Aplicando los Estatutos de limpieza de sangre socialista en Marmolejo y extorsionando al personal.

No hacen ni una bien hecha.

La pureza de sangre socialista, en Marmolejo, requiere una dosis importante de veneno, mucha ignorancia, ningún pudor ni conciencia y un sentido de la oportunidad para hablar inexistente. Ellos andan estos días, entre fechoría y fechoría, como siempre, clasificando al personal entre socialistas y antisocialistas, atacando fieramente a los que ya en su día machacaron y expulsaron o se fueron solos por no mancharse las manos. Huelga decir quien entra en una u otra categoría.

Están por un lado los que se dan golpes de pecho delante de la cúpula formando una guardia pretoriana que, a diferencia de aquella que ponía y quitaba césares, estos se contentan con hacer besamanos constante al líder, sea quien sea, por si acaso es esa mano la que mañana les recompense y alimente, están así de bien amaestrados. Por otro lado está el resto de la humanidad, los antisocialistas. Y eso es lo lamentable, que de la misma manera que algunas especies matan en la propia manada a todo lo que al olfato no  se detecte como descendencia propia, estos crucifican lo que no huela como ellos y no sea cómplice de sus defectos, sus vicios y errores. No tienen arreglo.

Lo bueno que tienen es que alguno todavía lee estas páginas, y siempre cabe la esperanza de que cambien, enderecen el rumbo, tiren por la borda todo lo que está podrido y pasen por la quilla a los piratas, poniendo rumbo a la isla desierta donde abandonaron a los compañeros de partido que no comulgaban con la dictadura interna y fueron purgados en su momento, y así completar una tripulación decente para el proyecto socialista. Lo malo es que no hacen ni puñetero caso, y flaco favor a la causa socialista y al pueblo en general.

Lo peor es que, mientras internamente están ocupados en poner en práctica los Estatutos de limpieza de sangre socialista, fuera  están empeñando toda su energía en acosar a cualquiera que colabore con el Ayuntamiento de Marmolejo y en especial a algunos empresarios que por puro civismo apoyan causas y proyectos de calado humano en áreas como la de juventud. Las cosas han llegado a extremos de que alguno de estos filántropos, que todavía hacen el esfuerzo de colaborar económicamente con sus vecinos, ha denunciado que es víctima de presiones y amenazas, por parte de los socialistas, desde el momento en el que su nombre parece como colaborador en la página web del Ayuntamiento y ha solicitado, por favor, que el nombre de su negocio no aparezca, que está asustado y teme represalias.

Extorsión es: Presión que, mediante amenazas, se ejerce sobre alguien para obligarle a obrar en determinado sentido. A eso se están dedicando estos personajillos de medio pelo que, no contentos con haber arruinado a Marmolejo, ahora se dedican a lo que mejor les sale, a amenazar y violentar a los ciudadanos que no les siguen el juego, no en vano, durante muchos años eso les ha mantenido en el poder. Es lamentable ver como esto se les está yendo de las manos y comprobar que no tienen límites morales ni recato alguno en su ambición desmedida. Estos ni con la cárcel pagarían el daño que han hecho, que están haciendo y que si los dejáramos harían en Marmolejo.  Lo que hace la mala sangre.¿No les da vergüenza?