Accidente sin consecuencias.

El jueves pasado, estuvo a punto de suceder una desgracia en la obra del ambulatorio. Un obrero de los que están encofrando lo que será el suelo del ambulatorio, o el techo del aparcamiento subterráneo, sufrió una aparatosa caída que afortunadamente no tuvo consecuencias más allá de algunas magulladuras. Esta vez la suerte ha jugado un papel determinante, pero estas cosas no deberían quedar en manos del azar.

Espero que la prevención en riesgos laborales sea una prioridad en el desarrollo de la obra y prime la idea de seguridad sobre la de margenes de ganancias y beneficios. No queremos que sea la vida de algún trabajador el

precio que haya que pagar por un ambulatorio nuevo.

No se de lo que hablaron el día de la primera piedra, en ese ambiente tan distendido, gatronómico y fotogénico con que se presentaba el proyecto, lo que si sé es que el día de la inauguración, no haya que acordarse de algún desgraciado que no haya podido terminar la obra.