Hoy, última oportunidad para hacer público lo que parecen saber muchos y salir de dudas.

Cuando se mantienen negociaciones a tres bandas, parece irremediable que, al final, un grupo salga decepcionado y con más razón cuando de lo que se trata es de determinar quien llevará a cabo la administración municipal durante los próximos cuatro años, aunque no debe de ser así forzosamente.

A lo mejor porque sea la primera vez, en demasiados años, que esto ocurre en Marmolejo y posiblemente debido a causas externas y ajenas a los diferentes partidos como la distancia física entre candidatos y asambleas o quizás por la inexperiencia, el asunto es que se está alargando en demasía  la espera de un desenlace, sea el que sea. Llevamos tres semanas de locos.

La cuestión es que mientras unos celebran un acuerdo no anunciado, no oficial, ni rubricado,  otros revisan qué puede haber fallado, asumiendo una prematura "derrota" y haciendo un particular examen de conciencia en el que siempre salen inmaculados de cualquier responsabilidad y la culpa la tienen siempre otros. Cuando llegan las rebajas, nadie parece querer asumir que las elecciones son el resultado de la expresión de la voluntad popular y que lo que va a pasar el día 11 de Junio, ya lo habían firmado los vecinos en las urnas. Aunque parezca mentira, no se trata de perder o ganar, sino de hacer lo correcto y asumir el mandato popular. Lo único que puede variar es la interpretación de algún matiz o una lectura desacertada y tendenciosa de la innegable realidad, cada cual es libre de ver la vida según el color del cristal...

Ahora, como siempre y como es inevitable que ocurra, los acontecimientos se adelantan a los planes de los políticos y las personas, el pueblo huérfano de noticias, hacen suyos rumores no exentos de alguna verdad ni faltos de inexactitudes, ya que a estas alturas,  cuando los candidatos están en capilla, mantener  la sequía de noticias es imperdonable. Esperemos que si esta situación se repite, dentro de cuatro años, no se repitan las tardanzas innecesarias y los errores de bulto.