Los falsos socialistas de Marmolejo. Una estafa histórica, una sangría insoportable.

El futuro de Marmolejo es cosa de tod@s. 

Marmolejo, SÍ es un ejercicio de responsabilidad. Nace de la pura necesidad que tiene el pueblo de Marmolejo de luchar contra la opresión; la opresión de las deudas heredadas, la mala gestión, el abandono y la utilización como mercancía y disculpa para enriquecer a una clase política privilegiada, sin escrúpulos y parasitaria..

Lo mismo que el cuerpo humano lucha contra la enfermedad por sus propios medios, el pueblo de Marmolejo, se revela, con sus propios mecanismos de defensa, y se organiza para impedir la sangría social y económica que supondría volver a dejar la administración pública en manos de quién tanto daño ha hecho a los vecinos hipotecando su futuro, esquilmando las arcas municipales en el pasado e intentando manipular el presente en su propio beneficio.

La responsabilidad es un rara avis nunca vista en las filas de los que se hacen llamar socialistas, nunca fueron responsables de nada, siempre fueron impermeables ante cualquiera de las consecuencias de sus propias acciones. Como no hay responsabilidad, nunca la hubo, tampoco hay que dar cuentas, ni culpables de nada, ni porqué dar explicaciones, ni a nadie le incumbe nada, ni tampoco es necesario preguntar quién hizo esto o aquello, quién manejó los bienes y quién ideó las estrategias económicas, ni quién sabe donde fue a parar el dinero o si se empleó en esto u aquello; es una especie de limbo en el que se han instalado para que nada les afecte..., y nosotros, con tres palmos de narices, todavía creyendo en los reyes magos.

Cuando estos inventores de la estafa perfecta se ven acorralados echan mano del muerto,  en estos casos siempre hay uno, alguien o algo a lo que convenientemente echar la culpa, un responsable sin responsabilidad real alguna, una muleta con la que torear de salón, un ponderable real o imaginario engañabobos y mágico que les eleva en olor de cuasi santidad al rango de inocentes, intocables e inmaculados, intachables, íntegros e incluso honorables; pero sobre todo irresponsables.

Y mientras el pueblo, a lo que le manden, callar y andar. Tragar y poner cara de que esto es normal en política, sin embargo no se chupa el dedo. El que la hace la paga, pero el refrán no va con ellos, ellos no, a ellos les resbala asumir como propio ningún pecado, por lo que sin mácula se presentan, con las manos limpias, dispuestos a que las consecuencias de sus actos nos aplasten a todos, que hagamos cola para pagar las deudas que ellos contraigan en su favor y a nuestro nombre y que las cuentas abiertas de su barra libre y su mano rota, volvamos a saldarlas entre todos.

Parece que es el sino de este pueblo limpiar lo que otros ensucian, pagar lo que otros adeudan, vivir con lo que otros nos han dejado. Llevamos demasiado tiempo pagando, siempre hubo algún cacique
que tasaba nuestro trabajo, que decidía con cuanto de nuestro sudor se quedaba para pagar sus caprichos y aumentar su fortuna. Eran tiempos aciagos que por desgracia no se fueron nunca, siempre hay un listo dispuesto a sangrar al pueblo. Pero lo penoso es que haya sido en nombre del socialismo que hayamos tenido que conocer a los nuevos caciques, una charpa de "irresponsables" que lo único que saben hacer es echar el anzuelo, partir y repartir.... y vivir como dios.

Hace falta valor para asumir la consecuencia de los actos propios, pero que nadie se engañe, esta gente no son cobardes, sino una mafia organizada que lleva viviendo del cuento muchos años y que pretende seguir haciéndolo. Solo son parásitos, ni más ni menos, pero hemos llegado ya a un punto que o nos despiojamos o nos comen las liendres. Ya no se puede más. Que trabajen, que se ganen la vida con el sudor de su frente y no con el de la de los demás.

Mientras, hay que organizarse y empezar la recuperación de Marmolejo desde la misma zona cero de la destrucción y expolio de esta mafia de vividores, recuperar el partido, el ayuntamiento, el pueblo, la convivencia, el amor propio, la fe en el futuro y  la solidaridad entre vecinos. Hay que poner orden y eso nos toca a los marmolejeños, hay que limpiar la casa y nadie va a venir a hacerlo por nosotros, hay que tener los pies en el suelo y la vista puesta en el horizonte, tenemos que volver a creer en nuestras capacidades y demostrar el movimiento andando, demostrar que en Marmolejo se puede llegar hasta donde nos lo propongamos, pero luchando todos juntos, unidos y desplegando todas nuestras capacidades.

Por eso, si hay que empezar desde abajo, hagámoslo juntos, desde la responsabilidad, asumiendo los riesgos, con conocimiento de causa y con las ideas muy claras. Marmolejo, Sí está en el camino, es ahora que ha llegado el momento de acabar con la farsa y la estafa que ha arruinado a nuestro pueblo.  El futuro de Marmolejo es cosa de todos.