Motín a bordo en el Ayuntamiento de Marmolejo, ya era hora.

Solo hay que darles un susto a estos vividores que nos gobiernan, desde dentro y desde fuera en las urnas.

Hace unos días se celebró el pleno/mitin sobre los presupuestos. No sé si fueron cuarenta minutos de autobombo, el caso es que no llegó a la hora, duró lo que el discurso mitinero del sr. Alcalde, y es que la verborrea y el público fácil son su debilidad, entre otras. Y no le culpo por querer continuamente vender su imagen, sobre todo porque es el único que habla bien de él mismo, los demás, sobre todo los suyos, vecinos, simpatizantes, afiliados, compañeros ediles, partido y sindicato, solo saben echar pestes sobre su persona, gestión, actitud y aptitudes, o mejor sería hablar de ineptitudes.

Por la boca muere el pez; espero que los vecinos no tiren las hojas que reparten para mayor gloria del equipo de gobierno, o que al menos tengan memoria, porque a base de anunciar obras y mejoras, pasan los meses y solo queda la evidencia de que hablan mucho y hacen muy poco, como siempre les traiciona la presunción de que los marmolejeños son tan manejables que prefieren una volando antes que un ciento en la mano.

Pero este no es el mayor de los problemas de la charpa gobernante, lo que está saliendo a la luz estos días es lo que en otros tiempos se daría en llamar un verdadero motín a bordo. Las elecciones sindicales del Ayuntamiento de Marmolejo revelan un dato sintomático y muy significativo, que de los setenta trabajadores municipales, la mafia gobernante y su sindicato, han conseguido solo a penas una quincena de apoyos, y eso después de ejercer presiones inconfesables. La realidad, pues, se hace patente, están los mismos trabajadores y funcionarios de la casa grande hasta el moño de abusos, mentiras, malas formas, insultos y maltrato. Lo llevamos denunciando años, y por fin están abriendo los ojos.

En la legislatura pasada los votos del soe contribuyeron a no dejar modernizar y reestructurar una plantilla municipal que arrastraba endémicamente fallos de organización, desequilibrios, falta de personal en algunas áreas y necesidad de ajustes urgentes para optimizar los servicios que se prestaban. La verdad es que excepto algún que otro arrimado con prebendas y beneficios extraordinarios, la mayor parte del personal que trabaja para el Ayuntamiento en sus diferentes cometidos han sido una víctima más de un sistema de gobierno despótico de ordeno y mando, desequilibrado e injusto en el que los trabajadores han sido tan perjudicados como el pueblo. Enchufismo y persecuciones han sido plato diario junto a amenazas, arbitrariedades y salidas de tono. Y como nada ha cambiado y el actual alcalde Lozano y sus manos derechas siguen esta ancestral tradición de tratar a los empleados como lacayos, ya no han podido seguir aguantando y se han revelado.

La guerra civil está servida y los vecinos de Marmolejo en medio, pero por primera vez se solidarizan con los trajadores que se niegan a tolerar más desbarajuste gratuito, por el bien de todos. Esto no es sino la evidencia de lo que lleva pasando años, las cosas mal hechas. Hay muchos bandos en liza, y alguna banda. Se enfrenta el sentido común contra el gobierno del surrealismo, luchan entre sindicatos, entre palmeros del poder y escaldados del mismo, entre colegas de taberna rinconera y amenazados de por vida, entre exiliados de su oficio y los ortodoxos del partido, entre intrigantes subversivos y los que cierran los ojos esperando que todo pase pronto y no pase nada.

Lo que es innegable es que los que están dentro saben lo que hay, a ellos no se les puede engañar como al resto del pueblo. Y ven escandalizados como se gobierna sin rumbo, ni control, ni ideología, ni eficaccia, solo a golpe de capricho, con opacidad y con muy malas maneras. Esto encabronaría a cualquiera que lo estuviera sufriendo a diario y tuviera que callar en virtud de una ley del embudo en la que siempre les toca la estrechez a los mismos.

En cualquier caso el primer paso está dado. Una parte de los afectados están pisando tierra firme y hace tiempo que no creen que sea de recibo andar siempre en la nube del partido, por encima del resto de los mortales, por encima incluso del bien y el mal, como ha estado los gobernantes municipes marmolejeños tantos años con la complicidad más o menos voluntaria de ellos. Si esto cuaja, es el principio del fin de como conocemos el cortijo susanista/manoliano de Marmolejo. Lo jodido es que los manijeros y caciques terminen conteniendo esta revolución que parece bastante imparable, y si lo hacen será una lástima. Se saben todos los trucos y las malas artes que llevan practicando lustros, amenazar, comprar, hundir, arrinconar, tocar a la familia o excomulgar, sé que son implacables porque les va la comida en ello, hay parásitos que a estas alturas no se van a poner a trabajar. Ya veremos como termina todo esto.

Desde aquí animo, a los que ya se han atrevido a levantar la voz, a que no se rindan, no se dejen intimidar, ni amedrentar. Está claro que de cara a las próximas municipales se necesita una alternativa al descontrol y desgobierno actual, y muchísimos marmolejeños así lo entienden. Solo hay que darles un susto a estos vividores que nos gobiernan, desde dentro y, desde fuera en las urnas.