"habrá que penar con candidatos marcados que no debieron estar y con alcaldes que están y que, aunque ganaron, merecen pasar a la reserva"

Reyes como Astérix y la pócima electoral, del Blog Palabra perdida
Viene de diariojaen.es - LUNES, 27 DE JUNIO DE 2011 12:09 JM SERRANO

Francisco Reyes, en su toma de posesión. Foto Rafael Casas

Como Astérix en aquella aldea de la Galia asediada por los romanos, Francisco Reyes sentirá que la provincia está rodeada por las tropas peperas, pero tiene a la Diputación Provincial como fortín inexpugnable del socialismo jiennense que resiste, una vez más, el avance del PP. Le toca a él desde este puesto erigirse en líder espiritual en su doble condición de presidente del organismo y de secretario general de los socialistas. El PSOE, el partido más votado, tiene en estas tierras una reserva espiritual de votantes, aunque la poción mágica que mantenía musculada a la tropa da síntomas de agotamiento.
A falta de un nuevo mago nacional que sea capaz de mejorar el brebaje, el PP avanza y sin necesidad de antídoto suma y sigue. En un contexto social adverso, en el que políticos e instituciones están en tela de juicio, Reyes tendrá que hacer valer las cualidades de una Diputación que tiene como virtud haberse sabido adaptar a las necesidades de la provincia. El desmontaje de organismos duplicados debería empezar por la Junta por más que Felipe González, otrora druida Panorámix, apuntara a las Diputaciones para ahorrar en las cuentas públicas. Con estas mimbres tendrá que lidiar un político curtido al que le toca gestionar una victoria, que nadie puede tildar de pírrica, y a un nutrido grupo de derrotados. Un escenario nada halagüeño en el que costará marcar el camino, nada que ver con los tiempos de su maestro Zarrías, porque ahora los romanos avanzan por el Guadalquivir y amenazan el Palacio sevillano de San Telmo. La alineación de planetas que acuñara el ahora secretario de Estado de Cooperación Territorial puede eclipsarse a tenor de un mapa astral electoral nada propicio. Reyes, en la Diputación —que marcha con piloto automático—, lo tendrá relativamente fácil, aunque el encaje de bolillos del equipo de gobierno conlleve cambios en puestos intermedios que tienen al cuerpo pretoriano de funcionarios con la mosca detrás de la oreja. El partido será otra historia, habrá que penar con candidatos marcados que no debieron estar y con alcaldes que están y que, aunque ganaron, merecen pasar a la reserva. Si yo fuera, claro.