El relog biológico de los políticos y el del pueblo.

REPORTAJE Viene de El País .com
Crisis o victoria
Zapatero vincula su recuperación electoral a la mejora de la economía - Espera que los votantes le vean como impulsor de la creación de empleo en 2011
LUIS R. AIZPEOLEA - Madrid - 06/12/2009

El pasado mes de junio, el PP sobrepasó al PSOE en una encuesta del CIS por vez primera desde 2004, y desde entonces la diferencia se ha mantenido ininterrumpidamente. A la par, la valoración de José Luis Rodríguez Zapatero, siempre muy por encima de la de Mariano Rajoy, ha caído sensiblemente y se aproxima a la del líder de la oposición. Esta situación insólita, mantenida en los seis últimos meses, supone un aviso para el Gobierno cuando está a punto de alcanzar el ecuador de la legislatura.
Las encuestas coinciden en atribuir esta situación a una pérdida de confianza en Zapatero y su Gobierno a causa de la crisis económica, especialmente por su efecto en el empleo, muy superior a la media europea, y por la sensación existente de que la reacción del Ejecutivo frente a ella ha sido timorata. Este análisis es compartido por Zapatero, según fuentes de su entorno.
La interrogante ahora es si, en los dos años que faltan hasta las elecciones generales, Zapatero tendrá margen para darle la vuelta a esta situación. "No lo tiene fácil, porque se ha instalado una pérdida de confianza en el Gobierno. Pero aún puede darle la vuelta porque apenas hay trasvase de voto del PSOE al PP, lastrado por su crisis interna y la corrupción, y porque los socialistas disponen de algunas armas", señalan expertos en demoscopia. Leer más.

El reloj biológico de los políticos va a diferente ritmo que el de los demás mortales. Nosotros tenemos necesidades que cubrir todos los días, y varias veces, mientras ellos no tienen más necesidad que pasar la ITV electoral cada cuatro años.

Este reportaje de El País viene a analizar la situación de Zapatero ante los próximos comicios nacionales, y a echarle un cable diciendo que no todo está perdido, ya que queda la esperanza de que en los dos años que faltan hasta llegar a las urnas haya un giro en la econ

omía que salve al Presidente.

¿Y a nosotros quien nos salva? Este estado permanente de miedo y desasosiego de la mayoría de los españoles que miran al futuro con incertidumbre, contrasta con la tranquilidad del Gobierno y la apatía de este para tomar decisiones de calado y efectivas. Está claro, aún tienen dos años por delante para que se les ocurra algo. Pero nosotros no.

Los españoles contamos los días o las horas que faltan para que venza el próximo plazo de la hipoteca, el próximo recibo de la luz o la hora de comprar unos zapatos a nuestros hijos. Ellos, nuestros políticos gobernantes, solo cuentan los años que faltan hasta que lleguen las elecciones.

Y todavía creen en los milagros, cuando los milagros son los que hacemos nosotros para llegar a fin de mes. Porque si fallamos en eso, detrás está la nada, la misma que les tiene quitada la alegría a millones de familias mientras los grandes de la política se enzarzan en dimes y diretes de aspecto casi infantil y de calado tenebroso. Al final va a ser verdad que solo nos queda la calle, donde se han peleado tantos conflictos y a la que no se debe de salir manipulado. Pero cuando el hambre de cada día tira de nosotros y se le suma la sinrazón y la desesperanza, entonces todo es posible, aunque por el momento solo sea para hacerse oír, para decir que aquí estamos los nuevos parias que habéis fabricado a la medida de vuestra indolencia, tened cuidado y no sigáis pisoteándonos.