Ahora todo son conjeturas y expectación, ¿como quedará?, después de que las máquinas lo están arrasando todo, menos la fuente, hasta los árboles y jardines han sucumbido.Nadie sabe nada, que es lo normal cuando no se informa a los vecinos de nada, ni hay perspectivas de saberlo hasta que esté la obra concluida. ¿Como quedará?, ¿cuanto costará la obra?, ¿cuando se terminará?, y sobre todo ¿porqué no se les ha pedido opinión a las personas del barrio que a fin de cuentas son las que van a sufrir o disfrutar durante años lo que allí se haga?
Para empezar han quitado las sombras y los abueletes que las disfrutaban, ahora reculan expectantes contra la pared, en el acerado, intuyendo que tardarán en venir tiempos mejores.
Tambien hay vecinos que hubieran contemplado con gusto un arreglo de jardines y del enlosado, respetando la imagen y la identidad del entorno, no hay que olvidar que esa plazoleta tiene muchas vivencias pasadas y forma parte de la historia de todos y cada uno de los habitantes del barrio ... hay para todos los gustos, pero lo que no hay es quien cuente para nada con los vecinos.
No basta con hacer las cosas, hay que hacerlas bien. Democracia Participativa ya.
A ver si nos enteramos que participación ciudadana no es llenar la caseta municipal en la feria.
¿Donde están esas asociaciones de vecinos que tan poco le interesa potenciar al equipo de gobierno?. Pues eso, en ningún lado, para que no den ruido. Y la plazoleta ya la veremos en la foto junto a unos conocidos señores inaugurándola sonrientes como si lo hubieran hecho todo bien.
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