Marmolejo no ha estado preparado para las vacas flacas y cuando estaban las gordas, tampoco se miraba por los recursos, de hecho no se sabe en donde se echaba tanto dinero fuera de su uso normal y legal.

En Marmolejo no ha habido ni dioses, ni semidioses, ni siquiera héroes, solo monstruos y otros personajes fantásticos.

Un mito (del griego μῦθος, mythos, «relato», «cuento») es un relato tradicional que se refiere a acontecimientos prodigiosos, protagonizados por seres sobrenaturales o extraordinarios, tales como dioses, semidioses, héroes, monstruos o personajes fantásticos.


Las sociedades antiguas, vivían inmersas en un acervo cultural basado exclusivamente en mitos y leyendas. Se pretendía dotar al pueblo de una visión común y de una cohesión social a base de historias fantásticas que se consideraban verdaderas. El mito cumplía funciones explicativas, de significado y de justificación de las estructuras sociales así como  ciertos comportamientos y acciones de los gobernantes.

La mitología de los pueblos, estaba y está enfrentada a la ciencia y a la filosofía, de la misma manera que la verdad se enfrenta a la patraña y la realidad a la mentira. No importa la función social que tenga el mito, si es útil, interesante, antiguo, ingenioso o simplemente bonito y florido, los mitos han tenido siempre en común la capacidad de controlar al pueblo, el sometimiento por la fe a creencias peregrinas que se dan por verdaderas y la justificación de estructuras sociales y sucesorias injustas e inamovibles.

Hoy, la vida, la muerte, la existencia, la creación, el consuelo, la victoria, el sufrimiento, el fin del mundo, el sentido de la vida, el bien y el mal y justificar todo lo que nos rodea, en cierta manera se sigue la inercia de querer explicarlo a través de mitos, pero la realidad es mucho más rotunda y, desde hace ya mucho tiempo, ha dejado huecos estos cuentos a los que la comodidad de la ignorancia nos acerca.

Mito, sin duda, es patraña y todo esto viene a colación si analizamos los últimos gobiernos municipales socialistas, su inexistente comunicación real con el pueblo, la nula transparencia y la creación sistemática de una serie de infundios, a la manera de cuentos en los que se ensalzaba constantemente a un personaje y un sistema, fuera de toda realidad y lógica.

La mitología marmolejeña es compleja y simple a la vez. Compleja en cuanto a la creación y elaboración, y muy simple en cuanto a los fines y medios. Hasta el mismo Franquismo vendió la mítica  fama de su líder como intocable por las balas y por lo tanto haber tenido guardado el destino un lugar en la historia y ser Caudillo por la Gracia de Dios. El cristobismo en Marmolejo no podía ser menos, aunque solo hubo que entrar en el Ayuntamiento para darse cuenta de que los que decían ser héroes, no podían ser más villanos.

La bases del mito, se sitúan en un tiempo definido y cierto, en la República, Guerra y Posguerra, en ese sentido asienta sus bases en personas y personajes reales, cuyas hazañas, convicciones, ideas y posición ante momentos históricos muy difíciles, han marcado un antes y un después en Marmolejo. Es la única parte que la leyenda que se puede tocar, una realidad dolorosa pero ejemplarizante y sobre todo que encarna una serie de principios con los que es muy fácil identificarse y querer seguir. Partiendo de esa base, ya nada es verdad, lo demás es adornar, utilizar en su provecho, distorsionar, justificar, apelar a la memoria y darse golpes de pecho, pidiendo encima lealtades, por un lado mientras se montaba un chiringuito para uso y disfrute de una élite por el otro. Se ha tratado de transferir cualidades a personas que no las tienen y que se esconden tras la cortina de humo de la historia para su propio beneficio. El socialismo histórico marmolejeño, ha sido utilizado, manipulado y aprovechado en favor de unos pocos, eso no me cansaré nunca de decirlo, y esos pocos están locos por seguir unos años más viviendo del cuento, los han educado para eso y solo saben pensar que  son más listos que nadie, despreciando a las bases y a los que tienen buena voluntad y sienten los principios de la Izquierda.

