Esto
por sí mismo solo sería un síntoma de que los políticos y
trabajadores municipales están haciendo los deberes correctamente,
lo que cabría esperar de ellos, y que no están defraudando a los
vecinos, pero lo realmente importante es que se está yendo más
lejos, un paso más allá, se está dando el paso que hace que estos
eventos pasen de ser solo un trabajo bien hecho a formar parte del
tejido social y económico de Marmolejo. Se ha conseguido la
complicidad de los ciudadanos, su participación y compromiso, para
con sus vecinos y para con el futuro. Enhorabuena a todos ellos.
No
cabe duda de que algo está cambiando, los empresarios están dando
los pasos para asociarse y federarse, los vecinos comienzan a
consolidar las asociaciones vecinales y a tener conciencia de que
ellos tienen mucho que aportar a sus barrios y su pueblo. Por fin el
pueblo empieza a contar e influir de manera efectiva y real en su
entorno y sus propios asuntos. Por fin el ayuntamiento está dejando
de ser un órgano de presión, control y represión, para pasar a ser
la Casa Común de los Marmolejeños.
La
crisis es la misma, la que hemos heredado, pero la actitud está
cambiando la esperanza tiene donde agarrarse, el futuro ya no depende
tanto de un ente superior omnipotente obsesionado con rentabilizar políticamente todo a su antojo,
llámese Psoe. Los marmolejeños somos un pueblo industrioso,
emprendedor, trabajador y digno, que una vez soltado el yugo de la
dictadura cainista y canalla, está empezando a coger las riendas de su destino, con
seriedad y serenidad, asumiendo la gravedad de la situación y, desde
ahora, tomando consciencia plena de nuestra soberanía al determinar
hacia donde encaminamos nuestro futuro. Ahora si empieza a gustar Marmolejo,
ahora estamos cada vez más orgulloso de nuestro pueblo.
En
esta linea, desde el punto de partida del optimismo que da el hacer
las cosas bien hecha y entre todos, homenajeo desde aquí a los que
cada día se suman a este maravilloso proyecto que es Marmolejo y que
ya va siendo una realidad.
La Feria ha sido cosa de todos, un ejemplo de unión, camaradería y convivencia. |
Colaborando para montar la Feria, todos a una. |
Es una realidad como apunta Catafracto que los marmolejeños/as empiezan a labrarse un futuro de progreso en algunos de los sectores productivos de nuestra localidad, pero hay un sector, quizás el más importante, que aún tiene muchos deberes pendientes por realizar; me refiero al sector agrícola, aún anquilosado en el individualismo y la desunión a pesar de los intentos positivos que, me consta, se empiezan a promover desde el ayuntamiento y entidades agrarias en pro de la unidad y el cooperativismo.
ResponderEliminarPero aún por encima de esto hay un tema mucho más grave que es necesario que abordemos con inmediatez para que se vaya creando la consciencia necesaria, sobre todo en los agricultores olivareros. Me refiero al grave problema de la erosión de nuestros olivares, y por tanto al empobrecimiento de nuestros suelos. No es un tema baladí, creedme.
Lamentablemente el uso indiscriminado de los herbicidas han convertido el suelo de nuestros olivares, y sobre todo el del sector de la sierra, en un terruño cada vez más erosionado y empobrecido, sin cobertura vegetal y sin posibilidad de regeneración orgánica ni a medio ni a largo plazo. No tenemos más que darnos una vuelta por los olivares serranos (pagos de Aguilera, Ebreros, Loma de Candelas, Ecijano, Lotoro, Pino Mazuelos, etc, etc), en un día lluvioso de otoño, para comprobar el daño que se ha hecho y observar cómo nuestros campos, faltos de la más mínima brizna de hierba, ya no son capaces de retener el agua necesaria para cuando los olivos la necesiten en los meses de verano.
Además cada vez son más los canjorros y las transformaciones sufridas en el sistema de drenaje hídrico generándose auténticos problemas , durante la recolección y las labores habituales en las fincas, para el tránsito de la maquinaria, e incluso de las personas, durante las labores de recolección y del sulfatado de los olivos.
En medio de la catástrofe y de la tragedia que estos hábitos nefastos han ocasionado por un mal concepto de las prácticas agrarias, me consta que existe una salida esperanzadora que ya han empezado a practicar algunos agricultores marmolejeños, valientes y dispuestos, a no dejarse llevar ni por el que dirán, ni por los vicios erróneos de una mayoría movida tradicionalmente, desde hace 30 años para acá, por una corriente de la sin razón que tanto daño viene ocasionando a nuestra agricultura. Se trata de algo tan sencillo como permitir que nazcan las antiguas praderas en medio de nuestros olivares, dejando de tirar los herbicidas en el otoño para luego hacerlo en la primavera. Están consiguiendo con ello evitar la erosión del suelo y que la tierra al estar más espongeada, absorba más cantidad de agua necesaria para los meses del verano. Y no solo eso sino que además los suelos se enriquecerán y mejorarán en microelementos para su perfecto equilibrio orgánico.
Está claro que ya no podemos volver a recurrir al arado de mulos, único que permitía una labor superficial en sentido contrario a las pendientes, capaz de sujetar la fuerza de las aguas, y sobre la que luego crecía la pradera, pero sí que podemos recurrir a esa benefactora pradera en medio de las camadas. Porque ¿de qué nos servirá abonar nuestros olivos si ese abono ni siquiera será capaz de penetrar en el subsuelo por la dureza de la corteza que pisamos, en donde ya no seremos capaces ni de hincar un clavo?
Desde este estupendo e interesante blog de tan amplia lectura por los marmolejeños/as, hago un llamamiento a todos los agricultores de bien que de verdad se sientan enamorados de su trabajo y de su actividad: ¡Por favor!, cuidad lo más preciado que tenéis que es el suelo sobre el que viven y se alimentan vuestros olivos. No dejéis que la sierra olivarera se convierta en un desierto sin vida vegetal alguna, pues si hoy ya no es capaz ni de crecer la hierba, mañana posiblemente ni siquiera los olivos puedan ser lo suficientemente productivos que deseamos, por cierto lamentable realidad que ya está ocurriendo.
Estoy totalmente de a cuerdo con este señor cooperativista. Nunca he sabido nada de olivos ni de tierras y a mis cuarenta y tantos hice un módulo en nuestra querida GRANJA ESCUELA y aprendí algunas cosas como estas que este señor nos explica.
ResponderEliminarTengo un pequeño trozo con pocos olivos, en una zona árida y hotíl pero con paciencia y buenas enmiendas hoy la pradera aparece entre las camadas y aunque me digan entusiasmada sé que es lo adecuado.
Me parece insólito que teniendo este centro en nuestro pueblo no se hayan promovido tantas buenas iniciativas entre nuestros agricultores, como por ejemplo aprovechar restos vegetales y residuos orgánicos para alimentar nuestros suelos con abonos naturales como el compost y no qeumar tanto.
Solo quereia agradecer a "un cooperativista" su comentario por que para mi esto de la erosión es una obsesión. Un saludo