Nuestras palmeras, la envidia de cualquier paseo marítimo.

Hay que reconocer que el aspecto de las entradas a Marmolejo, cualquiera de las tres, ha mejorado mucho en los últimos años. No hay más que ver la cantidad de palmeras que nos dan la bienvenida según venimos de la autovía o el magnífico bulevar que disfrutamos hasta bajar al pilar, aunque luego llegar al Balneario sea una aventura.
El bulevar, todo hay que decirlo, se nota que está especialmente cuidado. Ya que hay una persona, a diario, encargada de ello y lo tiene en un estado de limpieza y cuidado de las plantas extraordinario. Vaya desde aquí nuestra mas sincera enhorabuena a Juan que pases a la hora que pases está en su puesto trabajando.
Las otras entradas, tienen días, según disponibilidad de personal, imagino. Marmolejo en cuestión de jardines también ha crecido lo suyo y además ahora contamos con el Balneario que dá trabajo extra. Además del Paseo de la Libertad, que ya de por sí constituye un reto de la jardinería, tenemos no menos de una docena de plazas y parques, algunos de gran tamaño, bastantes calles con naranjos u otros árboles, los colegios, el parque del olivo y los ya mencionados Bulevar y Balneario. El que hay junto al "Punto G" será tema aparte.
Somos, estoy seguro, la envidia de otros pueblos y más aún sabiendo que todo está a cargo, según el Presupuesto General del Ayuntamiento de 2008, de un jardinero y una operaria para los jardines del Balneario. Estos son obviamente los puestos fijos y el resto de trabajadores en jardines son eventuales según necesidad. Pienso que son pocos y se podría crear algún puesto fijo más. Sobre todo habiendo personal cualificado y formado al efecto.
La contratación de eventuales es imprescindible pero no debe de ser la base de una política de empleo precario y agradecido. Los gastos de personal en el ayuntamiento en 2008 fueron de 2.556.591,93 euros deberían de dar para algún jardinero y algún municipal más pero esto lo comentaremos en otra ocasión.
Hoy solo comentar que las palmeras, de la acera de la izquierda, de la carretera de Andujar están en un estado tal que los peatones no pueden andar por el acerado, no ven los coches que pasan por la carretera y, lo que es peor, los conductores no pueden ver a los peatones que se bajan de la acera. Un peligro. A ver si tienen tiempo de echarle un vistazo un día de estos, antes de que pase una desgracia.