La rama sindical del cristobismo, los falsos ugetistas vividores y privilegiados del régimen, andan como perro sin amo.

 Mamarrachos de foto en las manifas y a vivir del cuento. Todo se andará.

Partimos de la base de que, en la política local, hay una diversidad ideológica evidente. Eso nadie puede negarlo. El problema viene cuando se traspasa el mundo de las convicciones y el apoyo a las diferentes opciones políticas nace y se alimenta solo del interés personal, o el particular de un grupo que organizadamente se aprovecha del sistema para medrar a su costa y sacar pingues beneficios.

En Marmolejo sabemos de esto más de lo que quisiéramos, ya que el negocio de vivir a costa del pueblo con la excusa del Psoe local ha sido la constante durante demasiados años, con el consiguiente lastre de ruina y las secuelas inevitables de una corruptela endémica y una perversión del sistema social y la vida política.

La culpa de todo se la echaban al que ya no está, mientras que, sin cambiar ni un ápice ni en el fondo ni en las formas, se disponen a seguir con el negocio rentable de controlar el partido socialista y tener engañado a sus votantes, al menos a la mayoría. Una manada de lobos en un corral de ovejas.

Llevo años denunciando las tropelías de esta organización, durante un tiempo fue muy duro, lo tenían todo a su favor y el negocio parecía que iba a durar toda la vida. Pero nada es eterno y aunque se han comido muchos años de la vida de los vecinos de Marmolejo, dando ruina por liebre, haciéndonos tragar una democracia de 5ª o más bien una dictadura de 1ª, todo tiene un final y ahora les va tocando a los de la barra libre y el armario de guardar facturas, ponerse bajo el dictamen del Pueblo.

Pero no seamos incautos y no nos engañemos, la organización está ahí, intacta; lo que pasa es que por pura acumulación de gestión tóxica, de incompetencia y por un exceso de pelea interna, están de capa caida esperando en cualquier momento levantar de sus cenizas todo el montaje hampón que tantos buenos ratos y vida holgada les ha dado.

No se puede bajar la guardia, los vecinos hace tiempo que descubrieron el pastel y el entramado ha quedado al aire. Es lastimoso ver como se ha usurpado el nombre de un partido y robado la ilusión de muchas personas utilizándola para lo contrario de lo que se predica. Esto es incuestionable, pero no es menos repulsivo comprobar como parte de este entramado fascineroso ha afectado al sindicato UGT.

El cristobismo también ha utilizado, y utiliza, el buen nombre y el apego que le tienen a este sindicato las personas de bien, los obreros decentes y dignos, marmolejeños luchadores e históricamente orgullosos de su lucha. No hay escrúpulos en servir a la causa del tirano en lugar que a la del trabajador. Y no es la primera vez que lo digo. Pero como no paran de malmeter estos ugetistas de conveniencia, que tan cerca del cristobismo han prosperado, hay que recordarles que no engañan a nadie.

Creen que no sabemos todos que nunca fueron sindicalistas, y no es necesario nombrarlos. Se creen impunes y se dedican a hacer recados para su jefe de filas del soe y a entorpecer cuanto pueden la labor en su centro de trabajo. Como buenos lacayos están desprovistos del pundonor y el orgullo de la clase obrera, a la que nunca han pertenecido, ya que han vivido siempre como privilegiados nombrados a dedo, empleados a dedo, haciendo negocios en su puesto de trabajo, aprovechándose de su posición. Hoy van como perro sin amo, rajan de su actual jefe, lo que nunca se atrevieron a hacer con el otro, y en definitiva, solo son otra lacra, parte integrante de la misma mafia, del mismo pelotazo, de la misma corruptela.

No olvidamos cuando las huelgas generales, que se han hecho en tiempos de gobierno socialista, cuando los mandaba el Alcalde a quitar los carteles que otros, ugetistas de verdad, iban poniendo contra la voluntad del mandatario. Vergüenza me daría a mi arrancar el cartel que pone un compañero llamando a la huelga general en defensa del trabajador y sus derechos.... Mamarrachos de foto en las manifas y a vivir del cuento. Todo se andará.