Si presumían de gestión, si el mito era perpetuarse porque solo ellos sabían traer dinero y gestionarlo, se puede decir que el mito está cazado, la trola descubierta y demostrada como se demuestran las verdades, con papeles, datos y transparencia; Si se analizan las cuentas, las deudas y la actividad económica del gobierno cristobista, (ver cuadro) lo primero que salta a la vista es la ingente cantidad de subvenciones que ha habido que devolver porque se pidieron, se recibieron y no se gastaron para lo que se pidieron. Hablamos de más de 800.000 euros en total de los que aún quedan más de 500.000 euros por pagar. Si pensamos que desde siempre se ha ignorado la obligación de hacer previsiones presupuestarias y cumplirlas, de cerrar cuentas en tiempo y forma y de que todos los movimientos económicos estuvieran al alcance de los vecinos, estamos en la linea de definir la administración económica cristobista, como fantasma, imaginativa, creativa o de amaño y opacidad constante. Nadie ha sabido nunca nada de como funcionaban, solo mitología, cuentos chinos, engaño a los vecinos, muchas facturas escondidas, muchas amenazas de no pagar para que se callaran los proveedores, mucho regalar sumas a unos y otros según la importancia de las familias y la proximidad de las elecciones. Pero la guinda de este pastel del mito económico cristobista, era los millones de euros de la venta de la Dehesilla, 4,2 millones de euros,  que deberían estar intactos y reservados por ley y que no lo están, nadie dice exactamente donde están, además de otros tantos que se cobraron por la venta de parcelas donde era imposible de construir en las Calañas y que supone una estafa en toda regla, dónde está ese dinero. Para más inri, en el cuadro de deudas que hemos referido antes, viene la devolución de un préstamo de un millón de euros, pedido para la construcción de una subestación en dicho polígono y de la que no hay rastro, si no se gastó en eso, donde se gastó el millón que hay que devolver.

Demasiadas preguntas, para un mito que no explica nada, que se empezó a desmoronar el día que se aireó el armario de las facturas y se pagaron. Y eso que el anterior Alcalde y sus concejales votaron en contra del plan de pagos a proveedores.

El mito del cristobismo, que traía mucho dinero, ha caído, el dinero ese lo tenemos colgado a las espaldas los marmolejeños, pero también contaban historias fabulosas del trabajo que daban y lo bien que marchaba el pueblo. Puñetera mentira todo. Con datos contrastados se está demostrando que ahora se da más trabajo a los vecinos que antes, cuando las empresas de fuera hacían todas las obras y colocaban a cuatro a dedo. El PER es el mismo, pero se arreglan más calles, la obras por cuenta del Ayuntamiento, con fondos propios,  han aumentado y se está atendiendo a todo el mundo en su pretensión de trabajar. Hay mucho paro, pero al menos no son siempre los mismos los que pueden llevar un jornal del Ayuntamiento a su casa.

El cristobismo diseñó la política económica y laboral marmolejeña de espaldas al pueblo; al campo, decían sin empacho: "nadie quiere que sus hijos trabajen en el campo", de espaldas a la industria, decían: "a los empresarios ni agua, todos son fascistas y votan al PP", de espaldas al comercio y el turismo, decían: "mientras el Balneario no se arregle, no se hará ninguna obra en Marmolejo" y en definitiva lo que se hacía era alentar a los vecinos a que emigraran y se buscaran la vida fuera, pero trajeran el dinero al pueblo, decían: "qué le vamos a hacer si los albañiles de Marmolejo son tan buenos que los buscan desde todas partes" o "cuando vienen forasteros, los paseo por el barrio de las Quince y el Camino del Barco para que vean lo que prospera Marmolejo"... y lo que no sabían los forasteros es que Marmolejo solo ha sido una ciudad dormitorio para descansar los fines de semana, los albañiles, los de la vía, los pintores, fontaneros y cualquier otro oficio que se pudiera hacer en la obra, porque aquí estaba todo montado, para emigrar. Ahora se echan en falta infraestructuras en el sector de la transformación agroalimentaria y nos acordamos de la huerta marmolejeña, de la potencialidad de los cultivos ecológicos y lo bueno que sería haber enfocado cortijos y casillas para el turismo rural...

El mito cristobista, era la estafa de un régimen que tenía al pueblo engañado, trabajado fuera y nunca se preparó para afrontar ningún tipo de crisis. Cuando esta ha llegado se ha derrumbado el sistema él solo. Marmolejo no ha estado preparado para las vacas flacas y cuando estaban las gordas, tampoco se miraba por los recursos, de hecho no se sabe en donde se echaba tanto dinero fuera de su uso normal y legal.  Se ha demostrado que no había gestión, por lo tanto, no había lugar para un mito hueco, un cuento que ya nadie se cree, una justificación kafkiana de que el régimen tiene que volver y seguir por la gracia de..., del PP. En Marmolejo no ha habido ni dioses, ni semidioses, ni siquiera héroes, solo monstruos y otros personajes fantásticos. ¿Qué nos quieren vender ahora?, El timo de la estampita, una porquería al lado de lo que se han montado estos llamados socialistas durante 24 años.