Paso corto y vista larga.

Este pueblo, cansado de tanta mentira y oprimido hasta la saciedad, que poco a poco va despertando de una pesadilla indigna, tiene que tener muy claro que está llegando el tiempo de hacer balance, con datos reales, y asumir la parte más oscura de los últimos 24 años.

Lo que era evidente, las malas formas, el enchufismo, la mentira, la corruptela, la prepotencia y el desprecio absoluto por los vecinos, ya ha empezado a pasar factura en los colegios electorales y la mayoría de los marmolejeños ha decidido que "hasta aquí hemos llegado". Ahora toca irse enterando de lo que no se veía a simple vista pero que se intuía o vislumbraba debido a la magnitud del estropicio, y pasar la segunda parte de la factura a quien corresponda.

Hablando de facturas, y a la espera de dar datos detallados, para hacernos una idea, si queréis se puede medir en distancia las que están impagadas y amontonándolas, sin mucho rebuscar, tendríamos una pila de papeles de más de dos metros, eso en peso vendrían a ser muchos kilos, pero en las antiguas pesetas pasaría de los mil "kilos"(millones) más algunos cientos y en euros se recorta la cifra pero sigue sin bajar de 7 millones, mostrándonos cautos y tirando por lo bajo, ya que hay quien sostiene que esto pueda terminar en una cifra mucho más alta.

No está mal para un ayuntamiento cuyo anterior responsable jura y perjura que está "ejemplarmente" saneado y que llegó a decir en algún pleno que no se le debía nada a nadie. Pues bien, señor ex-todo, dese una vuelta por los comercios locales a los que usted dejó "enganchados" en decenas de miles de euros, a cada uno, y les cuenta esa milonga que, hoy ya y con papeles en las manos, resulta un drama y un lastre económico para las familias afectadas.

Si tuviera un poco de "vergüenza torera", la que sustituye a la vanidad, la cobardía y la decepción, señor ex-opresor, dejaría de aferrarse a un tronco de desesperación que apenas flota en el río de la normalidad democrática, dejaría de poner en evidencia a los que les rodean, ya que con ello les condena a quemar su imagen y su futuro político y cogería un billete de ida, al exilio de los dictadores,  para no volver,  que nos dejaría a todos descansando, al pueblo, a los suyos y a los demás.

Menudo favor podría hacer usted a sus "queridos y queridas, marmolejeños y marmolejeñas" si les dejara en paz  en vez de intentar emponzoñar sus vidas buscando un rendimiento personal y político. A ver si se entera de una vez, que su tiempo ya ha pasado y que tiene que dejar vía libre a propios y extraños para que el reloj de la Democrácia, la Decencia y la Dignidad, que lleva tanto tiempo parado en Marmolejo y ahora vuelve a funcionar, no se pare nunca más. No nos amenace más con volver, porque eso ya no se lo cree nadie y solo hace el ridículo, dedíquese más bien a hacer examen de conciencia y pedir perdón a los vecinos, en vez de ir visitando las obras municipales del paseo intentando ralentizarlas incitando a los honrados trabajadores que las realizan a que boicoteen al ayuntamiento y no se puedan terminar antes de la feria.

 Iremos deshilando esta madeja poco a poco, pero me gustaría comentar otra perla recogida en otro pleno de hace algún tiempo cuando, el entonces primer edil, aseguraba que "jamás, jamás" se le había pagado una comida a nadie desde el ayuntamiento y contaba la anécdota de que la única convidada que se había realizado, había sido hace años a un Gobernador Civil, con un café y por valor de algo más de cien pesetas...
Hoy, solo hay que prestar un poco de atención a lo que se dice en la calle, a algún hostelero de Marmolejo se le ha dejado a deber, no solo cafés, sino también desayunos, aperitivos, comidas, sobremesas y hasta cenas, por valor de muchos miles de euros, tantos que nos hacen pensar si algunos, que no todos, de estos señores del equipo de gobierno saliente no tenían casa donde comer.