andalucía,  votar Psoe no beneficia a nadie, al contrario, enquista el susanismo y oscurece el futuro.

Por el momento hay mucho trabajo por delante, se necesitan todas las manos y todos los corazones, para recuperar el rumbo y el terreno perdido. Las puertas de Adelante Andalucía están abiertas e invitando a dar el primer paso en la dirección correcta. En Adelante Andalucía, ahora, cabemos todos, no se le pide a nadie papeles, certificado de buena cuna, ni pedigrí, solo espíritu de izquierdas, honradez, humanidad, solidaridad y ganas de luchar contra las injusticias. De ahí en adelante todo está por escribir, todo está por descubrir, todo está por caminar. Adelante Andalucía, caminemos juntos, a ver hasta donde somos capaces de llegar, a ver quién tiene narices de pararnos.