Un pleno más, un pleno menos.

En el pleno del pasado viernes, repetido en diferido el sábado por la enigmática televisión local, estuvimos en más de una ocasión esperando oír el cuerno del perrero llamado a sus chuchos, pero como la llamada a la calma no llegaba, hubo que aguantar ladridos (lease insultos), dentelladas (lease ataques a todo lo que se moviera), mucho nerviosismo, desorganización y miedo, un miedo profundo y enfermizo a un fracaso ya consumado, el fracaso del Psoe de Marmolejo; por sus maneras, su gestión, su discurso y la infamia de tener a un pueblo pasando calamidad mientras se le restriegan obras y trabajos por la cara sin dejarles trabajar en ellos, amén de despropósitos judiciales, económicos y sociales varios.

El viernes, en el pleno, daba la impresión de que el Alcalde y los concejales socialistas, entre amenazas e insultos, pedían desesperadamente ayuda por encontrarse al borde de un precipicio electoral insalvable. Pero la ayuda no vino, y ellos solos, espoleados por la inercia del que no sabe dar un paso atrás, ni reconocer errores, ni por supuesto tender la mano a nadie, saltaron al vacío hundiendose ellos mismos en el abismo de su propia incompetencia, mientras arreciaban en insultos y proclamaban la extraordinaria suerte que tiene Marmolejo de que no haya parados y que sobre el trabajo... no hay palabras para expresar el asco que producen estas brabuconadas en el ánimo del pueblo.

Este último pleno, sobre el que ha planeado el nuevo fracaso de gestión al no haberse sabido conseguir la financiación para el famoso proyecto del termalismo en el Balneario, (dejando en el aire , una vez más, el trabajo siempre prometido y nunca traido), se ha mantenido en la linea de plenos anteriores, no ha traído nada nuevo excepto por el matiz de que cuando los socialistas se han puesto nerviosos y han sacado el látigo, este solo ha servido para que ellos solos se enredaran en él. Coral e individualmente han hecho un ridículo espantoso, arremetiendo contra todo y contra todos sin orden ni concierto, y es que la normalidad democrática del pleno no les sirve, para ellos, ya es cuestión de vida o muerte (electoral) y sabedores de su defenestración, cada uno dispara con lo que tiene, siendo el insulto personal una de sus mejores armas. Que lástima de políticos y de pueblo.

IU Marmolejo, que no estuvo en el pleno anterior, como medida de protesta por la elevada tasa de desempleo que hay en nuestro pueblo y al mismo tiempo exigiendo dimisiones políticas en el caso Torrecillas y para que se asuman responsabilidades desde el Ayuntamiento  a este respecto, asistió el viernes por respeto a los ciudadanos, pero con el ánimo de no colaborar en el vergonzoso espectáculo que luego dieron los ediles socialistas. Una vez más, Bartolomé Soriano demostró que hay dos formas de trabajar por Marmolejo, y dejó claro que la chabacanería y el insulto no van con el proyecto político de IU. Y de nuevo  les enseñó que la réplica justa al ataque personal y desaforado es mantener la dignidad y tranquilidad que el interlocutor no demuestra y la calma que al adversario le falta.  El partido socialista, en esta ocasión, simplemente, fue a por lana y salió esquilado, ya que dio con la horma de su zapato al no encontrar colaboración, ni siquiera contestación en la escalada barriobajera de insultos y despropósitos que él había iniciado.

Estas personas se equivocan de parte a parte en casi todo lo que están planteando y, por supuesto, mientras sigan en esta linea, no van a contar con la colaboración de  un grupo serio como es la Asamblea Local de Izquierda Unida de Marmolejo, además de haber perdido ya la confianza de la mayoría de los vecinos. Si no se les ocurre nada más coherente les aconsejo que dimitan desde el primero hasta el último, y les den una oportunidad a la convivencia a los marmolejeños dejando que un grupo nuevo de su mismo partido, menos nervioso, más ilusionante, y porqué no decirlo, más preparado, ocupe esos dignos sillones que ellos devalúan con su ineptitud beligerante y trasnochada.
Ahora andan anunciando que van a dar un golpe de efecto decisivo y proclaman que en los dos meses escasos que quedan hasta las elecciones van a traer el pleno empleo a Marmolejo. Vuelven a insultar la inteligencia de los vecinos y a chotearse de situación tan calamitosa en la que están muchas familias. Mal andan las cosas si están buscando, días antes de los comicios, el golpe mágico que les haga  pensar en salvarse del fracaso que actualmente se les vaticina. Esto cada vez huele peor y no merece la pena ni seguir comentandolo.

Lo dicho un pleno más y, por fortuna, un pleno menos, ya que otro Marmolejo es posible y cada vez más necesario.